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Las cosas que uno medita mucho o quiere que sean 'perfectas', generalmente nunca se empiezan a hacer...
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"Cada mañana, miles de personas reanudan la búsqueda inútil y desesperada de un trabajo. Son los excluidos, una categoría nueva que nos habla tanto de la explosión demográfica como de la incapacidad de esta economía para la que lo único que no cuenta es lo humano". (Ernesto Sábato, Antes del fin)
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lunes, 6 de junio de 2016

Los 5 escenarios hipotéticos de esta campaña electoral

Los 5 escenarios hipotéticos de esta campaña electoral
(Ilustración: Víctor Aguilar)


Preguntamos a 5 expertos qué hubiera pasado si la elección se alteraba por 5 sucesos que estuvieron a punto de ocurrir.
Por Fernando Vivas, Periodista:Preguntamos a cinco periodistas y politólogos qué hubiera pasado si la campaña se alteraba por cinco sucesos que estuvieron a punto de ocurrir. En “Contra-historia del...
Perú” (2012), Eduardo Dargent y José Ragas compilaron ensayos a partir de hechos que no ocurrieron pero que de hacerlo hubieran cambiado la historia del Perú, como imaginar que Jauja hubiera sido la capital en lugar de Lima o que la rebelión de Túpac Amaru II hubiera triunfado.
Dargent, quien además es uno de nuestros 5 invitados, dice que “lo contrafáctico es lo que marcaría una trayectoria distinta a lo que ocurrió en la realidad”. Por eso, “el gran evento contrafáctico en la campaña es la exclusión de Guzmán”. Pues sobre ese caso y otros 4 preguntamos a continuación.
¿Qué hubiera pasado si Acuña no era excluido por el JNE?
Rodrigo Barrenechea
Autor de “Becas, bases y votos”

Creo que Acuña se encontraba ya en medio de una espiral descendiente difícil de revertir. No hubiera pasado a segunda vuelta y seguro hubiera seguido perdiendo dinero, prestigio y electores.
Los candidatos tienen tres medios para pelear una elección: carisma personal, recursos y símbolos. Acuña nunca tuvo carisma, lo que intentó compensar con muchos recursos. Sin embargo, fue en el campo de los símbolos en el que su candidatura sufrió el golpe fatal. El candidato quiso representar al peruano emergente, esforzado y triunfador, excluido por “los políticos de siempre”. Al final, tras la seguidilla de revelaciones que echaron por tierra su candidatura, quedó en mejor posición para representar la trampa y la mentira, las peores mañas de los políticos de siempre.
Luego de las revelaciones, Acuña se convirtió más en un lastre que en una locomotora para sus candidatos al Parlamento. Los que pensaban ser impulsados por su dinero y recursos debieron más bien cargar el peso de la mala imagen del candidato. Y cuando el peso de la mala imagen es demasiado, el tren no avanza ni quemando todo el dinero disponible en la locomotora. De haber seguido en campaña, no solo sus cuentas bancarias habrían quedado en rojo, sino que podríamos haber visto más renuncias a la lista parlamentaria, menos entusiasmo entre sus seguidores y más hemorragia de votos. El JNE salvó a Acuña de sí mismo.
¿Qué hubiera pasado si Julio Guzmán no era excluido?
Pedro Tenorio
Periodista y analista político

Al momento en que fue excluida por el JNE la candidatura de Julio Guzmán se proyectaba a conseguir su pase a la segunda vuelta. Había desplazado a PPK en las preferencias, dejado atrás a César Acuña (herido de muerte por el escándalo de plagios y títulos bamba) y sumaba adhesiones en provincias. Era puntero en el sur con solo dos meses de campaña, un espacio clave que Verónika Mendoza y Alfredo Barnechea solo pudieron ocupar cuando el líder morado salió de escena.
Asimismo, Guzmán concitaba el interés de los sectores populares de Lima, iniciaba nutridas giras al centro y norte y sumaba una entusiasta adhesión en jóvenes de entre 18 y 24 años. Más allá de algunos errores de comunicación que se hicieron notorios, no se avizoraba alguna denuncia que pudiera amenazar seriamente su ascenso.
Tras la exclusión de César Acuña, Guzmán encarnó aun más la novedad política que un importante sector del electorado buscaba. Si hubiera pasado a segunda vuelta, no me cabe duda de que estaría haciendo un mejor papel que Kuczynski. Sin cuestionamientos pasados ni yerros tan elementales como ausentarse del país durante ocho días después de la primera vuelta, Guzmán habría enfrentado un intenso escrutinio de su entorno y de sus fuentes de financiamiento, pero también recibido importantes respaldos entre quienes se oponen al fujimorismo. Hubiera encarnado astutamente una propuesta “nueva” en contraposición a lo visto y conocido, donde habría intentado encajonar a Keiko Fujimori.
¿Qué hubiera pasado si Alan no se aliaba con Lourdes Flores y el PPC?
Eduardo Dargent
Politólogo

