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Piensa en los personajes más corruptos de tu país.
mismo mecanismo para llevarlos a ocupar un lugar en tu lista.
Es más, tú también tienes aquel mecanismo, y lo activas cada vez que te ves tentado por un acto deshonesto.
Como una droga
Científicos del University College de Londres comprobaron que la reacción emocional negativa que producen los actos deshonestos disminuye cuando cometemos nuevas pequeñas transgresiones.En otras palabras, el cerebro se adapta para delinquir.

A esa sensación la llamamos popularmente tener conciencia o escrúpulos.
Cuando mentimos o robamos la reacción natural de nuestro cerebro es producir un estímulo emocional que nos hace sentir incómodos.
Esos reflejos, que se pueden medir, son el fundamento sobre el que trabajan los detectores de mentiras.

En resumen, el estudio demuestra que el cerebro deja de reaccionar ante actos deshonestos continuos.
De menos a más
Pero ningún corrupto empieza su carrera metiéndose fajos de dinero público en los bolsillos.Especialistas de University College de Londres observaron que actos deshonestos menores o casi irrelevantes son los que llevan pronto a cometer delitos más graves.

Se les pidió individualmente calcular las monedas que había en un frasco de vidrio sin que otro participante pudiera verlo.
Luego tenía que decirle el monto para que ambos pudieran dividirse el dinero de forma equitativa.
A lo largo de las varias fases del experimento, las pequeñas deshonestidades de quien estaba a cargo de contar el dinero fueron creciendo de forma progresiva.
Sin escrúpulos
El experimento midió en paralelo la actividad cerebral de los participantes y registró que la reacción de un área conocida como amígdala, en el lóbulo temporal, fue intensa durante el primer engaño.Con la sucesión de deshonestidades, la actividad en la zona encargada de producirnos un estímulo de incomodidad se debilitaba de manera gradual.

Para decirlo coloquialmente, el estudio probó de manera científica la frase "perder los escrúpulos".
Pero eso no es todo, a través de la resonancia magnética los científicos lograron predecir los niveles de deshonestidad de los participantes de acuerdo a su actividad cerebral.

No es difícil imaginar que aquellos personajes que asociamos a la corrupción comenzaron cayendo en situaciones de deshonestidad que parecían irrelevantes.
Y son esas pequeñas tentaciones a la que la mayoría ha debido enfrentarse alguna vez.
Publicado por: http://www.bbc.com/mundo/noticias-37765601?post_id=913502462071756_1134050043350329#_=_
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