Vienen al Perú desde su natal Colombia huyendo de bandas rivales, de la policía, o buscando ‘nuevos horizontes’. Portan armas cortas y largas, se movilizan en motos y no temen asesinar si hay dinero o drogas de por medio. Se trata de delincuentes colombianos, exintegrantes de cárteles de narcotráfico o bandas criminales, que al encontrar aquí una realidad similar a la de su país –terrorismo, delincuencia y narcotráfico– y menos rigurosidad en... la policía, crecen preocupantemente en número.
La canciller colombiana, María Ángela Holguín, admitió ayer en Bogotá que la gira que la llevó a Perú, Argentina, Uruguay y Chile durante la semana pasada tuvo que centrarse en el álgido tema de la ‘exportación’ de delincuentes desde Colombia. Si bien se trataron otros temas, como los de comercio, el ámbito criminal fue en cada uno de esos países el tema de fondo.
“En este viaje, sobre todo en Perú, en Chile y en Argentina, lo que vemos es un gran aumento de la delincuencia por parte de colombianos. Estamos trabajando con las autoridades de esos países porque lo que no queremos es volver a la estigmatización del colombiano y que por unos pocos salgamos perjudicados”, expresó Holguín.
Autoridades de estos países reportan un serio incremento de actos delictivos cometidos por colombianos. Holguín afirmó que conversó personalmente con los presidentes de Perú, Ollanta Humala, y Chile, Sebastián Piñera, sobre este flagelo.
En el caso del Perú, la canciller destacó la modalidad del “préstamo” que utilizan bandas criminales colombianas para luego extorsionar violentamente e incluso asesinar a incautos o personas desesperadas por la falta de dinero. Sin embargo, obvió comentar los múltiples casos de sicariato, ajustes de cuentas y narcotráfico.
“El caso de Lima es un caso bastante complicado. Hay redes que prestan plata (dinero) a unas tasas altísimas y la manera de cobrar es completamente violenta, en algunos casos matan y en otros amenazan, pero siempre con armas. La gente está muy asustada”, comentó.
La canciller confió en que esta violencia “en aumento” no genere el endurecimiento de las condiciones para la entrada de colombianos en esos países, y afirmó que entidades de su gobierno ya trabajan con sus pares en estos países para desarticular a las bandas.
LIMA ES LA VOZ
La Policía Nacional maneja la información de que estos delincuentes ingresan al país ilegalmente desde la provincia ecuatoriana de Huaquillas, que limita con Tumbes. Según el portal Inforegión, estos inician sus fechorías en ciudades del norte y sur del país, y finalmente llegan a la capital.
El dinero obtenido es enviado a Colombia a través de diversas agencias bancarias y remesas.
La primera intervención que dio luz a esta realidad ocurrió en abril de 2007, cuando agentes de la División de Investigación de Robos de la DIRINCRI atraparon a cinco colombianos que hacían un forado para ingresar a una agencia del Banco de Crédito en Chincha. Estaban armados hasta los dientes: llevaban siete revólveres, cuatro pistolas, dos granadas de guerra, chalecos antibalas, droga y un moderno equipo para desactivar la alarma del banco.
En lo que va del año, la policía afirma haber capturado solo en Lima y Callao a más de 30 criminales colombianos. Sus ‘profesiones’ son de las más variadas: sicariato, clonación de tarjetas, robo en tiendas por departamento, robo en casas, extorsión, trata de blancas, ‘marcas’, préstamos y robo a cambistas.
EL DATO
En Argentina los delincuentes colombianos se dedican a realizar robos menores y de viviendas. En Chile lo que les preocupa es el aumento de la prostitución de mujeres de esa nacionalidad.
MARIANO VÁSQUEZ
mvasquez@diario16.com.pe
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