reorientando la cooperación internacional a sus prioridades nacionales: ciencia,
y talento humano para la transformación de su matriz productiva hasta 2017.
Con ese fin el gobierno presentó (7 de mayo), la...
Agenda Nacional de Cooperación Internacional, cuya primera meta, alineada con el Plan Nacional para el Buen Vivir (2013-2017), es incrementar al 60 por ciento los recursos de
internacional dirigiéndolos a dichas prioridades nacionales.
La Agenda plasma los objetivos y estrategias de la cooperación sur-sur en que la prioridad ya no es la ayuda
sino técnica. Entre ellos destacan: mejorar las
y asegurar la soberanía de los sectores estratégicos.
“El país ha entendido que la cooperación no es una
ayuda humanitaria sino un proceso de intercambio y aprendizaje desde la solidaridad, la corresponsabilidad, el respeto, la validación y la escucha mutua”, destacó durante la presentación Gabriela Rosero, titular de la Secretaría Técnica de Cooperación Internacional (Seteci), adscrita a Relaciones Exteriores y ente a cargo de esta agenda.
“En Ecuador, la cooperación se ha orientado mayoritariamente hacia aspectos sociales y en las dos últimas décadas al ambiente. Pero estos ámbitos dejaron de ser una prioridad para el
gobierno porque ahora están cubiertos por el Estado”, explica a
SciDev.Net, Iván Martínez, asesor de la Seteci.
“Paulatinamente
se ha direccionado la gestión hacia aspectos más estratégicos para el país”, sostiene.
Para 2015, la Seteci prevé negociaciones en cooperación tradicional (monetaria) y sur-sur —conocimientos, buenas prácticas, asistencias técnicas, intercambio de expertos y recursos humanos— con la Unión Europea, Brasil, Colombia, Guatemala, Costa Rica y Uruguay.
Además, se planea el relacionamiento estratégico con nuevos países cooperantes como China, India, Turquía, Malasia, Rusia, Indonesia y países del ASPA (América del Sur y Países Árabes).
Según Martínez, hay más de 50 ONG extranjeras que quieren trabajar en el país.
En 2014, los desembolsos de la cooperación internacional ascendieron a US$ 323 millones y para este año —pese a la tendencia internacional decreciente— se esperan niveles similares pero redirigidos al desarrollo del conocimiento.
Este nuevo impulso será valioso para las fundaciones y organismos no gubernamentales, considera Luis Coloma, director del Centro Jambatu y presidente de la Fundación Otonga, dedicada a la
conservación de la
biodiversidad de Ecuador.
“La mayor parte de nuestros proyectos fueron ejecutados gracias a la cooperación internacional; sin embargo, en años recientes esta ha disminuido notoriamente especialmente debido a las crisis económicas en Europa y Estados Unidos”, señala Coloma a
SciDev.Net.
Destaca que en los 5 últimos años, las investigaciones han sido financiadas por Wikiri, empresa ecuatoriana de
biocomercio, como contrapartida al desarrollo de paquetes tecnológicos para el manejo de especies con fines comerciales.
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