Jane pasó tres veces frente a una casa al norte de Londres antes de armarse de valor para tocar el timbre. La mujer de 51 años de edad estaba a punto de tener su primer período de sesiones con el primer entrenador sexual certificado del Reino Unido. A diferencia de los terapeutas sexuales convencionales – que hablan con sus clientes que tienen problemas sexuales y darles consejos sobre cómo superarlos en sus propios hogares – el entrenador sexual puede tener...
lugar en el dormitorio. Sus beneficios pueden incluir cualquier cosa desde lograr mejores orgasmos a simplemente sentirse más cómoda desnuda con un compañero.
Hasta ahora, este sector ha sido en gran parte irregular, y el comprensible escepticismo ha crecido. Sin embargo, los expertos hablan de una “industria en auge” que está saliendo de las sombras y en la corriente principal. California se convirtió en el primer estado en todo el mundo en certificar entrenadores sexuales, pero los británicos son los primeros graduados. El instructor de Jane, Mike Lousada, está tan comprometido con la regularización del sector que se está poniendo en marcha la primera organización profesional de esta industria en toda Europa a finales de este año.
Lousada, de 45 años, se trasladó del mundo empresarial al entrenamiento sexual como una manera de hacer algo “más significativo” en su vida. Con su propias obsesiones y “decencias en todo el cuerpo”, se entrenó como consejero, y se graduó en el Estudio Avanzado de la Sexualidad Humana el mes pasado como entrenador de sexo. Ahora cobra 80 euros por hora para terapias habladas, y 120 euros para el trabajo físico, que incluye masaje genital, pero puede incluir tener relaciones con el cliente. Esto sería en casos muy raros, es decir en una situación en la que una mujer quiere, pero no es capaz de tener relaciones sexuales con penetración.
Lousada llama a su trabajo “sexo positivo”, que difiere de la terapia sexual que “surge desde el punto de vista de que algo que no está bien, necesita ser arreglado.” Él insiste en que sus servicios, a menudo usados por las mujeres que han sido abusadas de alguna manera en el pasado, son “delimitados” y corren con un “estricto código de ética”. Agregó: “Yo estoy enseñando a la gente cómo conectar el cuerpo con otra persona. En la escuela se nos enseña sobre el embarazo y las enfermedades sexuales, pero no sobre el placer”.
Jane está de acuerdo. Ella había estado viviendo una vida asexual durante casi treinta años cuando decidió tomar las sesiones de Lousada. Ella dijo que eligió a ver a un entrenador de sexo en lugar de un terapeuta sexual, debido a que sus “problemas fueron en torno a descubrir quién era [ella] como una mujer sexual”. Después de participar en las sesiones de charla y masaje íntimo con Lousada, dijo que ahora está “más a gusto con los hombres” y es capaz de “mirarse en el espejo y ver a una mujer sexy”.
El Departamento de Salud informa que “la gente visita su médico si está experimentando problemas de salud sexual” y algunos terapeutas han expresado su sospecha de entrenadores que carecen de su acreditación. Pero Lousada espera cambiar esto. Su cuerpo profesional se pondrá en marcha en los próximos meses: “El entrenamiento sexual se está convirtiendo en una nueva profesión. Necesitamos tener un código de ética, un código de disciplina y normas, con el fin de hacer este trabajo de forma segura.”
Con información de The Independent.
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