A partir del 2020 será prohibida la venta de diversos productos que contengan este metal.
El mercurio se utiliza en...
termómetros, interruptores eléctricos y máquinas. También en los tubos fluorescentes y las bombillas ahorradoras de energía, un estado que lo hace especialmente peligroso porque este metal pesado se evapora a una temperatura de 20°.
El verdugo invisible
Este metal pesado, de apariencia blanca y plateada, afecta principalmente al sistema nervioso, aunque también altera el sistema inmunológico; los sistemas genéticos y enzimáticos; e induce un desarrollo anormal de los embriones.
En su estado gaseoso los pulmones lo aspiran fácilmente y debido a su alta disolución en grasas, el organismo humano lo asimila en la sangre que lo lleva hasta el cerebro. Un envenenamiento de los nervios se manifiesta con trastornos del sueño, intranquilidad y parálisis.
Thomas Gebel, toxicólogo de la Agencia Federal de Protección del Trabajador, de Dortmund, precisa que la sola ruptura de un termómetro puede causar una intoxicación. Gebel advierte de los casos en que quedan residuos de mercurio en el cuarto de niños y éstos inhalan las evaporaciones durante un tiempo.
"El mercurio no se comporta como el agua caliente, cuyo vapor desaparece rápidamente sino que se mantiene emitiendo tóxicos que, una vez, inhalados, se quedan en el cuerpo por largo tiempo", indica.
Según la ONU, unas 6000 toneladas de mercurio entran cada año en el medio ambiente. Unas 2000 toneladas proceden de la quema de carbón en fábricas y hogares.
Fuente: Rtve.es , DW
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