Fuente: Manpower Elaboración: IPE |
Luis Miguel Saravia
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1. Embarcarse sin bitácora y carta de navegación. La educación superior peruana tan nombrada y tan olvidada en los hechos cuenta con un marco político que es obsoleto, que no responde a...
las exigencias de las nuevas generaciones de alumnos que egresan de la educación secundaria. Los políticos se han pasado años, décadas, entre el querer y el poder, sin resultados.
Con mucha expectativa y auspicio este gobierno anunció la creación del viceministerio de Educación Superior, al inicio de esta gestión. ¿Por qué no se sigue hablando del tema? ¿Qué pasó? Silencio y confusión.
Cuando una embarcación se hace a la mar debe tener como mínimo un capitán con bitácora y carta de navegación. A pesar de los pequeños progresos en el sector educativo, queda mucho por hacer para afrontar otros desafíos como fomentar la equidad, mejorar la calidad y la pertinencia, así como lograr que la gestión sea más adecuada. ¿Por qué ese olvido del marco de una política de educación superior? ¿Qué tensiones existen? ¿Qué presiones se vienen dando?
La carga dispuesta en la eslora de la embarcación -el sistema educativo- no está bien distribuida. Existe mucha carga en popa y poca en proa. Hasta ahora lo que tenemos es una suerte de feria de “becas 18” para que los estudiantes de bajos recursos económicos y con alto rendimiento académico accedan y con ello contribuir a la equidad en la educación superior. Se les garantiza el acceso, permanencia y culminación de una profesión. ¿Eso es todo lo que el gobierno oferta como política de educación superior?
En nombre de la educación superior se permite que la Comisión de Educación del Congreso tenga la iniciativa en la formulación de una nueva ley universitaria. ¿Y qué sucede con los institutos superiores pedagógicos donde se forman los futuros docentes? La sociedad quisiera saberlo, pero el silencio es preocupante.
2. Estar al pairo. En navegación significa estar un barco quieto y con las velas extendidas. Así parece que estamos en lo que concierne a educación superior. Quietos, con muchos anuncios, promesas, pero sin decisiones políticas que es como estar sin fuerzas para navegar.
Una percepción del país nos dice que tenemos un importante potencial y que la prosperidad puede ser la ruta hacia el futuro. Una democracia en construcción e instituciones que tratan de ser eficaces indican que el camino es propicio, que podemos salvar los viejos y aparentemente insalvables obstáculos y tensiones que vienen frenando el progreso.
Contamos con un marco legal que nos indica cuál es el espíritu y contenido de la política de educación superior que el Estado Peruano fomenta. “Art. 49º La Educación Superior es la segunda etapa del Sistema Educativo que consolida la formación integral de las personas, produce conocimiento, desarrolla la investigación e innovación y forma profesionales en el más alto nivel de especialización y perfeccionamiento en todos los campos del saber, el arte, la cultura, la ciencia y la tecnología a fin de cubrir la demanda de la sociedad y contribuir al desarrollo y sostenibilidad del país.” (Ley General de Educación Nº 28044).
¿Cómo está interpretando el Ministerio de Educación este artículo para desarrollarlo y ponerlo como referente en el Sistema Educativo Nacional?
En el Reglamento de la Ley de General de Educación se expresa: “La educación superior es la segunda etapa del Sistema Educativo Nacional, al que se accede al concluir la Educación Básica, y consolida la formación integral de las personas, produce conocimiento, desarrolla investigación e innovación y forma profesionales en el más alto nivel de especialización y perfeccionamiento en todos los campos del saber, el arte, la cultura, la ciencia y la tecnología, a fin de atender la demanda de la sociedad y contribuir a la sostenibilidad del país. Debe planificarse de acuerdo a la demanda de competitividad del país y con sentido prospectivo.” (DS. Nº 011-2012. Reglamento Ley General de Educación Nº 2804401 Cap. VII De la Educación Superior. Art. 116. Definición y finalidad).
Está expresada la ruta. ¿Por qué quedarse al pairo? No encontramos razón. Una oportunidad propicia viene siendo dilapidada y el tiempo no se rebobina.
