Arquímedes lo hizo en el baño,
Nikola Tesla con un bastón y cuenta la leyenda que al padre de las notas
adhesivas le llegó la inspiración mientras cantaba en la iglesia.
Y aun así, hoy en día se espera que los nuevos
inventos nazcan en laboratorios anónimos después de...presentar varias propuestas en busca de financiamiento.
David Williams y John Dingley son anestesiólogos asesores de hospital Morriston en Swansea, Inglaterra. Su momento de genialidad ocurrió en sus garajes mientras manipulaban pistolas de pegamento y relleno de carrocería.
Inspirados por el radio de cuerda de Trevor Baylis, se preguntaron "casi en broma" si sería posible hacer algo económicamente parecido y fácil de usar en el mundo de la medicina.
Tras haber trabajado en áreas remotas, el doctor Williams sabe cuan crucial es un equipo que no necesite de una fuente de energía constante. En Zambia, había visto cómo permanecían cerradas salas de operaciones debido a la falta bombillas o un suministro de energía confiable.
Una luz y tres funciones
Otras invenciones caseras para la medicina
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ColaLife:Simon y Jane Berry diseñaron un sistema de envasado para medicamentos que encaja perfectamente en las cajas de refrescos. Esto es particularmente importante para distribuir medicinas para la diarrea infantil en zonas remotas.
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Burro ambulancia: se trata de una silla que se está probando en Afganistán para ayudar a las mujeres embarazadas a llegar a las clínicas del norte del país. En esa región el transporte automotriz no es una opción y las sillas convencionales de montar son demasiado incómodas. El Burro ambulancia fue creado por Peter Muckle, propietario de un burro y quien utilizó piezas de equipos de campamente y tumbonas de piscina.
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CentriCycle:Carolyn Yarina y su equipo diseñaron una centrifugadora que funciona manualmente y está hecha con piezas de funcionamiento manual hecha de piezas de bicicleta. Este invento es muy útil para separar la sangre en diferentes componentes, lo que ayuda en el diagnóstico de una serie de enfermedades en lugares donde el suministro de electricidad es poco fiable.
Después de una semana atacando equipos convencionales de medicina, crearon un prototipo que tiene el potencial de salvar vidas.
Le llamaron ShakerScope, una fuente de luz que puede ser adaptada rápidamente para revisar los ojos, la garganta y los oídos del paciente. Pero, a diferencia de los aparatos convencionales, este no requiere batería.
"De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, el 95% de los equipos médicos no funcionan en los países en desarrollo. Con frecuencia los diseñadores del mundo desarrollado no entienden cuáles son las condiciones (de trabajo) en otras partes", comenta el doctor Patrick Finlay, del Instituto de Ingenieros Mecánicos.
"Este tipo de invento es muy importante. Normalmente se necesitan tres instrumentos diferentes para cada examen, y cada uno requiere de baterías. Para los países de bajos recursos, eso es una broma".
Sacudir y guardar
En el centro del ShakerScope hay un poderoso imán movible rodeado de una bobina de alambre.Tal y como lo explicó Michael Faraday en 1831, en la medida que se mueve el imán sobre el cable, el campo magnético induce una corriente eléctrica en la bobina. Sacudir ShakerScope durante 30 segundos produce suficiente energía como para que haya luz durante tres minutos.
Una vez que se agita el aparato, la carga se puede quedar almacenada durante muchas semanas. Además, no requiere de la bombilla convencional, utiliza un diodo emisor de luz que puede durar hasta 10.000 horas.
El equipo diseñó cabezas intercambiables que permiten que el invento se convierta en varias herramientas.
Hasta ahora, uno de sus usos más prometedores ha sido como laringoscopio, un instrumento que ilumina la parte de atrás de la boca lo que permite a anestesiólogos introducir tubos de respiración cuando el paciente.
Ya se ha probado en hospitales militares de Afganistán, en Uganda y en Haití tras el terremoto de 2010.
"En Haití vimos a una mujer con una lesión en el cuello que para estabilizarse necesitaba un tubo traqueal con urgencia. A la mano no había un laringoscopio convencional y el ShakerScope funcionó bien a pesar de la dificultad del caso", cuenta el doctor Williams.
Hecho en casa
El inventor cuenta que el proyecto ha pasado por una serie de curvas de aprendizaje. "La parte más fácil fue tener la idea. Hacerla realidad requiere un grado de dedicación prácticamente obsesivo", aclara.Al principio los doctores intentaron hacer lo más que pudieron desde casa y de una forma autodidacta; desde aprender sobre microelectrónica hasta perfeccionar sus habilidades para manejar programas de computación de diseño.
Para Williams fue una suerte que su esposa fuera escultora y trabaje con grandes piezas de metal.
En varias ocasiones ya había tomado prestado herramientas de su taller, pero aprendió rápido que la cocina no es el mejor lugar para derretir plástico.
Tras haber hecho varias versiones que han sido probadas con éxito en varias partes del mundo, los doctores confiesan que ya llegaron al límite de sus habilidades técnicas, por lo que pasaron el testigo a una empresa más grande de diseño y fabricación.
Ahora estos anestesiólogos han vuelto a sus garajes para hacer realidad nuevos inventos que rondan en sus cabezas.
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