Hoy en día el jefe de Estado peruano gana, oficialmente y sin considerar el rubro “la plata llega sola”, 15,600 nuevos soles. Probablemente sea un sueldo modesto, en comparación a mandatarios en otras partes del mundo, y de seguro a la billetera de Alan García llega recortado de impuestos y descuentos, pero este ha sido el sueldo defendido por nuestro presidente como el pertinente para su investidura.
García, recordemos, criticó duramente el sueldo de su antecesor, Alejandro Toledo, que ascendía a 29 mil soles y que, producto de las críticas ciudadanas, motivó que el presidente de Perú Posible donase la mitad de su remuneración a una causa benéfica.
Aplicando una política de austeridad a todo nivel, García hizo gala del recorte del sueldo presidencial y en los primeros meses de su segundo gobierno aprobó con grandilocuencia el Decreto de Urgencia Nº 038-2006, que oficializaba el nuevo y encogido sueldo del inquilino de Palacio de Gobierno.
Por todo ello no se entiende bien cómo ni por qué, en un Proyecto de ley del Ejecutivo, es decir, revisado e impulsado por Alan García, se haya difundido como un esfuerzo para poner orden en el desbarajuste salarial del sector público pero, nítidamente, dicho proyecto pretende subir el sueldo a una única persona: al presidente de la República.
Según el proyecto de ley remitido por el Ejecutivo al Congreso el pasado sábado 18, se propone establecer como nuevo tope del sueldo del jefe de Estado 26 mil nuevos soles. ¿Alguien dijo escopeta de dos cañones?
EL PROYECTO ALAN
El Proyecto de Ley tiene el número 4584. Fue remitido al Legislativo con el oficio Nº 273-2010 firmado por Alan García, el único beneficiario directo, y por José Antonio Chang Escobedo, el presidente del Consejo de Ministros.
Este proyecto, que salió en medio de la discusión del elevado sueldo del Contralor General de la República -pero remedio que parece ser peor que la enfermedad-, plantea la modificación de la Ley Nº 28212, ley que desarrolla el artículo 39 de la Constitución en lo que se refiere a la jerarquía de las remuneraciones de los altos funcionarios y autoridades del Estado.
“El Presidente de la República tiene la más alta remuneración en el servicio de la Nación. Esta es fijada por el Consejo de Ministros en un monto superior a la de los congresistas de la República, y no será mayor a diez UISP”, reza el artículo 4 del referido proyecto.
Las UISP son las Unidades de Ingreso del Sector Público y se fijan anualmente. El Decreto Supremo Nº 082-2010-PCM, publicado el 14 de agosto del 2010, fijó la UISP en 2,600 soles.
Una multiplicación de las 10 UISP por los 2,600 mil soles arroja la cifra de 26,000 soles. Son 10,400 soles más que su actual sueldo presidencial.
Lo particular, por decir algo, es que mientras Alan García se asegura un incremento de 83% en su remuneración, todos los demás altos funcionarios, regulados según el nuevo proyecto de ley del gobierno, sufrirán un recorte a sus actuales ingresos. Y, a diferencia del mandatario, los funcionarios no tienen un presupuesto que cubran sus panes del desayuno y jamones del almuerzo, su vivienda y servicios básicos, como sí goza Alan García y su familia.
Ahora, el Congreso y la ciudadanía, tienen la palabra.
Fuente original:
http://www.diario16.com.pe/noticia.php?id=787