Por ello el énfasis puesto por la comisión de Educación del Congreso para elaborar una nueva ley universitaria es un indicador de cierta inoperancia. Encontramos que se viene avanzado en dicha ley. Pero ¿sobre qué marco de educación superior se estructura la ley universitaria? Una muestra que el Estado nuevamente deja ganarse la iniciativa.
3. Preguntas y más preguntas urgentes. Dejar espacios en blanco, es peligroso políticamente. ¿No existe en el gobierno y el sector una voz que marque la diferencia, centrando los nuevos paradigmas que debe tener la educación superior? Algunas voces de la academia han emitido opinión, pero no sobre el fondo del contenido de una política a diseñar, aprobar y seguir. Es un esfuerzo que no sentimos sea recogido.
Consideramos que los responsables políticos y los profesionales interesados deben empezar a alcanzar ideas y que el Ministerio de Educación en su Dirección correspondiente, deben sistematizar los aportes y encontrar la forma de llegar a consenso, trabajar juntos y superar la inercia.
No podemos centrarnos exclusivamente en las necesidades de los estudiantes, de los graduados y la sociedad en que viven, sino en las perspectivas y demandas del país. Situar estos temas y otros con enfoque de educación superior es importante y urgente.
Se debe presentar una propuesta de ley de educación superior y motivar un debate nacional sobre el tema. En décadas pasadas estuvieron de moda los modelos educativos de los llamados “tigres asiáticos”, y hacia allá enrumbamos nuestro sistema. ¿Cuántos funcionarios fueron al Asia? ¿Cuál fue el aporte de ellos en concreto? También Nueva Zelandia fue promovida como modelo y hacia allá fueron técnicos. Últimamente Finlandia es la voz y existe una corriente que promociona el modelo. Han ido funcionarios, hablan maravillas del sistema educativo, de la formación docente, de los alumnos. ¿Este una propuesta rescatable para nuestro sistema educativo. ¿cómo pasar de la contemplación y admiración a la acción?
Hugo Díaz en su exposición REFORMAS NECESARIAS EN LA EDUCACIÓN PERUANA. Hacia una educación del primer mundo: Agenda Educativo 2011-2015. (Cámara de Comercio de Lima, marzo, 2011), refiriéndose a las Reformas de la Educación Superior recomienda que debe ser un sistema integrado; debe crearse observatorios del mercado laboral y de orientación de las ofertas de formación; crearse carreras acreditadas con reconocimiento internacional; y el fortalecimiento de relación centros de formación empresas.
El enfoque de la Educación Superior debe responder a los planteamientos académicos debatidos y consensuados.
La tarea es compleja sin duda, pero es necesario hacerla. ¿Cuesta mucho convocar una reunión de trabajo a los principales profesionales para que diseñen una propuesta de lo que debe ser el sistema de educación superior? Es necesario combinar una serie de elementos conexos que el sistema tiene y que deben actualizarse en las perspectivas de los avances de la ciencia y tecnología.
En lo que se refiere a la gestión de las instituciones que desarrollan la educación superior no puede seguirse manteniendo la absurda división entre la educación superior que se da en las universidades y las que se proporcionan en los institutos superiores. Si ambas instituciones se enmarcan en la educación superior resulta anacrónico mantener esta dualidad. Todos los egresados son profesionales y por lo tanto todos deben haber pasado por una formación académica y disciplinariamente competente y técnicamente competitiva.
Esto ocurre con la formación de docentes egresados de los institutos que para ser bachilleres y seguir posteriormente postgrados deben hacer una complementación en las universidades. Con ello se está reconociendo que la formación dada en los institutos es de poca calidad y que es necesario complementarla.
El tema demanda decisión política e invertir tanto en las instituciones como en los docentes. Si queremos que el país despegue, no es importando modelos extranjeros y experiencias de otras latitudes. Nuestro modelo no sólo debe concordar con la matriz de desarrollo del país, sino también con la idiosincrasia del peruano intercultural que somos. La beca 18 es un paliativo, pero no la solución. Tiene que ser una solución de Estado. (21.09.13)
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