El pasado 28 de junio, el presidente de Chile, Sebastián Piñera, presentó a la Cámara Alta del Parlamento de su país la Estrategia Nacional de Seguridad y Defensa (ENSYD) que delineaba la política y financiamiento de sus Fuerzas Armadas para el periodo 2012-2024. Un documento con un fuerte discurso belicista que, tras las críticas y protestas de la clase política chilena y varios países limítrofes, ha sido modificado por uno más moderado. Aunque para muchos se trataría solo de...un maquillaje para esconder un programa armamentista que busca convertir a las Fuerzas Armadas de Chile en la más poderosa y peligrosa –si ya no lo es– de Sudamérica.
DISCURSO MÁS DISCRETO
En su primera versión, la ENSYD de Chile mantenía un discurso belicista. Una de las prioridades del Palacio de La Moneda era la capacidad militar de sus Fuerzas Armadas como elemento disuasivo ante cualquier agresión de ‘potenciales enemigos’: “La capacidad operacional debe permitir fundamentalmente anticipar una agresión armada al territorio nacional, tener superioridad en el enfrentamiento, generar efectos estratégicos a larga distancia y decidir un conflicto armado en corto tiempo”, señalaba el documento.
Hoy esa parte del texto ha sido cambiada por contenidos más discretos, al parecer, tratando de ocultar la realidad: “Las acciones militares contra fuerza adversaria deben permitir responder una agresión armada al territorio nacional, mantener superioridad durante el enfrentamiento, generar efectos estratégicos a larga distancia y decidir favorablemente un conflicto armado en el menor tiempo posible”.
Una de las líneas maestras del primer borrador de la ENSYD señalaba: “La defensa está en el centro de la seguridad de Chile. Sus instituciones militares hacen una contribución única y vital a este propósito. Proporcionan medios para disuadir o emplear legítimamente la fuerza cuando no se ha podido proteger los intereses nacionales por otros medios”, para muchos, una clara advertencia del gobierno chileno frente a una decisión adversa de la Corte de La Haya respecto al diferendo marítimo que tiene con el Perú.
Hoy esa parte del texto ha cambiado por: “El país requiere contar con una capacidad militar creíble para disuadir y adecuada para actuar en legítima defensa. Chile espera que las controversias entre Estados se resuelvan por la vía de la solución pacífica de las mismas, principio al que el país adhiere”, lo mismo pero en lenguaje diplomático.
Entre los principales cambios al texto de la ENSYD se suprimen atribuciones al Comité Interministerial de Seguridad y Defensa, se precisa el concepto de “seguridad ampliada” dejando de lado la frase “política de políticas” y se elimina la idea de crear un consejero nacional de seguridad, cargo que sería ocupado por un civil y que era visto por un sector de las Fuerzas Armadas chilenas como un “segundo ministro”. Otro tema que llamó la atención de la oposición chilena fue el supuesto involucramiento de las Fuerzas Armadas en la seguridad interna de su país, hoy se habla solo de colaboración.
En materia de seguridad introducen nuevos términos al texto de la modificada ENSYD, como “la defensa y conservación de la integridad territorial, marítima y aérea del país y de la soberanía nacional”, dejando claro que no existirá modificación alguna a sus espacios territoriales, así sea por mandato de una corte supranacional. El nuevo discurso se vuelve más cauto al hablar sobre su soberanía: “Es un interés nacional básico, particularmente en lo que respecta a cómo Chile ejerce sus derechos y potestades sobre el territorio nacional, continental, antártico e insular, así como sobre su espacio marítimo y aéreo, de acuerdo al derecho internacional”.
PRESIONES POLÍTICAS EN CHILE
Para el común denominador de los chilenos, fue un error enviar para su análisis un documento sin terminar (ENSYD 2012-2024) a los ministros de Defensa de los países miembros de Unasur. La oposición encabezada por el expresidente Lagos ha empezado a politizar el tema, anunciando una fiscalización y una eventual interpelación al ministro Allamand por las modificaciones en el documento.
Para el diputado Ricardo Rincón, del Partido por la Democracia, existe una deficitaria conducción del ministro de Defensa. “Vamos a analizar todas las alternativas constitucionales para fiscalizar lo que está ocurriendo… No está resuelto constitucionalmente el rol de las Fuerzas Armadas en la ENSYD. Hoy, tal como se ha dicho, es un borrador, ni siquiera un documento oficial, documento que fue dado a conocer a todos los países, incluidos aquellos con los que tenemos frontera. Esto es un chiste”, sentenció. Por su parte, el oficialismo ha salido a blindar al ministro Allamand y al mandatario Piñera: “La Concertación (oposición) ha roto una regla de oro en la política chilena, y es que los temas de defensa y seguridad nacional no se politizan jamás”, señaló el diputado de gobierno Alberto Cardemil.
A todas luces, el gobierno de Piñera ha tratado de maquillar un documento que llamó la atención de sus países vecinos, no solo por su mensaje belicista sino también por la forma como pretenden mejorar la capacidad operativa de sus Fuerzas Armadas, precisamente cuando en diciembre próximo la Corte Internacional de La Haya deliberará el diferendo marítimo con nuestro país.
EL DATO
Existe un fondo de contingencia frente a amenazas externas que alcanza los US$ 4,000 millones y está en manos del Ministerio de Hacienda y el Banco Central de Chile.
ERIC PEREIRA
UNIDAD DE INVESTIGACIÓN
epereira@diario16.com.pe
Fuente: http://diario16.pe/noticia/18586-chile-modera-discurso-belicista
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.