La diabetes tipo 1, denominada también ‘diabetes mellitus insulino dependiente’, es... una enfermedad metabólica, generada porque el sistema inmunológico del cuerpo, ataca y destruye -de manera selectiva- las células beta del páncreas encargadas de producir insulina. De este modo, el paciente padece de una deficiencia de esta hormona y de un consiguiente desbalance de azúcar en la sangre, lo que lo obliga a tener que depender de la administración permanente de insulina. Suele manifestarse a una edad temprana (antes de los 30 años), y su proporción respecto de la diabetes tipo 2 es 1 a 20.
La investigación, publicada en la revista Science Translational Medicine, recogió y examinó los resultados de 80 pacientes, a quienes se administró la vacuna durante tres meses. Esta actúa sobre el sistema inmunológico de manera distinta a como lo hacen las vacunas normales. Comúnmente, se inocula un virus para que las defensas del cuerpo reaccionen y lo ataquen fortaleciendo el sistema; pero en el caso de la vacuna desarrollada por los científicos del Centro Médico de Stanford, esta actúa dirigiéndose a los glóbulos blancos de la sangre para inhibir su reacción hacia las células beta y no las ataquen, sin que el resto del sistema inmunológico sea paralizado.
Los resultados del experimento mostraron que, luego de la etapa de tratamiento, los niveles de glóbulos blancos reactivos disminuyeron. Asimismo, los análisis de sangre sugieren que –comparativamente- el desempeño de las células beta, fue mejor en pacientes que recibieron la vacuna respecto de los que son tratados con insulina.
El Dr. Lawrence Steinman, profesor de Pediatría y de Neurología y Ciencias Neurológicas de la Universidad de Stanford, y miembro del equipo que llevó a cabo la investigación, sostuvo que los resultados obtenidos hasta el momento son más que positivos, pues muestran que es posible apuntar a un subconjunto específico de células del sistema inmunológico e inhibir sus efectos sin afectar al conjunto del sistema: "Esta vacuna es un concepto nuevo. Ella está aislando una respuesta inmune específica".
La investigación aún está en una fase inicial, y aún se necesita analizar la reacción de la vacuna en un grupo más amplio de pacientes para calcular su efecto a largo plazo, pues hasta el momento se ha calculado que dura hasta dos meses.
Frente a los alentadores resultados de la investigación, Karen Addington, jefa ejecutiva de la fundación JDRF de personas con diabetes tipo 1, afirmó que "por primera vez tenemos pruebas de que este tipo particular de vacuna, tiene un efecto en conservar la producción de insulina en los seres humanos. Este es un avance significativo hacia un mundo libre de diabetes tipo 1".
Edición de Héctor Cárdenas para Sophimanía.
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