Poca aceptación por Fujimori, Toledo y García
Un incumplimiento en las promesas de campaña sobre un cambio en la política económica y la persistencia de la desigualdad social, además de serias denuncias por corrupción, son las causas de la decepción, vergüenza y rechazo que expresa la ciudadanía hacia...
los expresidentes Alberto Fujimori, Alejandro Toledo y Alan García, según la última encuesta de GFK.
Una encuesta revela lo que sienten los ciudadanos por sus expresidentes. Proponen juicio de residencia para solucionar el problema.Según el sondeo, la ciudadanía siente decepción (57%), vergüenza (51%), rechazo (39%) y enfado (28%) hacia el exdictador Alberto Fujimori, Alejandro Toledo y Alan García. Los encuestados indicaron tres sentimientos que les causaron las situaciones por las cuales están pasando los exmandatarios.
Fujimori está en la cárcel por ser el autor mediato de los crímenes de Barrios Altos y La Cantuta y por el secuestro al empresario Samuel Dyer y al periodista Gustavo Gorriti; mientras que Toledo afronta una investigación por el presunto delito de enriquecimiento ilícito; y García es investigado por el Congreso por el escándalo de los “narcoindultos”, el caso BTR y otros.
El analista Alberto Adrianzén consideró que “existe una percepción de que los exmandatarios no han cumplido con sus promesas de campaña. Hay en mi opinión un desencanto generalizado de la opinión pública respecto a los políticos, ya sea por actos de corrupción en el caso de Toledo o de García; o en el incumplimiento de la palabra dada”.
Agregó que dicha percepción ciudadana también “está asociada a los escándalos de corrupción presuntamente cometidos por los expresidentes Toledo y García”. “Por lo tanto, me parece normal esta percepción”, remarcó.
Recalcó que la decepción de la opinión pública también se traduce en la baja popularidad del actual presidente Ollanta Humala. “Es un peligro para la democracia, que se refleja en el desorden social, como es el caso del crecimiento de la violencia y la delincuencia”.
“Aquí puede resucitar la tentación autoritaria en base a una opinión de la población que puede preferir el orden impuesto al respeto a las leyes de la democracia y a la Constitución”, advirtió.
El analista Pedro Francke opinó que los resultados de la encuesta se remontan a la época de la instauración de la dictadura de Alberto Fujimori, “quien destrozó a los partidos políticos y los gremios populares y sindicales en el Perú”.
“La ciudadanía puede canalizar su voz a través de los partidos y los sindicatos, pero con el autogolpe de 1992 todo quedó destruido por la dictadura fujimontesinista y la instauración de una Constitución, que no garantiza los derechos sociales y respalda el modelo económico neoliberal que mantiene la desigualdad”, enfatizó.
Subrayó que es posible un cambio político en democracia como sucede en otros países como Brasil. “En América Latina hemos visto una época de cambios significativos en la economía y en la sociedad con gobiernos que han promovido la igualdad y han contado con amplio respaldo popular”, indicó.
“Por ejemplo, el expresidente brasileño Lula es todavía un personaje muy popular, y no solamente por su carisma, sino porque ha aplicado políticas que han significado beneficios para millones de ciudadanos brasileños”, remarcó.
Agregó que el desprestigio de los expresidentes no es un hecho común en todos los países latinoamericanos, sino que caracteriza específicamente el Perú. “El problema en el Perú es que los gobiernos plantean cambios y luego terminan traicionando el voto popular”, dijo.
JUICIO DE RESIDENCIA
El parlamentario Heriberto Benítez propuso la creación de una comisión especial multipartidaria, similar a la Megacomisión, para investigar a los presidentes salientes, debido que los tres últimos exmandatarios han sido acusados por graves delitos.
Añadió que la comisión especial se encargaría de realizar un “juicio de residencia”, como el que se realizaba en la época de la colonia a los virreyes salientes, para prevenir actos de corrupción en los que se han visto involucrados exjefes de Estado en los últimos 30 años.
“Desde el primer gobierno de Alan García involucrado en corrupción, se fue del país, prescribieron sus delitos, y regresó con impunidad. Luego vino Alberto Fujimori, condenado por corrupción y hoy día está preso. Vino Alejandro Toledo, culminó su periodo y seis años después está involucrado en Ecoteva. García tiene su segundo periodo involucrado con narcoindultos”, dijo.
Benítez explicó que el “juicio de residencia”, en el virreinato, era un juicio de rendición de cuentas que tenía como objeto conocer el desempeño de todos los virreyes, presidentes de audiencias, gobernadores, alcaldes y alguaciles.
“En otros países se considera una figura desfasada e incluso algunos dirán que viola la presunción de inocencia. Sin embargo, esta medida es necesaria aplicarla en nuestra realidad, debido a los casos de corrupción e impunidad que se ven en el Perú, nos obligan a plantear esta figura, para que los presidentes se comporten correctamente”, puntualizó.
El presidente de la Megacomisión, Sergio Tejada, respaldó la propuesta de Benítez, pero indicó que los exjefes de Estado están sometidos a escrutinio público de manera permanente.
“Los exmandatarios están constantemente sometidos a la Contraloría y bajó la mirada de otros organismos fiscalizadores del Estado”, dijo.
El congresista fujimorista Juan Díaz Dios calificó como interesante la idea de formar una Megacomisión para todos los expresidentes, pero precisó que “hechos más importantes de corrupción suelen ir saliendo en los años posteriores”.
La parlamentaria Lourdes Alcorta consideró factible la investigación inmediata de un exjefe de Estado. “El tema principal aquí es saber los orígenes del dinero que usan los expresidentes para comprarse bienes inmuebles”, dijo.
Via: La Primera (Llamil Vásquez)
Fuente: http://www.diariolaprimeraperu.com/online/politica/poca-aceptacion-por-fujimori-toledo-y-garcia_139894.html
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