En el segundo día de alegatos orales ante la Corte Internacional de
Justicia de La Haya, el equipo jurídico peruano reiteró la solidez de
los argumentos que sustentan su pedido para que dicha instancia fije una
delimitación marítima con Chile. Asimismo, ellos desbarataron la
absurda pretensión chilena de impedir que el Perú ejerza soberanía en...
un triángulo que está dentro de nuestras 200 millas marítimas, y fuera de las del vecino del sur; el triángulo externo.
Los destacados juristas, encabezados por el profesor Alain Pellet, no solo explicaron al detalle por qué la Declaración de Santiago de 1952 no puede interpretarse de ninguna manera como un acuerdo de límites marítimos –como sostiene Chile–, sino que también demostraron cómo Chile empezó a “inventar” la existencia de un límite marítimo luego de que Perú le pidiera fijar la delimitación.
“Chile hace lo que puede”, remarcó el doctor británico Vaughan Lowe, del equipo peruano, al describir cómo ese país ha tratado de armar una tesis en base a “retazos” de diversos documentos; una suerte de “patchwork” con tratados y prácticas sobre líneas divisorias que no se pueden aplicar al caso Perú-Chile.
“Toma todo esto y lo presenta como si fuera el corpus de una práctica en la implementación de la frontera. Es como si presentara un puñado de elementos de un rompecabezas y dijera que en el conjunto se verá la imagen completa. El problema es que los pedazos vienen de distintos rompecabezas (…). Chile muestra un paisaje anacrónico que no corresponde a los hechos”, indicó.
En otro momento también refirió que Chile, en sus argumentos, citó escritos de tres peruanos “con el fin de envenenar la posición”, diciendo que ellos habían reconocido la existencia de un límite marítimo con Chile, lo cual es falso.
Pellet también se refirió a estas “citas truncadas” y, tras mostrar las citas completas de esos autores, aseguró que Chile hizo “una caricatura”.
SE NEGÓ LÍMITE EN 1964
Sir Michael Wood, abogado bri- tánico del equipo nacional, señaló que en un dictamen jurídico chileno de 1964, ese país admitió que no existía un acuerdo limítrofe expreso que fijara la frontera marítima con Perú, y reconocía que la Declaración de Santiago de 1952, firmado por Chile, Perú y Ecuador, no tenía esa naturaleza.
Este documento oficial, conocido como el Dictamen Jurídico Bazán y elaborado por un asesor del Ministerio de RR.EE. de Chile, también señala que el tratado de 1954 “no supone un pacto en virtud del cual las partes hubieran establecido una frontera marítima y que no ha podido determinar cuándo y de qué manera se llegó a dicho acuerdo”.
Por su parte, Rodman Bundy remarcó el hecho de que después de 1952, y durante 40 años, Chile no hubiera presentado ningún mapa oficial o carta náutica con la supuesta frontera marítima con Perú, y que solo hizo esto de manera “tardía e interesada” cuando Lima quiso negociar esa delimitación.
El letrado mostró a la Corte mapas chilenos en los que no se señala ninguna delimitación marítima con Perú que se inicie en el Punto Concordia. Esto también se aprecia en otras cartas náuticas chilenas de los 70 y 80. Solo empezó a “construir” una delimitación en los 90, con diversas “acciones unilaterales”.
Bundy también explicó que, como el tratado de 1952 no estableció límites marítimos entre ninguno de los firmantes, Perú y Ecuador decidieron fijar esa delimitación en 2011, con el intercambio de notas diplomáticas en las que ambos entregaron mapas iguales con el demarcado. No existe nada parecido con Chile.
“El hecho sencillo de trazar una línea en el mapa no podría crear una frontera donde ninguna existía anteriormente (…). La realidad objetiva, que Chile no ha podido contradecir, es que no existe ni un único mapa oficial de Perú en el que se haya representado una frontera marítima con Chile”, reiteró.
“SOLO PEDIMOS UNA SOLUCIÓN EQUITATIVA”
La exposición de los alegatos peruanos ante la Corte de La Haya, en esta primera etapa, la cerró el coordinador del equipo nacional, el profesor francés Alain Pellet, quien se centró en la última hora a demostrar que el Perú nunca renunció a su soberanía sobre el denominado triángulo externo, tal como Chile sostiene.
