Parece muy complicado tener el panorama claro en estos momentos
Puede resultar entretenido, estimulante y hasta complicado armar el escenario de las elecciones presidenciales del 2016. Intentémoslo:
1. El elegido saldrá en segunda vuelta, ¿de acuerdo? Ello significa que consideramos imposible que...
uno de los candidatos obtenga más del 50% de los votos en primera vuelta, lo que estará en concordancia con lo que viene sucediendo en las tres últimas elecciones. Toledo le ganó a García en segunda vuelta el 2001, igual García a Humala el 2006 y lo mismo Humala a Keiko el 2011.
2. Dos de estos candidatos mencionados en orden alfabético disputarán la segunda vuelta: Fujimori Keiko, García Alan, Heredia Nadine, Kuczynski P.P. y Toledo Alejandro. La mención de este último puede despertar rechazos pero parece haber remontado cifras a juzgar por últimas encuestas. La razón de esta recuperación puede deberse a lo volátil del elector peruano o a encuestas fraguadas.
3. El caudal propio de votos de cada candidato podría estimarse aproximada y arbitrariamente así: Keiko 25%, Alan 15%, Nadine 25%, PPK 22%, Toledo 13%. Cada cual puede ajustar estas cifras a sus propias estimaciones.
4. Para que Keiko y Alan pasen juntos a la segunda vuelta, deberá superar cada uno a los votos que obtengan los demás candidatos individualmente lo cual parece muy difícil pues eso significaría que el fujimorismo y el alanismo juntos tienen más del 50% de las preferencias nacionales o, caso contrario, que el electorado se ha diseminado de tal manera que los resultados encajarían en rangos de unos 23%,21%,20%,20% y 16% donde los porcentajes más altos aunque ajustadamente corresponderían a Keiko y Alan. Este escenario sería simplemente espeluznante y nos ofrecería una primera vuelta con resultados dignos de Alfred Hitchcock. Pero si se diera el caso, ¿por quien se inclinaría la mayoría de los electores en la segunda vuelta? Recontra dificil la respuesta.
5. Por alguna razón inexplicable el caudal más seguro parece ser de propiedad de Keiko Fujimori. Y es inexplicable porque ha pasado 14 años desde que su padre dejó la presidencia y no de la forma más honrosa y los muchachos que ahora frisan entre los 18 y 28 años tenían entonces de 4 a 14 años y por lo tanto la única forma de ser leales en el tiempo solo puede haber surgido por el fervor partidario de sus padres que los ha mantenido en la misma línea a pesar de los casi 3 lustros transcurridos. Pero Keiko Fujimori perdería de todas maneras si se enfrenta en segunda vuelta a cualquiera de los otros candidatos que no sea Alan García. Solo contra este el resultado sería incierto.
6. Por una razón parecida a la de Keiko Fujimori, producto de los anticuerpos que él mismo ha ocasionado, Alan García parece que solo tendría opción en segunda vuelta frente a Keiko, salvo que la resistencia a Nadine Heredia sea tan grande que el electorado prefiera a García antes que a la Heredia.
7. El que parece tenerla mejor es PPK, claro que siempre y cuando alcance la meta de pasar a la segunda vuelta. Esa parece ser su más ardua tarea ya que un caudal propio de votantes nunca lo ha tenido. La numerosa gente que vota por él es la que está decepcionada por los políticos tradicionales en general y cree que "el gringo" es una opción nueva y una aventura digna de vivirse con la esperanza de que su idiosincrasia parcialmente distinta pueda permitir el balance adecuado para una dirección del estado con un sentido pragmático a la vez que técnico que nos descubra que en el Perú puede haber un estilo desconocido de gobernar pero muy apto para nuestras necesidades y anhelos.
8. Nadine Heredia es una incógnita por donde se le mire, comenzando con que aún es incierta su candidatura aunque resulta muy difícil de creer que no se lance, habida cuenta que la única que puede cosechar los resultados de la actual gestión que aún no culmina y que por lo mismo mantiene la opción de exhibirse como exitosa, es ella y nadie más que ella. Posponer sus pretensiones hasta el 2021 es arriesgarse a que el próximo gobierno desarrolle una labor más destacada, lo que viendo lo hecho hasta el momento por el actual no es muy difícil, con lo cual sus sueños serían archivados definitivamente. De modo que si se dan dos condiciones, una marcada mejoría en el gobierno actual y un reconocimiento colectivo al éxito que logre Humala, la beneficiaria lógica sería Nadine Heredia.
9. Por último Toledo sería un caso más de la inestabilidad del votante peruano, pues una remontada con lo de Ecoteva y todo eso terminaría siendo la aparición fantasma en última instancia del candidato desahuciado o desconocido, es decir el García del 2001, el Humala del 2006 o el PPK del 2011. Por eso es que no se le puede descartar a priori aunque evidentemente deberá realizar una tarea poco menos que titánica para acceder a la segunda vuelta. Como se puede apreciar, la lucha más ardua y el principal eslabón de la cadena que lleve a la presidencia tendrá que pasar por llegar a esa segunda vuelta. Esto conlleva la pelea de todos contra todos en la etapa publicitaria y de captación de adeptos para conseguir tal objetivo, y luego la segunda campaña más inteligente aún que la primera porque obliga a desplegar todas las artimañas buenas o malas que permitan restañar las heridas de los contendores anteriores a los que tendrá que enamorarse con cantos de sirenas para sumar los votos necesarios para alcanzar la mayoría simple que la segunda vuelta exige.
En esta exposición se muestran cifras estimadas y actitudes del electorado sospechadas a partir de una percepción muy particular del comportamiento de nuestros compatriotas en este tipo de eventos. Se ha dicho que nuestro electorado es impredecible y podríamos asegurarlo por su comportamiento en anteriores votaciones, de modo que cualquier cosa que uno presienta o avizore puede terminar siendo tan errado como errada era la estimación de lo que iba a pasar en 1990 faltando solo un mes para las elecciones en las que ganó finalmente un ilustre desconocido llamado Alberto Fujimori.
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