Jamás pensé dar esta noticia, pero qué se le hace. Aldo Mariátegui Bosse deja hoy, 30 de enero del 2013, la vicepresidencia periodística del Grupo Epensa y también la dirección de diario Correo. En una nota escueta, Epensa le agradece por “sus más de siete años de permanencia” en la institución.
Tantas veces vilipendiado, Aldo Mariátegui y su estilo dejarán un extraño vacío: a medio paso entre la inteligencia y el...
estiércol, entre el humor y la cobardía.
Seguramente muchos denostarán en las próximas horas la labor de Mariátegui frente a Correo, como director, periodista, columnista y editor. Está bien. Sin embargo, en esta ocasión quiero recordar las veces que me ha hecho reír. La suma de su humor cruel, su vena ficcional, sus amigos falsos y sus odios políticos dieron a veces columnas que son patológicas y memorables.
Entre ellas, recuerdo aquella del 2010 en la que Mariátegui acusó a la clase alta limeña de degeneración genética. Su idiotez y su “hablar huevadas en Eisha” serían producto de su tendencia a casarse entre ellos. Por ello, obtuvieron una debilidad similar a las de los osos polares y los tigres en cautiverio. Los pitucos son homocigóticos, dijo a través de su falso amigo hematólogo. Y sentenció:
-Por eso a algunos de estos pitucos, como los Buendía de García Márquez, sólo les falta nacer con la colita de chancho.
A continuación, El otro electarado:
Durante días estuve pensando cuál podía ser la razón de que tanta gente en el sector A de nuestra sociedad -supuestamente el mejor nutrido, educado, etc…- pueda ser tan imbécil, tan suicida, de votar por una roja con tantas limitaciones como Susana Villarán, que además de estar rodeada de Patria Roja y oenegeístas, ha propuesto puros disparates.
No entendía por qué estos suicidas se disparaban a los pies así, votando incluso contra sus propios intereses.
Un amigo me comentaba que uno vota por aquello con lo que se identifica y Villarán es la típica pituca de acento villamariano, mientras que la clasemediera Lourdes (una “huachafa” samborjina para ellos) se había desprestigiado con Cataño, así que era natural que visceral y no racionalmente voten por ella, tal como muchos “cobrizos” sureños por Ollanta. Es un voto tribal, nada pensado. Un voto de “electarado”, pero de descerebrados de arriba.
Igual, no me cuadraba que una roja como Villarán encabezase las preferencias del sector A, me negaba a aceptar que pudiesen ser tan estúpidos. “Pero lo son”, me decía otro amigo. “¿Acaso el voto por Meier contra Salmón en San Isidro no se decidió porque el primero tenía un hijo actor? ¿Acaso no están por reelegir a Salmón a pesar de contratos como el de Relima y pese a que en su gestión no pasó de ser un cosmetólogo que adornaba nomás y no solucionaba los temas de fondo, que rompió Dasso para pintarlo de rojo en lugar de arreglar el problema del estacionamiento y que se dedicó a hacer vagar un monumento al clip por todo el distrito? Revisa los ratings… ¿No son ellos los que más consumen los programas faranduleros y sangrientos? No leen ni se culturizan. No leen periódicos o sólo miran las secciones ‘Sociales’ y ‘Necrológica’ de El Comercio y hablan puras huevadas en ‘Eisha’. Ya esos ‘Riva-Agüeros” eruditos, esos oligarcas civilistas cultos y hábiles, cuyos nombres adornan tantas calles limeñas por sus logros y cultura, hace rato que se extinguieron y éstos son sus cachorros”.
La última frase me quedó dando vueltas por la cabeza, hasta que me acordé de una interesante conversación con un hematólogo (especialista en sangre) años atrás y di con la respuesta. Resulta que había acompañado a una pareja amiga mía -muy pituca y de apellidos compuestos- por un mal raro donde este especialista. A los pocos días me encontré con el médico y le pregunté por qué tenían este mal. “Bueno, me dijo, yo tengo mi teoría con Lima. Resulta que este sector pituco se ha mezclado muy poco con otros desde la Colonia. Se han casado entre ellos y no han renovado su banco sanguíneo. Acuérdate de que por racismo apenas se han mezclado con la raza local y aquí han venido pocos emigrantes y muchos de éstos -como japoneses, judíos y árabes- sólo se casaban entre ellos y a los negros ni los miraban. Eso de ‘todos tienen de inga o de mandiga’ es muy periférico, sólo se daba en las haciendas. De Europa llegó muy poco, salvo alguito de italianos. Algo se han mezclado con éstos, pero recuerda que eso fue recién a partir de los años 40, que antes a los ‘bachiches pulperos’ los veían como cualquier cosa y los abrían. Es un caso típico de ‘inbreeding’, de banco sanguíneo que no se ha renovado, y eso genera por ejemplo dementes cojos espantosos y violentos con asimetría facial, o sujetos brutos, estériles, bajitos, con males raros y taras, como le pasa a la nobleza europea. Pregúntale a cualquier criador de perros, que allí sucede lo mismo. No ha habido ‘purga genética’ y estos pitucos sufren de un ‘population bottleneck’, son homocigóticos. Es como cuando dicen que los osos polares y los tigres no se van a extinguir porque persisten ejemplares en los zoológicos. ¡Falso! Vas a tener una masa crítica de individuos muy pequeña para aparearlos con respecto al banco sanguíneo necesario para que la especie subsista sana. ¡No te das cuenta cómo antes salía gente muy hábil de allí y mira a sus descendientes! Por eso Velasco se los almorzó tan fácil, ya estaban decadentes y no supieron defenderse de un militarote tan elemental. O mira lo brutos que fueron todos los de esa generación de pitucos sesenteros que se metieron a rojos por rebeldes renegados y han llegado a viejos dando pena, cuando tenían todas las posibilidades de irse a perfeccionarse afuera, a Oxford o Princeton, y luego hacer algo interesante por su vida y su país. ¡Dios le da barba a quien no tiene quijada y pan al desdentado! Por eso a algunos de estos pitucos, como los Buendía de García Márquez, sólo les falta nacer con la colita de chancho”.
P.D. ¡Gracias, recordado hematólogo! ¡Ahora ya entiendo por qué Susana Villarán está arrasando en el suicida sector A! Quieren inconscientemente autodestruirse para propiciar una purga genética. La naturaleza es sabia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.