EL GRAN NEGOCIO: LA PUBLICIDAD
La reciente adquisición de los diarios de Epensa por parte del Grupo El Comercio, ha despertado la alarma de los sectores que abogamos por la observación minuciosa de la buena marcha de la democracia de nuestro país. Velar por ella se ha convertido en una obligación, pues hay que evitar que....
se debilite aún más a la vista de los múltiples indicios del discutible manejo político de algunos medios de comunicación.
Pero más allá de una cierta normalidad en las inclinaciones políticas que cada grupo mediático pueda tener, existe una realidad que a pesar de ser crucial para la supervivencia de los medios de comunicación, no parece tan obvia a los ojos de los ciudadanos: las ventas de publicidad.
Los diarios de la concentración mediática, “El Comercio, “Perú.21”, “Correo”, “Trome”, etc., no sólo concentran la información y la sesgan de acuerdo a intereses políticos y comerciales, sino que además, son los grandes concentradores de la publicidad de empresas públicas y privadas.
Es esta actividad, la de acaparar la publicidad, lo que más les interesa; el gran negocio de los medios de comunicación no es la venta de ejemplares, apoyándose en la difusión de acontecimientos y creación de contenidos, sino la venta de espacios publicitarios.
En el informe de Análisis de Riesgo realizado por Apoyo y Fitch Ratings sobre El Grupo El Comercio en el 2012 se afirma que, de la composición de ingresos, casi el 49% es por avisaje en diarios y apenas un 14% por venta de ejemplares, completando el total de sus ingresos por avisaje en revistas, encartes y servicios de impresión. Sus ventas netas en ese año alcanzaron S/. 1,114.5 Millones, de los cuales S/.568.00 fueron por avisajes, y tan solo S/. 156 Millones por venta de ejemplares. En la práctica, ¿quién nos está informando?
Es importante que la ciudadanía sepa que los medios de comunicación no subsisten tanto por las ventas sino por la publicidad, y los medios de la concentración lo saben. Lo saben muy bien.
Según datos oficiales, la suma de los medios que integran el Grupo El Comercio recibieron del Estado, por montos de publicidad más de S/. 37 millones en el año 2012 y S/.45 millones en el año 2011.
Ojo a este dato: en el 2011, cuando aún estaba en el gobierno el ex presidente Alan García, los diarios de la concentración experimentaron un incremento sustancial en la publicidad contratada por el Estado respecto al año anterior y respecto al resto de medios disponibles en nuestro país.
Este es un dato muy curioso porque nos obliga a cuestionarnos qué quiso asegurar el ex presidente García con esta compra inaudita de publicidad en el 2011; ¿favores de los medios de la concentración pensando ya en el 2016? ¿garantizar el apoyo a su(s) candidato/a(s) del 2011? Y todo ello con dinero público.
El Estado es uno de los principales contratadores de publicidad de los medios de comunicación, y quienes están recibiendo la mayor parte y no de una manera proporcional a su tiraje, son los medios de la concentración.
La lucha principal de casi todos los medios de comunicación es conseguir publicidad, pero ¿a toda costa? Los que vienen enarbolando la bandera de la libre competencia quieren obviar que el de las comunicaciones no es un sector como otro cualquiera pues el derecho ciudadano a la pluralidad informativa se ve seriamente comprometido cuando la comunicación es un negocio y nada más.
Esto explica por qué no encontraremos en los medios de concentración críticas a aquellos que garantizan la sostenibilidad de ese casi 50% de ingresos; Ripley o Saga Falabella, por ejemplo, son dos de los grandes contratadores de avisajes en los medios del Grupo El Comercio, por lo que no encontraremos ni una pastilla ni una gacetilla sobre un reclamo de sus trabajadores. Lo mismo con Lan Chile, o Graña y Montero. ¿Burbuja inmobiliaria? ¿Lobbys? No, eso no tiene espacio en los medios de la concentración.
Y si ahora, aun recibiendo publicidad del Estado, han abierto un frente de crítica sostenido al gobierno de turno es porque han detectado la debilidad del mismo, la falta de firmeza en algunas decisiones y porque además, se deben a los próximos candidatos presidenciales, por ideología y por publicidad.
¿Debe la ciudadanía preocuparse? ¿Debemos exigir una regulación de la situación o que se aplique la norma vigente? La respuesta es simple; si queremos garantizar un acceso plural a la información, definitivamente sí. Si un grupo mediático es capaz de asumir un alto nivel de descrédito profesional, pues lo importante no es el nivel de ventas de diarios apoyados en la información, sino la venta de publicidad, controlar la actual concentración de medios en el país es una demanda más que legítima. Al garantizar la diversidad y pluralidad de medios, se disuelven las opciones de que la publicidad ejerza un control sobre la información.
Fuentes:
SEACE
APOYO Y ASOCIADOS
Publicado en: http://kiosco.lamula.pe/2013/10/30/asi-se-maneja-la-publicidad-en-el-comercio-y-los-otros-diarios-de-la-concentracion/atencionperu/
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