Creo que la campaña demostró que el antialanismo era demasiado fuerte. Alan había sido muy golpeado por su gobierno, en algunos casos injustamente. Son los típicos problemas de hacer gestión pública en el Perú. Alan ya había perdido el centro, que no se controla con obra pública y mano dura. La política es mucho más compleja que eso y un partido que tenía una base progresista la perdió en el gobierno.
Entonces, la alianza con Lourdes Flores no hizo más que ahondar una imagen que ya le era muy difícil de cambiar: la de un Alan conservador y pegado a la derecha. Nos quedamos con la duda de si Alan evaluó recuperar y conservar el centro, o si siempre pensó que la derecha era un buen espacio para consolidar. Ya era notorio que estaba debilitado y descentrado cuando se lanzó a esta alianza conservadora.
En conclusión, si no se hubiese aliado con el PPC y Lourdes Flores, el resultado hubiera sido similar. La alianza no sumó ni restó, fue más de lo mismo.
¿Qué hubiera pasado si Verónika Mendoza pasaba a segunda vuelta?
Jorge Nieto
Politólogo

A lo que antes se llamaba ucronía ahora se le llama historia contrafáctica. Son ejercicios divertidos, aunque de apariencia inútil. Pero en el análisis político se hace todo el tiempo: qué otro curso pudieron tener las cosas y por qué no lo tuvieron. La pregunta sobre qué hubiera ocurrido si en vez del señor Kuczynski pasaba a la segunda vuelta la señora Mendoza, me lleva inmediatamente a un libro que leí en estos días ante el reclamo entre amable y dolido –totalmente fundado– de su autor, “La danza hostil”, de Alberto Vergara. Un formidable ejercicio de sociología histórica que muestra las relaciones de la región sur con el centro estatal a lo largo de la segunda mitad del siglo XX. Lo lento y complejo que es el proceso en el que interactúan territorio, demografía, recursos y élites políticas y económicas. 
Con el Frente Amplio o sin él, las debilidades del sur frente a la poderosa Lima seguirían allí. Pero con la señora Mendoza en la segunda vuelta probablemente: 1. Tendríamos una campaña verdaderamente polarizada, una suma del 2006 más el 2011. 2. El dinero habría animado mucho más esta campaña, ante la percepción de amenaza que habrían sentido los sectores económicamente más poderosos. 3. El grueso de los votantes de PPK habría apoyado la candidatura de la señora Fujimori. El señor Kuczynski probablemente no, porque ya debe haber aprendido su lección. 4. Se habrían mostrado los límites organizacionales y políticos de la izquierda. 5. El sur competiría contra Lima y el norte, buscando ambos el apoyo del centro y el oriente. En las percepciones: integrados y establecidos contra excluidos y antisistema. 6. La campaña hubiera sido más ideológica y también más emocional. Su poesía vendría del pasado. 7. El liderazgo de la señora Mendoza, en la derrota, se habría establecido. La señora Fujimori sería la primera mujer presidenta del Perú.
¿Qué hubiera pasado si Barnechea se comía el chicharrón?
Ricardo Vásquez Kunze
Periodista y analista político

Me piden fantasear sobre qué hubiera pasado si Alfredo Barnechea se hubiera comido el chicharrón que le ofrecieron en Chincha y que apartó con su regia mano. Nada. Simplemente, nada. Es imposible que Alfredo Barnechea sea elegido para algo sino para rey.
Pero como los reyes son hereditarios y Alfredo no tiene dinastía alguna que ampare sus pretensiones a jefaturar un Estado, y como el Perú es una república desde hace casi 200 años, solo se me ocurre una forma de que Alfredo llegue a rey por medio del sufragio.
Claro, para eso tendría que encontrar una curva en el tiempo, de esas que escriben los guionistas de ciencia ficción de Hollywood y aterrizar vestido de terciopelo, brocado y sombrero emplumado en el siglo XVI donde, por las gracias que lo adornan, podría ser elegido por la aristocracia rey de Polonia, una de las pocas monarquías electivas que se conoce.
Después de todo, la bandera de su reino también sería roja y blanca pero, a diferencia del Perú, los chicharrones los lanzaría el rey a sus súbditos desde el balcón de su palacio.

Publicado en: http://elcomercio.pe/politica/elecciones/5-escenarios-hipoteticos-esta-campana-electoral-noticia-1906738?flsm=1

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