¿Alguna vez has oído hablar de la regla de los 30 días que los expertos dicen que te ahorrarán miles? Aquí está cómo lo explicaron:
“Establece una nueva regla: no puedes...
comprar nada (excepto necesidades) durante un período de 30 días. Pon una lista de los 30 días en tu refrigerador, y cuando tengas ganas de comprar algo, ponlo en la lista con la fecha del día. Después de un mes, puedes comprar lo que deseabas. Muchas veces el impulso habrá pasado y simplemente puedes tachar el elemento de la lista.” Leo de Hábitos Zen.
comprar nada (excepto necesidades) durante un período de 30 días. Pon una lista de los 30 días en tu refrigerador, y cuando tengas ganas de comprar algo, ponlo en la lista con la fecha del día. Después de un mes, puedes comprar lo que deseabas. Muchas veces el impulso habrá pasado y simplemente puedes tachar el elemento de la lista.” Leo de Hábitos Zen.
La idea principal de los 30 días es que cuando vemos algo, lo queremos. Nuestras emociones se ponen en marcha e intentamos superar nuestras líneas de pensamiento más prácticas. Si posponemos la acción, le da a la emoción la oportunidad de disminuir un poco, lo que nos permite pensar con claridad si la compra realmente encaja con nuestros objetivos.
Ahora, ¿cómo se puede aplicar esta regla para invertir?
Cada vez que te sientas atraído por ajustar tu portafolio de alguna manera, no lo hagas. Escribe tu idea en un pedazo de papel junto con su debido razonamiento. Después de 30 días, si el razonamiento aún tiene sentido, pruébala.
Tomemos esto como ejemplo:
Muchos inversores se sientes atraídos por responder emocionalmente a las grandes variaciones del mercado y con frecuencia se sienten tentados a ‘’jugar’’ con sus portafolios.
Dale 30 días. Si realmente tenía sentido, aún debería tener sentido un mes después.
Por otro lado, si la idea no parece tan sabia cuando se la vuelve a considerar 30 días después, es probable que tus emociones te hayan desviado en ese momento.
Ten en cuenta: La regla solo funciona cuando hablamos de un portafolio con un largo período de tiempo de inversión. Por ejemplo, una asignación de activos que tenga sentido por 15 años probablemente también sea buena por 14 años y 11 meses, pero una inversión ideal para un período de 3 meses puede no ser adecuada para un período de 2 meses.
Si bien es difícil eliminar los impulsos emocionales de tomar acciones imprudentes, lo que podemos hacer es implementar sistemas para ayudar a superar esas emociones.
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