Decir que una sola voz puede lograr que caiga sobre nosotros un atardecer increíble, de esos en el que el sol parece enredarse entre las ramas de los árboles podría sonar a un sueño en palabras exageradas que describan el movimiento lento de un bote sobre el río y sus pirañas.
Sin embargo, para quien nunca pisó la selva, la voz de........
Yessica Sánchez
Comanti será Caronte en una barca en la que los sentidos se rindan a su
canto. Sí, Caronte podrá cantar y llevar lo que quede de nuestras almas
al más recóndito lugar o sonido de su voz. Pero cuando volteemos a ver,
Caronte será solo una muchacha de apariencia frágil, y no habrá a dónde
ir más que a las tardes inexistentes que su voz nos trae.
La belleza y la tristeza de un canto asháninka
Yéssica Sánchez Comanti nació en la comunidad indígena de Poshanari,
Mazamari, en Junín. Su nombre indígena es Kashiri Nashi que significa
Luna Mía. Fue literalmente descubierta por el el director de orquesta y
musicólogo peruano Abraham Padilla, quien buscaba en medio de la selva,
una voz que representara al pueblo asháninka para incluirla en la
producción de una película. Después Padilla grabó a Yéssica Sánchez
entonando las viejas canciones que aprendió durante su infancia, marcada
por la violencia terrorista que sufrió la población indígena entre la
década de 1980 a 1990.
Desde ese primer encuentro, las cosas parecieron ser bastante claras.
Ella tenía talento, mucho trabajo por hacer y una profesión a la qué
dedicarse con pasión. Padilla debía conducirla y convertir ese mismo
talento en una voz que todos pudiéramos admirar. Ambos iniciaron una
estrecha colaboración mutua. Pronto Padilla incluiría a la joven en
conciertos de música clásica, a los que ella sumó el canto en su
dialecto original.
La agudeza de la tradición
Un canto asháninka podría ser entonces en la voz de esta mujer un acto
luminoso, único y tan bello como triste dentro del tiempo de su propia
representación, eterno dentro de su brevedad. Y claro, intenso y no
menos doloroso.
Poco después de que los roles se marcaran, es decir, Padilla como
maestro de Yéssica y ella como una joven aprendiz, Lima se convertiría
en un caos o en un monstruo de mil cabezas a la que tendría que
acostumbrarse. Lo hizo. La joven asháninka empezó a componer sus
propias canciones y a traducirlas, buscando en ellas la reflexión sobre
la domesticación de un hábitat tan complejo y delicado como la Amazonía y
la profunda relación entre los seres humanos y su entorno reforzando la
cosmovisión amazónica en la naturaleza.
“Kashiri Nashi es un homenaje al ciudadano que se nutre de la fuerza
amazónica y de la plenitud de las naciones originarias que entregan sus
tradiciones. Un recital de maniquerensis –es decir de cantos
tradicionales- será siempre un retorno a las raíces de un pueblo y a
las mismas danzas y canciones aprendidas durante la infancia.
Ahora estos cantos son interpretados por una joven soprano, que narra
con su voz y su canto la historia de su propio pueblo, convirtiéndose en
promesa de la lírica peruana. Nos hallamos entonces ante un universo
sonoro por descubrir en la voz joven y desbordante de Kashiri Nashi,
nombre que también se le da al recital de cantos asháninkas que
presentará el ICPNA el 20 de noviembre a las 7:30pm. en el auditorio
principal de su sede de Miraflores.
Grabará un disco
El próximo año Sánchez Comanti presentará su primera producción, con
recopilaciones de su tradición musical oral y composiciones propias.
Será además única en su género, en palabras de los críticos, por
representar un documento de tradición oral.
Durante la noche del recital el himno nacional seré interpretado en
aymara y asháninka. La acompañan Zenobia Bautista Huamán, joven
vientista de la Comunidad Musical Los Jaukas, en la que toca el siku
cromático, chillador, tarkatayka, pinkillo, siku malta, y Ríber Oré
Ramírez, importante concertista de guitarra de formación clásica quien
ha desarrollado por tradición familiar un agudo conocimiento en el
repertorio tradicional andino que lo caracteriza por su ejecución
diáfana, precisa y sutil.
¡Faltar es imposible!
EL DATO
Martes 20 de noviembre
Auditorio ICPNA de Miraflores
7:30 PM. Boletería. 10 soles.
Martes 20 de noviembre
Auditorio ICPNA de Miraflores
7:30 PM. Boletería. 10 soles.
Cecilia Podestá
cpodesta@diario16.com.pe
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