Explicó que, según la posición chilena, al suscribir el tratado de 1952 –el cual solo se refería a la proclamación de las 200 millas marítimas por parte de Ecuador, Perú y Chile–, Perú también habría renunciado a sus derechos sobre un área triangular de su mar que se forma cuando se traza el paralelo como presunta delimitación marítima Perú-Chile. Esta área, de más de 28 mil km cuadrados, está fuera de las 200 millas de Chile y, pese a ello, ese país pretende “apropiarse” de ella.
“Es aberrante suponer eso (que Perú renunció a ese derecho). Chile y solo Chile niega a Perú el derecho de ejercer soberanía en esa zona; y Chile y solo Chile pretende ejercer en este espacio una serie de derechos como Estado costero. (…) La voluntad de Chile es de intentar, incluso por la fuerza, imponer obligaciones y derechos en el triángulo exterior”, indicó.
Pellet remarcó que de acuerdo al derecho del mar internacional, y al amparo del mismo tratado de 1952, solo el Perú puede reclamar jurisdicción sobre el triángulo externo.
El jurista reveló, por cierto, que en medio de este litigio el Perú se enteró de que Chile había movido una de las boyas para detección de tsunamis, en 2010, para ubicarlo dentro de ese triángulo externo, como una forma de demostrar su dominio. No obstante, refirió que en algunos documentos esa boya sigue apareciendo con otras coordenadas.
SUBLIME INDIFERENCIA
Del mismo modo, explicó que la mejor solución al contencioso con Chile es la aplicación del derecho internacional, de la jurisprudencia de la misma Corte, la cual indica que se debe trazar el límite con una línea equidistante. Remarcó que esta, y no la línea paralela, es la salida “más equitativa”.
“Chile quiere hacerle creer que el Perú, voluntariamente, ha renunciado a sus derechos de casi 67 mil km cuadrados que le corresponden por el derecho del mar. Pretender que el Perú ha renunciado a esta área sería atribuirle a parte peruana un masoquismo irrazonable. Perú no prejuzga nada; se presenta ante ustedes para una solución equitativa. (…) Ante esta propuesta, Chile hizo gala de una sublime indiferencia”, remarcó.
Pellet –al igual que Rodman Bundy– demostró finalmente que el inicio de la frontera marítima es el punto donde termina la frontera terrestre, es decir, el Punto Concordia, y no el Hito 1, como sostiene Chile en abierto desacato del Tratado de Lima de 1929. Ese hito físico no solo no marca ningún final de frontera, sino que se encuentra en tierra, a 200 metros del Punto Concordia.
CANCILLER: “PERÚ TIENE OPTIMISMO SIN TRIUNFALISMO”
El canciller Rafael Roncagliolo expresó su satisfacción por esta primera etapa de exposición de los alegatos peruanos ante la Corte de La Haya, y dijo que se demostró la fortaleza de los argumentos del pedido para que se fije una delimitación marítima con Chile. No obstante, hizo una invocación para que se escuchen los alegatos chilenos con tranquilidad.
“Hemos escuchado la fuerza de nuestros argumentos y tenemos optimismo sin triunfalismo ni maximalismo. Este es un proceso complejo (…). Hay que analizar las complejidades, con mucha tranquilidad; tenemos la fuerza de la razón”, indicó en una conferencia junto con el agente ante La Haya, Allan Wagner.
Del mismo modo, ante las expresiones chilenas de que no hubo sorpresas en la exposición peruana, el ministro de Relaciones Exteriores precisó que eso era lo que se esperaba, pues esto “no es un concurso de novedades”.
Tras destacar la continuidad que ha tenido la demanda peruana durante tres gobiernos, Roncagliolo añadió que confía en que, así como la argumentación peruana en la fase oral ha tenido “un tono alturado” sobre “argumentos de hecho y derecho”, la participación chilena sea en la misma línea.
Wagner agradeció el interés muy particular que ha tenido el presidente Ollanta Humala con este proceso, y también hizo un llamado a la serenidad ante los alegatos orales de Chile, los cuales se iniciarán este jueves y viernes.
