El congresista aprista Mauricio Mulder es un claro promotor de la
revocatoria y trata de que esa postura se vea como un acierto de su
partido. Ve intereses subalternos de toda índole en el lado del NO, pero
en el SÍ solo reconoce que al revocar a la alcaldesa Susana Villarán su
partido, el APRA, resucitará políticamente.
Ayer, en “Abre los ojos”, intentó levantar sospechas sobre...
la campaña del NO y la alcaldesa Susana Villarán. Pero su objetivo directo era otro, insinuó que el exvicepresidente Raúl Diez Canseco, quien hace unos días reveló que algunos apristas le propusieron la presidencia de la República si lograban vacar a Alejandro Toledo, era el aportante “millonario” de la campaña contra la revocatoria.
“¿Es malo financiar una campaña?”, le preguntó el periodista Beto Ortiz, tratando de seguirle la cuerda en sus suspicacias. Mulder dijo que era malo cuando se ocultaba. Entonces el conductor le pidió las pruebas de ese aporte millonario de Diez Canseco, pero el aprista solo se limitó a decir que el apoyo se daba a través de la licencia con goce de haber que le dio su universidad, San Ignacio de Loyola, a la docente y vocera del NO, Anel Townsend.
Beto Ortiz le dijo entonces que eso no era nada ilegal ni oculto, porque el mismo Diez Canseco así lo había declarado.
“Ilegal no es, hablo de interés, es un porte, mandar a una persona a trabajar a tiempo completo”, dijo Mulder como retractándose.
DUDAS Y MÁS DUDAS
Pese a la primera derrota, Mulder volvió a la carga y en su intento de sembrar más dudas mencionó a algunos docentes del diplomado en Campañas Electorales que se dicta en esa casa de estudios, como Guillermo Gonzales Arica (esposo de Townsend); Gustavo Guerra García, asesor de la Municipalidad de Lima; Alejandro Toledo; Luis Thais; Giovanna Peñaflor; Manuel Torrado, de la encuestadora Datum; Lourdes Flores; el aprista Carlos Roca, entre otros.
Ortiz, quien seguía sin entender la relación de los docentes de un diplomado en Campañas Electorales con su posible participación en la revocatoria, le preguntó si quería decir entonces que los sondeos de Datum, por ejemplo, no son confiables.
“Podría ser una inferencia, porque siempre hay suspicacias. Son inferencias, de cualquiera, yo no las hago. Yo solo trato de encontrar explicaciones”, indicó Mulder, dejando claro con esto que él puede decir muchas cosas, pero no necesariamente concluir en algo.
LA “DENUNCIA”
Pero a donde quería llegar Mulder era a su “denuncia” de que el verdadero interés de Diez Canseco en apoyar a Villarán es para que la comuna le apruebe un cambio de zonificación en Lurín para que la universidad construya un campus. Refirió que el 30 de enero último esto ya ocurrió, pero que el tema fue derivado al área legal para su evaluación. Es decir, aún no se sabe si se aprobará.
“No estoy haciendo ninguna acusación”, advirtió el aprista, quien, sin embargo, insistió en que Diez Canseco quiere ese permiso para enriquecerse con el terreno.
“Obviamente, cómo no va a apoyar al NO, si hay un pedido de favores”, añadió.
Beto Ortiz le dijo que sería “una conclusión deprimente” que los empresarios siempre apoyen a alguien para ganarse alguito. Mulder terminó reconociendo que eso era cierto.
EL DATO
Se le preguntó a Mulder cuántos apristas trabajan para la Universidad San Martín, dijo que no sabía.
Ayer, en “Abre los ojos”, intentó levantar sospechas sobre...
la campaña del NO y la alcaldesa Susana Villarán. Pero su objetivo directo era otro, insinuó que el exvicepresidente Raúl Diez Canseco, quien hace unos días reveló que algunos apristas le propusieron la presidencia de la República si lograban vacar a Alejandro Toledo, era el aportante “millonario” de la campaña contra la revocatoria.
“¿Es malo financiar una campaña?”, le preguntó el periodista Beto Ortiz, tratando de seguirle la cuerda en sus suspicacias. Mulder dijo que era malo cuando se ocultaba. Entonces el conductor le pidió las pruebas de ese aporte millonario de Diez Canseco, pero el aprista solo se limitó a decir que el apoyo se daba a través de la licencia con goce de haber que le dio su universidad, San Ignacio de Loyola, a la docente y vocera del NO, Anel Townsend.
Beto Ortiz le dijo entonces que eso no era nada ilegal ni oculto, porque el mismo Diez Canseco así lo había declarado.
“Ilegal no es, hablo de interés, es un porte, mandar a una persona a trabajar a tiempo completo”, dijo Mulder como retractándose.
DUDAS Y MÁS DUDAS
Pese a la primera derrota, Mulder volvió a la carga y en su intento de sembrar más dudas mencionó a algunos docentes del diplomado en Campañas Electorales que se dicta en esa casa de estudios, como Guillermo Gonzales Arica (esposo de Townsend); Gustavo Guerra García, asesor de la Municipalidad de Lima; Alejandro Toledo; Luis Thais; Giovanna Peñaflor; Manuel Torrado, de la encuestadora Datum; Lourdes Flores; el aprista Carlos Roca, entre otros.
Ortiz, quien seguía sin entender la relación de los docentes de un diplomado en Campañas Electorales con su posible participación en la revocatoria, le preguntó si quería decir entonces que los sondeos de Datum, por ejemplo, no son confiables.
“Podría ser una inferencia, porque siempre hay suspicacias. Son inferencias, de cualquiera, yo no las hago. Yo solo trato de encontrar explicaciones”, indicó Mulder, dejando claro con esto que él puede decir muchas cosas, pero no necesariamente concluir en algo.
LA “DENUNCIA”
Pero a donde quería llegar Mulder era a su “denuncia” de que el verdadero interés de Diez Canseco en apoyar a Villarán es para que la comuna le apruebe un cambio de zonificación en Lurín para que la universidad construya un campus. Refirió que el 30 de enero último esto ya ocurrió, pero que el tema fue derivado al área legal para su evaluación. Es decir, aún no se sabe si se aprobará.
“No estoy haciendo ninguna acusación”, advirtió el aprista, quien, sin embargo, insistió en que Diez Canseco quiere ese permiso para enriquecerse con el terreno.
“Obviamente, cómo no va a apoyar al NO, si hay un pedido de favores”, añadió.
Beto Ortiz le dijo que sería “una conclusión deprimente” que los empresarios siempre apoyen a alguien para ganarse alguito. Mulder terminó reconociendo que eso era cierto.
EL DATO
Se le preguntó a Mulder cuántos apristas trabajan para la Universidad San Martín, dijo que no sabía.
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