Fuente: La República (16/02)
Por: Ana Núñez.
Aunque los años pasen, para Michel Azcueta lo ocurrido aquel 15 de febrero de 1992 no dejará de ser una de esas ironías con las que el destino se burla a veces de uno. Era la una de la tarde y Azcueta junto a su amiga y compañera de luchas María Elena Moyano conversaban aliviados. El día anterior Sendero Luminoso había convocado a un paro armado en Villa El Salvador y en respuesta y rechazo ellos, alcalde y teniente alcalde del distrito, encabezaron una Marcha por la Paz. "Felizmente ya pasó lo peor", le dijo "la negra" –como algunos llamaban a Moyano– y se despidió de él relajada.
Antes de irse, la Moyano , que provenía de las filas de la Izquierda Unida , le había comentado a Azcueta que sus planes eran llevar a la playa a sus pequeños David y Gustavo, y ya por la noche dirigirse a una de las cuatro casas prestadas en las que, por seguridad, pernoctaban los dirigentes que habían sido amenazados por SL. Ahí, Azcueta la esperaría a las 7 p.m.
Aún hoy, quince años después de ese episodio, el ex alcalde de Villa El Salvador no puede asimilar que esa sería la última vez que la vería. Aún no entiende cómo esa frase aparentemente tranquilizadora fue en realidad el preludio de lo que él no duda en calificar como el día más triste de su vida.
La esperaban sus asesinos
Aquella tarde, hace 15 años, María Elena Moyano fue asesinada. Tras su paseo por la playa incumplió lo acordado y decidió dar una vuelta por Villa El Salvador para participar en una pollada organizada por las madres de los Comités del Vaso de Leche.
Ahí, en el primer sector de VES, Moyano encontró la muerte. Un comando terrorista la acribilló y en un acto de barbarie dinamitó su cuerpo. "María Elena no debía haber ido esa noche a VES, pero era el destino", dice Azcueta.
Él conserva aún frescos en su memoria los recuerdos de aquella noche fatal: la gente lloraba, algunos se abrazaban, y muchos se lanzaban al piso a recoger los restos del cuerpo de su secretaria general de la Federación Popular de Mujeres de Villa El Salvador (Fepomuve) regados por el suelo.
El asesinato de Moyano no significó simplemente la muerte de una mujer que siempre luchó por el cumplimiento de los derechos sociales y que se enfrentó sin titubear al terror de SL.
Era también un intento de Sendero por terminar con la organización popular que se había desarrollado en VES y que les impedía entrar en esa zona, entonces, una de las más pobladas de Lima.
"Al asesinar a María Elena Moyano Sendero Luminoso quiso destruir la experiencia de orden y organización que existía acá, una experiencia popular y distinta que no era de los militares ni de Fujimori", afirma Azcueta.
Ese 15 de febrero, hace 15 años, fue un punto de quiebre para Villa El Salvador. Pero lo fue también para la lucha contra Sendero Luminoso. En palabras de Michel Azcueta, el asesinato de María Elena Moyano –declarada el 2002 Heroína Nacional– es el comienzo del fin de Sendero Luminoso.
"Fue tal el repudio hacia Sendero en Villa El Salvador, a nivel nacional e internacional, que ahí se hundió Sendero. A partir de ese episodio hubo una movilización mayor contra el terror", refiere.
En estos días Villa El Salvador recuerda a su heroína. La noche del miércoles hubo una vigilia y ayer una romería a su tumba, que también fue dinamitada apenas 4 días después de su entierro. En la tarde sus amigos y familiares rezaron por ella en la iglesia de Santo Domingo. En su Villa El Salvador, aún cantan aquella consigna que espontáneamente corearon durante su adiós: Vamos pueblo, carajo, el pueblo no se rinde, carajo... Una frase, una emoción a la que debería agregarse: Y no pudieron matarla. Su ejemplo sigue hoy vivo y presente.
tomado de: http://peru.indymedia.org/news/2007/02/25548.php
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Las cosas que uno medita mucho o quiere que sean 'perfectas', generalmente nunca se empiezan a hacer...
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"Cada mañana, miles de personas reanudan la búsqueda inútil y desesperada de un trabajo. Son los excluidos, una categoría nueva que nos habla tanto de la explosión demográfica como de la incapacidad de esta economía para la que lo único que no cuenta es lo humano". (Ernesto Sábato, Antes del fin)
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"Cada mañana, miles de personas reanudan la búsqueda inútil y desesperada de un trabajo. Son los excluidos, una categoría nueva que nos habla tanto de la explosión demográfica como de la incapacidad de esta economía para la que lo único que no cuenta es lo humano". (Ernesto Sábato, Antes del fin)
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ana moyano feu una mujer muy trabajadora y dio el ejemplo a todas las mujeres
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