LUIS GARCÍA ROJAS
lgarcia@diario16.com.pe
Fuente: http://diario16.pe/noticia/20980-equipo-peruano-destroza-tesis-de-chile
un triángulo que está dentro de nuestras 200 millas marítimas, y fuera de las del vecino del sur; el triángulo externo.
Los destacados juristas, encabezados por el profesor Alain Pellet, no solo explicaron al detalle por qué la Declaración de Santiago de 1952 no puede interpretarse de ninguna manera como un acuerdo de límites marítimos –como sostiene Chile–, sino que también demostraron cómo Chile empezó a “inventar” la existencia de un límite marítimo luego de que Perú le pidiera fijar la delimitación.
“Chile hace lo que puede”, remarcó el doctor británico Vaughan Lowe, del equipo peruano, al describir cómo ese país ha tratado de armar una tesis en base a “retazos” de diversos documentos; una suerte de “patchwork” con tratados y prácticas sobre líneas divisorias que no se pueden aplicar al caso Perú-Chile.
“Toma todo esto y lo presenta como si fuera el corpus de una práctica en la implementación de la frontera. Es como si presentara un puñado de elementos de un rompecabezas y dijera que en el conjunto se verá la imagen completa. El problema es que los pedazos vienen de distintos rompecabezas (…). Chile muestra un paisaje anacrónico que no corresponde a los hechos”, indicó.
En otro momento también refirió que Chile, en sus argumentos, citó escritos de tres peruanos “con el fin de envenenar la posición”, diciendo que ellos habían reconocido la existencia de un límite marítimo con Chile, lo cual es falso.
Pellet también se refirió a estas “citas truncadas” y, tras mostrar las citas completas de esos autores, aseguró que Chile hizo “una caricatura”.
SE NEGÓ LÍMITE EN 1964
Sir Michael Wood, abogado bri- tánico del equipo nacional, señaló que en un dictamen jurídico chileno de 1964, ese país admitió que no existía un acuerdo limítrofe expreso que fijara la frontera marítima con Perú, y reconocía que la Declaración de Santiago de 1952, firmado por Chile, Perú y Ecuador, no tenía esa naturaleza.
Este documento oficial, conocido como el Dictamen Jurídico Bazán y elaborado por un asesor del Ministerio de RR.EE. de Chile, también señala que el tratado de 1954 “no supone un pacto en virtud del cual las partes hubieran establecido una frontera marítima y que no ha podido determinar cuándo y de qué manera se llegó a dicho acuerdo”.
Por su parte, Rodman Bundy remarcó el hecho de que después de 1952, y durante 40 años, Chile no hubiera presentado ningún mapa oficial o carta náutica con la supuesta frontera marítima con Perú, y que solo hizo esto de manera “tardía e interesada” cuando Lima quiso negociar esa delimitación.
El letrado mostró a la Corte mapas chilenos en los que no se señala ninguna delimitación marítima con Perú que se inicie en el Punto Concordia. Esto también se aprecia en otras cartas náuticas chilenas de los 70 y 80. Solo empezó a “construir” una delimitación en los 90, con diversas “acciones unilaterales”.
Bundy también explicó que, como el tratado de 1952 no estableció límites marítimos entre ninguno de los firmantes, Perú y Ecuador decidieron fijar esa delimitación en 2011, con el intercambio de notas diplomáticas en las que ambos entregaron mapas iguales con el demarcado. No existe nada parecido con Chile.
“El hecho sencillo de trazar una línea en el mapa no podría crear una frontera donde ninguna existía anteriormente (…). La realidad objetiva, que Chile no ha podido contradecir, es que no existe ni un único mapa oficial de Perú en el que se haya representado una frontera marítima con Chile”, reiteró.
“SOLO PEDIMOS UNA SOLUCIÓN EQUITATIVA”
La exposición de los alegatos peruanos ante la Corte de La Haya, en esta primera etapa, la cerró el coordinador del equipo nacional, el profesor francés Alain Pellet, quien se centró en la última hora a demostrar que el Perú nunca renunció a su soberanía sobre el denominado triángulo externo, tal como Chile sostiene.
