La mujer de los bordados llenos de colores, las flores en la cabeza y el pincel atrevido, también es un ejemplo de resiliencia. Frida Kahlo
amaba el arte y encontró en ella un refugio ante un cuerpo atenazado
por el dolor y una mente demasiado adelantada para su época.
La pintora mexicana no solo se convirtió
en...
uno de los grandes exponentes del arte de su país sino que su vida
nos puede servir de inspiración en los momentos más difíciles. Se
sometió a más de 32 operaciones y, aún así, hizo acopio de fuerza para
seguir adelante. Su alma no corrió mejor suerte ya que mantuvo durante
muchos años un amor casi enfermizo y volátil que le causó profundas
heridas emocionales.
En la actualidad, Frida Kahlo sigue
siendo ejemplo de inteligencia y carácter, de pasión y orgullo, de
trabajo incansable y resistencia, fue una persona que no permitió que la
encasillaran y que supo vivir intensamente, a despecho
de las circunstancias. Por eso, su forma de pensar y comprender la
vida, puede servirnos de apoyo en esos momentos en los cuales las
fuerzas nos abandonan y vemos todo gris a nuestro alrededor.
Cuando el dolor conduce a la resiliencia
1. Pies para qué os quiero, si tengo alas para volar.
Frida Kahlo sufrió un accidente de
tráfico que fracturó su columna vertebral en tres partes, la clavícula y
el hueso púbico, además de varias costillas. Se vio obligada a guardar
cama, usar corsés de yeso y moverse en silla de ruedas durante varias
fases de su vida. Sin embargo, encontró la fuerza y la motivación que
necesitaba en la pintura. Frida Kahlo sabía que cuando
una ventana se cierra, otras se pueden abrir, incluso cuando la
adversidad adquiere los tintes más negros. La pintora decidió refugiarse
en la esperanza, en lo que tenía, más que lamentarse por lo que había
perdido.
2. Amurallar el propio sufrimiento, es arriesgarte a que te devore desde el interior.
Frida Kahlo era una mujer fuerte pero no
guardaba sus sentimientos, al contrario, los vertía sobre las personas o
los expresaba a través de su obra. De hecho, en más de una ocasión dijo
que dibujaba su vida, que en sus lienzos expresaba lo que sentía. La
pintora sabía que cuando se intenta reprimir la rabia o el sufrimiento,
este termina devorándonos desde el interior. Por eso, siempre es
conveniente hallar una forma constructiva para canalizar nuestras
emociones.
3. Al final del día, podemos aguantar mucho más de lo que pensamos.
Solemos subvalorar nuestra resistencia,
nuestra capacidad para hacerle frente a los problemas. De hecho, un
estudio realizado después de los atentados del 11 de septiembre en Nueva
York desveló que pasado un mes, el 7,5% de la población sufría estrés
postraumático. No obstante, seis meses más tarde solo el 0,6% mantenía
los síntomas, lo cual significa que la mayoría de las personas pasó por
un proceso de recuperación natural. Por eso, cuando estamos atravesando
momentos difíciles, es importante confiar en nuestra fortaleza y en
nuestra capacidad para afrontar con éxito la adversidad. Confiar en que
podremos salir de esa situación es fundamental para mantener la
esperanza y seguir luchando.
4. Nada es absoluto. Todo cambia, todo se mueve, todo gira, todo vuela y desaparece.
Cuando estamos sufriendo, tenemos la
tendencia a pensar que esa sensación durará por siempre, que ese dolor
jamás desaparecerá. Sin embargo, en realidad la vida está en constante
cambio, por lo que las situaciones que estamos viviendo hoy, no serán
permanentes sino que darán paso a otras vivencias. Ser conscientes de
que la vida implica un cambio constante no solo nos permite lidiar mejor
con el sufrimiento sino que también nos facilita practicar el desapego y
aceptar con mayor ecuanimidad los cambios.
5. Cada “tic-tac” es un segundo de la vida que pasa, huye, y no se repite. Y hay en ella tanta intensidad, tanto interés, que el problema es solo saberla vivir.
No solemos valorar el tiempo pero en
realidad, es nuestra posesión más valiosa. Cada segundo que pasa forma
parte del pasado, se convierte en algo que no podemos cambiar. Por eso,
es fundamental aprender a vivir plenamente el presente, ser conscientes
de que cada paso que damos, nos puede alejar o acercar a nuestras metas.
No dejes que la vida pase mientras haces otros planes porque en un
abrir y cerrar de ojos, estarás en la recta final, lamentando todo lo
que no hiciste.
6. Lo que no me mata, me alimenta.
Cada error, cada caída, cada fracaso, es
simplemente una enseñanza. De nada vale lamentarse sobre la leche
derramada y adoptar el papel de víctimas, en su lugar, debemos aprender
la lección y seguir adelante. Sin embargo, no se trata simplemente de
recomponer los pedazos rotos sino de mezclarlos de una manera diferente
para crear algo nuevo, que nos permita crecer como personas. El dolor y
los errores nunca son bienvenidos pero, como parte de la vida, tienen su
objetivo y son grandes maestros.
7. Donde no puedas amar, no te demores.
Amar las personas y amar lo que haces,
esas son las claves de la felicidad. Sin embargo, a menudo lo olvidamos y
pasamos demasiado tiempo de nuestras vidas dedicados a cosas que no nos
hacen felices ni nos apasionan, o seguimos ligados a personas
simplemente por la costumbre. Frida Kahlo, una mujer que vivió de manera
particularmente intensa, sabía muy bien de qué hablaba, por eso
afirmaba que en las cosas que no valen la pena, es mejor no detenerse
demasiado tiempo porque si nos descuidamos, pueden llegar a succionar
toda nuestra vida.
8. No creo que las márgenes de un río sufran por dejarlo correr.
La pintora se refería a su relación
amorosa con Diego Rivera, y a las múltiples infidelidades de este. Con
esta frase nos desvela una gran sabiduría y madurez, cualidades que son
difíciles de poner en práctica cuando amamos. De hecho, puntualiza la
necesidad de aceptar a las personas que amamos tal y como son, sin
pretender cambiarlas. El verdadero amor no es aquel que intenta cambiar
al otro sino el que se entrega e incluso llega a apreciar los defectos,
entendiéndolos como peculiaridades que hacen única a la otra persona.
9. La belleza y la fealdad son un espejismo porque los demás terminan viendo nuestro interior.
Lo esencial es invisible a los ojos. Por
eso, es importante cultivar nuestro interior, aprender a relacionarnos y
desarrollar en nosotros aquellas cualidades que nos gustaría encontrar
en los demás. Las posesiones son efímeras, de la misma forma que la
belleza, lo verdaderamente importante son nuestros valores y
sentimientos.
10. Escoge una persona que te mire como si quizás fueras magia.
Es importante elegir bien a las personas
que tenemos a nuestro lado, sobre todo a nuestra pareja porque las
relaciones tóxicas pueden dar al traste con la seguridad y la autoconfianza.
Una mentira repetida mil veces puede llegar a convertirse en una verdad
por lo que es fundamental que quienes estén a nuestro lado nos hagan
sentir especial y confíen en nuestras capacidades.
Publicado en: http://consejosdelconejo.com/2015/10/12/resiliencia-10-frases-de-frida-kahlo-que-te-inspiraran-en-momentos-dificiles/
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