Liz tiene 16 años, y cuando volvía caminando del funeral de su abuelo, 6 hombres la atacaron por sorpresa y empezaron a turnarse para violarla. Cuando acabaron la lanzaron inconsciente a una letrina de 6 metros de profundidad. ¿Que cómo les han castigado? La policía les obligó a... cortar el cesped de la comisaría antes de dejarlos en libertad.
La historia de terror de Liz está levantando ampollas en toda Kenia y tanto los políticos como la policía están siendo presionados para dar una respuesta. Pero organizaciones defensoras de la mujeres afirman que la única manera de conseguir cambios reales es poner al Gobierno en el punto de mira de la comunidad internacional. Nos están pidiendo que intervengamos para que se haga justicia, y que el tormento de Liz se convierta en un punto de inflexión dentro de la plaga de violaciones que asola Kenia.
Nadie ha sido llevado aún ante la justicia -- ni los violadores, ni los policías. Cambiemos eso ahora mismo. Apoyemos a Liz antes de que sus atacantes, y los agentes implicados se libren de su castigo.
La historia de terror de Liz está levantando ampollas en toda Kenia y tanto los políticos como la policía están siendo presionados para dar una respuesta. Pero organizaciones defensoras de la mujeres afirman que la única manera de conseguir cambios reales es poner al Gobierno en el punto de mira de la comunidad internacional. Nos están pidiendo que intervengamos para que se haga justicia, y que el tormento de Liz se convierta en un punto de inflexión dentro de la plaga de violaciones que asola Kenia.
Nadie ha sido llevado aún ante la justicia -- ni los violadores, ni los policías. Cambiemos eso ahora mismo. Apoyemos a Liz antes de que sus atacantes, y los agentes implicados se libren de su castigo.
Al Inspector General de Policía de Kenia:
Le pedimos que haga justicia con Liz, a través del arresto inmediato y la persecución a los violadores, y mediante una acción disciplinaria contundente contra los agentes de policía que fracasaron estrepitosamente en el manejo del caso. Penalizando a dichos agentes, les dirá al resto de fuerzas policiales de forma certera que las violaciones son un delito grave, y no una simple falta, y que los agentes que no defiendan la ley serán obligados a rendir cuentas. Le hacemos un llamamiento para que se asegure de que el caso de Liz marca un punto de inflexión para acabar con la guerra contra las niñas.
Haz clic abajo para pedir justicia para Liz, y ayuda a conseguir que ninguna otra joven de cualquier parte del mundo sufra de nuevo esta violencia.
Para poder firmar la petición haga clic aquí
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