Explicó que, según la posición chilena, al suscribir el tratado de 1952 –el cual solo se refería a la proclamación de las 200 millas marítimas por parte de Ecuador, Perú y Chile–, Perú también habría renunciado a sus derechos sobre un área triangular de su mar que se forma cuando se traza el paralelo como presunta delimitación marítima Perú-Chile. Esta área, de más de 28 mil km cuadrados, está fuera de las 200 millas de Chile y, pese a ello, ese país pretende “apropiarse” de ella.
“Es aberrante suponer eso (que Perú renunció a ese derecho). Chile y solo Chile niega a Perú el derecho de ejercer soberanía en esa zona; y Chile y solo Chile pretende ejercer en este espacio una serie de derechos como Estado costero. (…) La voluntad de Chile es de intentar, incluso por la fuerza, imponer obligaciones y derechos en el triángulo exterior”, indicó.
Pellet remarcó que de acuerdo al derecho del mar internacional, y al amparo del mismo tratado de 1952, solo el Perú puede reclamar jurisdicción sobre el triángulo externo.
El jurista reveló, por cierto, que en medio de este litigio el Perú se enteró de que Chile había movido una de las boyas para detección de tsunamis, en 2010, para ubicarlo dentro de ese triángulo externo, como una forma de demostrar su dominio. No obstante, refirió que en algunos documentos esa boya sigue apareciendo con otras coordenadas.
SUBLIME INDIFERENCIA
Del mismo modo, explicó que la mejor solución al contencioso con Chile es la aplicación del derecho internacional, de la jurisprudencia de la misma Corte, la cual indica que se debe trazar el límite con una línea equidistante. Remarcó que esta, y no la línea paralela, es la salida “más equitativa”.
“Chile quiere hacerle creer que el Perú, voluntariamente, ha renunciado a sus derechos de casi 67 mil km cuadrados que le corresponden por el derecho del mar. Pretender que el Perú ha renunciado a esta área sería atribuirle a parte peruana un masoquismo irrazonable. Perú no prejuzga nada; se presenta ante ustedes para una solución equitativa. (…) Ante esta propuesta, Chile hizo gala de una sublime indiferencia”, remarcó.
Pellet –al igual que Rodman Bundy– demostró finalmente que el inicio de la frontera marítima es el punto donde termina la frontera terrestre, es decir, el Punto Concordia, y no el Hito 1, como sostiene Chile en abierto desacato del Tratado de Lima de 1929. Ese hito físico no solo no marca ningún final de frontera, sino que se encuentra en tierra, a 200 metros del Punto Concordia.
CANCILLER: “PERÚ TIENE OPTIMISMO SIN TRIUNFALISMO”
El canciller Rafael Roncagliolo expresó su satisfacción por esta primera etapa de exposición de los alegatos peruanos ante la Corte de La Haya, y dijo que se demostró la fortaleza de los argumentos del pedido para que se fije una delimitación marítima con Chile. No obstante, hizo una invocación para que se escuchen los alegatos chilenos con tranquilidad.
“Hemos escuchado la fuerza de nuestros argumentos y tenemos optimismo sin triunfalismo ni maximalismo. Este es un proceso complejo (…). Hay que analizar las complejidades, con mucha tranquilidad; tenemos la fuerza de la razón”, indicó en una conferencia junto con el agente ante La Haya, Allan Wagner.
Del mismo modo, ante las expresiones chilenas de que no hubo sorpresas en la exposición peruana, el ministro de Relaciones Exteriores precisó que eso era lo que se esperaba, pues esto “no es un concurso de novedades”.
Tras destacar la continuidad que ha tenido la demanda peruana durante tres gobiernos, Roncagliolo añadió que confía en que, así como la argumentación peruana en la fase oral ha tenido “un tono alturado” sobre “argumentos de hecho y derecho”, la participación chilena sea en la misma línea.
Wagner agradeció el interés muy particular que ha tenido el presidente Ollanta Humala con este proceso, y también hizo un llamado a la serenidad ante los alegatos orales de Chile, los cuales se iniciarán este jueves y viernes.
LUIS GARCÍA ROJAS
lgarcia@diario16.com.pe
Fuente: http://diario16.pe/noticia/20980-equipo-peruano-destroza-tesis-de-chile
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