Dos estudios recientes muestran que el acto de
besar tiene
una función más que emocional. No solo lo hacemos para demostrar cariño o
atracción hacia otra persona, sino que el juntar los labios tiene un fin
biológico que ayuda a la clasificación. El besar sería una actitud desarrollada
como parte del proceso de evolución para...
evaluar la calidad de los potenciales compañeros.
El primer estudio, publicado en la revista Archives
of Sexual Behavior desarrolla la siguiente hipótesis: las mujeres que tienden a ser más selectivas
con sus parejas, tienden también a besarse en las primeras etapas de una
relación para evaluar a esa pareja. El estudio fue realizado por Rafael
Wlodarski,
un candidato doctoral de la Universidad de Oxford.
Existen registros muy antiguos (de la cultura de
los Vedas hindúes o en
murales egipcios)
que ya muestran representaciones de escenas de besos; entonces, Wlodarski
sostiene que una práctica tan antigua, presente en diferentes culturas, no es
casual, sino que sirve a un propósito específico.
El besar, como una práctica desarrollada dentro del
proceso evolutivo, tiene un fin biológico; ayudaría a las personas a evaluar a
sus potenciales compañeros, probablemente mediante la transmisión de feromonas o
señales químicas que permiten a las personas sopesar el estado de salud o la compatibilidad
inmunológica. Estudios previos ya han mostrado que tal tipo de información puede transmitirse a
través de olores, y que las mujeres prefieren el olor de hombres cuyos niveles
testosterona son más elevados.
Para desarrollar esta hipótesis, Wlodarski y su
equipo encuestaron a 902 personas adultas estadounidenses y británicas acerca
de sus actitudes hacia los besos. Los resultados mostraron que en realidad el
acto de besar no está directamente relacionado con facilitar o promover la
actitud a tener relaciones sexuales. Si bien los besos son importantes antes
del acto sexual, se halló que mayor satisfacción generaba la cantidad y calidad
de los besos. A más besos, más felices se consideraban las personas, mientras
que la cantidad de sexo no estaba relacionada directamente con la satisfacción
en una relación. De esto se sigue que los besos, en tanto bien y bastante
ejecutados, tienen la función de afianzar una relación de pareja.
Asimismo, la investigación mostró que las mujeres
le dan más importancia a los besos, por lo que para ellas la selección tiene
mayor preponderancia. Efectivamente, si ellas asumen el riesgo y desgaste que
conlleva el gestar, dar a luz y criar a un niño, el criterio de selección es
más riguroso. Esto está vinculado a que ellas son más propensas a calificar los
besos con un mayor valor para evaluar una buena relación; en las encuestas,
muchas sostuvieron que el beso inicial había cambiado su atracción hacia una
persona.
Y es que las percepciones de atracción están
estrechamente ligadas a los besos. Según las encuestas, las personas que se
calificaron a sí mismas como atractivas, y por tanto como más exigentes al
momento de elegir, le dieron mucha preponderancia a los besos para su
percepción de atracción.
Un segundo estudio acerca de los besos, publicado
en la revista Human Nature, se centró en el valor que tiene el beso para la consolidación biológica de la
relación emocional: la fecundación.
Si besar transmite información importante acerca de la salud, la fertilidad o
la compatibilidad genética, entonces para las mujeres que buscan concebir, el
beso tiene un valor muy importante como indicador de una pareja adecuada para
la concepción.
Para llegar a esta conclusión, los investigadores
realizaron una serie de entrevistas a 84 mujeres estadounidenses y británicas;
ellas tenían que dar cuenta de las fechas de sus ciclos menstruales para
determinar rangos de mayor y menor fertilidad. El estudio reveló que las
mujeres en etapas más fértiles eran más propensas a valorar la importancia del
beso en las primeras etapas de una relación, respecto de las menos
fértiles en el mismo momento de la primera etapa de relación. Este resultado da
crédito a otros estudios que
sostienen que se podría detectar, mediante el olfato, los mejores genes para
una configurar una posible descendencia.
Así, estos estudios muestran que juntar los labios
no solo es cuestión de emociones y sentimientos. Podríamos estar evaluando y
siendo evaluados con cada beso que damos.
Publicado en: http://sophimania.pe/2013/10/14/al-besar-evaluamos-la-salud-fertilidad-y-compatibilidad-genetica-del-otro/sophimania/
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