Si bien Julio Rau Rau, mediático y eterno dirigente de los transportistas de la ciudad de Lima, ha acaparado últimamente titulares por el apoyo que ha dado a los promotores de la revocación a la alcaldesa Susana Villarán, un debate realizado ayer en ATV+ permitió que la ciudadanía conozca a Lincoln Espinoza, dirigente que representa a otro grupo de empresas de transportes que están de acuerdo con la reforma emprendida por la actual gestión y, asimismo, en contra de la vacancia en la Municipalidad Metropolitana de Lima (MML).
Desde la óptica de los transportistas, Lincoln Espinoza se declaró en contra de la revocatoria, defendió la reforma del transporte y denunció que ha recibido llamadas de...
choferes dueños de unidades que dicen haber sido coaccionados por las empresas a las que pertenecen para que les cedan, mediante declaraciones juradas, el 0.5% de sus unidades sin que medie una compensación económica.
Ello a fin de ‘sacarle la vuelta’ a la norma municipal que obliga a los consorcios que quieran participar de la próxima licitación de rutas a ser propietarios de sus buses, lo que permitiría que los transportistas sean accionistas y tengan mayores beneficios.
En su defensa, durante la emisión, Raurau intentó vanamente comprometer a la alcaldía en un supuesto “arreglo” con empresas extranjeras para crear consorcios de transportes, según dijo, para dejar de lado a las empresas nacionales, “dificultándoles constituir estos consorcios”. Todo ello, por supuesto, sin mostrar pruebas.
El resto del debate, Raurau se la pasó haciendo denuncias sin asidero respecto a los requisitos exigidos por la municipalidad para que los consorcios accedan a rutas, que incluso contemplan facilidades para la renovación de flotas.
SE LAVA LAS MANOS?
Un momento cumbre llegó. Lincoln Espinoza le recordó a Raurau el ardoroso empeño con que al principio apoyó la campaña de Susana Villarán a la alcaldía y que solo se opuso a ella cuando le comenzaron a poner reglas. Ante esto, el transportista revocador no tuvo más remedio que aceptar que “el transporte en la capital, como está, es inhumano”.
Frente a las acusaciones de coacción de las empresas para que los propietarios cedan sus unidades, Raurau, en su defensa, optó por lavarse las manos con la siguiente frase: “Lamentablemente, cada empresa responde por sus actos ilegales (…) A todos no nos pueden meter en el mismo saco”.
Llamó la atención que, denominándose dirigente, simplemente no tuviera respuestas o conocimiento de los mil y un problemas que deben enfrentar sus agremiados. La respuesta deja en el aire una pregunta: ¿A quién representa entonces Julio Raurau?
SIGUE LA GUERRA SUCIA
En las redes sociales comenzó a circular una foto en la que se puede observar que la banderola colocada en un vehículo que se traslada haciendo campaña por la revocatoria a Susana Villarán y a sus 39 regidores es idéntica a la que anuncia campañas de salud del partido Solidaridad Nacional, de Luis Castañeda Lossio. Ahora ya no serían solo fideos y leche lo que reparten los revocadores, sino también campañas de salud, aprovechándose de la humilde condición de muchos limeños. Votos por salud… así no se juega.
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