Enfrentar con buen humor o con una sonrisa las situaciones que se nos presentan a diario
no sólo nos asegura una buena salud sino que nos previenen de contraer
enfermedades que van desde dolencias estomacales, males a la piel, al
sistema circulatorio, entre otras, señalaron especialistas.
María Menacho, psicóloga del Hospital Sisol de Surquillo, explicó que...
cuando estamos tristes nuestras defensas bajan y somos más propensos a adquirir infecciones u otras enfermedades.
Explicó que todos nacemos con determinado temperamento, pero podemos aprender a tener un sentido del humor más alegre y elevado, ya que "el sentido del humor es una actitud, una decisión que nos permitirá interactuar mejor con el medio ambiente y cambiar el enfoque que tenemos de la vida, haciéndonos más optimistas y por ende más felices".
“Es importante tomar conciencia de que se puede tener una visión diferente de la vida, porque lo que nos enferma es justamente la interpretación negativa que tenemos de nosotros mismos, de nuestro mundo y de quienes nos rodean”, apuntó Menacho.
Manifestó que el buen sentido del humor también es recuperable ya que "al aprender a ser conscientes de lo que nos sucede y de lo que estamos pensando podemos darle otra interpretación a nuestras vidas y encaminarnos a pensar que existen una serie de alternativas a los problemas".
"El diálogo constante es fundamental para ayudar a nuestros hijos a ver que mientras estén sanos existen otras posibilidades para desarrollarse. Esto va a significar aprender a mirar nuestro entorno y darnos cuenta de las oportunidades que existen a través de una sonrisa", remarcó. ANDINA
María Menacho, psicóloga del Hospital Sisol de Surquillo, explicó que...
cuando estamos tristes nuestras defensas bajan y somos más propensos a adquirir infecciones u otras enfermedades.
Explicó que todos nacemos con determinado temperamento, pero podemos aprender a tener un sentido del humor más alegre y elevado, ya que "el sentido del humor es una actitud, una decisión que nos permitirá interactuar mejor con el medio ambiente y cambiar el enfoque que tenemos de la vida, haciéndonos más optimistas y por ende más felices".
“Es importante tomar conciencia de que se puede tener una visión diferente de la vida, porque lo que nos enferma es justamente la interpretación negativa que tenemos de nosotros mismos, de nuestro mundo y de quienes nos rodean”, apuntó Menacho.
Manifestó que el buen sentido del humor también es recuperable ya que "al aprender a ser conscientes de lo que nos sucede y de lo que estamos pensando podemos darle otra interpretación a nuestras vidas y encaminarnos a pensar que existen una serie de alternativas a los problemas".
"El diálogo constante es fundamental para ayudar a nuestros hijos a ver que mientras estén sanos existen otras posibilidades para desarrollarse. Esto va a significar aprender a mirar nuestro entorno y darnos cuenta de las oportunidades que existen a través de una sonrisa", remarcó. ANDINA
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