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Las cosas que uno medita mucho o quiere que sean 'perfectas', generalmente nunca se empiezan a hacer...
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"Cada mañana, miles de personas reanudan la búsqueda inútil y desesperada de un trabajo. Son los excluidos, una categoría nueva que nos habla tanto de la explosión demográfica como de la incapacidad de esta economía para la que lo único que no cuenta es lo humano". (Ernesto Sábato, Antes del fin)
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domingo, 14 de junio de 2015

El material que permite que los aviones se reparen solos en vuelo

Avión y pájaro
El impacto de un pájaro puede
generar fisuras peligrosas en
el fuselaje.
 
Hoy representan una amenaza para el vuelo. Pero en un futuro cercano las roturas en las alas y el fuselaje de los aviones podrían repararse por sí solas… y en el aire.
Los científicos anticipan un futuro de "aeronaves que se curan a sí mismas" y aseguran que... la tecnología que lo hará posible estará en uso en la aviación comercial en los próximos cinco a diez años.
Un equipo de investigadores de la Universidad de Bristol, en Reino Unido, se dedicó al desarrollo de un material especial que hace posible el proceso.
Y se inspiraron en la manera en la que el cuerpo humano cura sus heridas cuando se produce un corte en la piel y la sangre se solidifica para formar una cáscara o costra.
Ala de avión
Este método podría cambiar radicalmente los procesos de mantenimiento obligatorios en la industria de la aviación.
A partir de este principio, los científicos diseñaron diminutas microesferas que contienen un líquido "cicatrizante" y que se colocan dentro del carbono del que están hechas las partes del avión.

Daño y reparación

Estas esferas, tan pequeñas que se ven como si fuera polvo, se intercalan en los pliegues del ala del avión o sobre el fuselaje.
Cuando sufren algún tipo de daño -como el impacto de un ave durante el vuelo-, las bolitas estallan para liberar el líquido que contienen, que rápidamente se solidifica.
Este proceso de endurecimiento del material ocurre cuando el líquido entra en contacto con una sustancia catalizadora, que está presente en las alas y el fuselaje mismo.
La temperatura juega un papel adicional en el proceso de reparación automática, que puede tardar un par de horas en el calor o demorar más en climas fríos.
"Estamos hablando de fisuras menores, no de un agujero de un metro de diámetro", aclara el químico Duncan Wass, participante en la investigación.
"Pero esas microfracturas pueden ocasionar fallas catastróficas en un vuelo".
Palos de golf
Los objetos hechos a base de carbono, como los palos de golf modernos, permiten aplicar la tecnología de las microesferas reparadoras.

Para la bicicleta, el teléfono... o las uñas

La tecnología también puede aplicarse a otros equipos hechos con carbono, como bicicletas o turbinas eólicas, explican los científicos.
Los primeros pasos de los materiales "autocurables" los dio la ciencia en 2001, cuando investigadores de la Universidad de Illinois, en Estados Unidos, crearon un plástico capaz de reparar sus quebraduras.
En un futuro, esta tecnología también podría servir, con algunas adaptaciones, para reparar las pantallas rotas de teléfonos celulares. Y más: cascos de bicicleta, raquetas de tenis, palos de golf y hasta el esmalte de uñas, que se fractura con facilidad.
"Este tipo de materiales se usa cada vez más en la aeronavegación moderna, el equipamiento militar o de generación de energía. Equipos que necesitan ser muy fuertes y resistentes pero a la vez muy livianos".
Esta premisa, señala Wass, es perfecta para la industria aeroespacial.
Celular con la pantalla rota
En el futuro, una versión adaptada de la tecnología de materiales "autocurables" podría hacer que los celulares inutilizables por la rotura de pantalla sean cosa del pasado.
Pero el problema es que estos materiales hechos a base de carbono son difíciles de proteger y, si se dañan, resultan complicados de arreglar.
"Esta tecnología permitirá extender los plazos entre reparación y reparación, cambiar los procesos de mantenimiento de las aeronaves y utilizar menos materiales sin resignar en absoluto en cuestión de seguridad".
Las alas que "se curan" a sí mismas pueden ser tan resistentes como las que se usan en la actualidad, indica el académico, que está trabajando con expertos en ingeniería aeroespacial en el proyecto de investigación.
"Estamos hablando de alas de aviones, una parte clave del diseño del avión en términos de seguridad", expresa.
En los ensayos, "literalmente rompemos las alas, les permitimos que se reparen, las rompemos nuevamente…", detalla Wass.
"Y estamos alcanzando 100% de recuperación del material en muchos casos", asegura.
Ala de avión

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