células. El proceso, también conocido como “biopsia virtual“, es el primer medio estandarizado para medir la magnitud del daño causado por la edad en la piel, y potencialmente en otras partes del cuerpo.
“Nadie ha visto jamás a través de la piel de una persona para determinar su edad“, dijo el investigador principal del proyecto, Chi-Kuang Sun, director del Centro de Imagen Molecular en la Universidad Nacional de Taiwán. “Nuestro hallazgo sirve como un índice potencial para la edad de la piel“, agregó. El método patentado ofrece una manera de diagnosticar y controlar el progreso de enfermedades de la piel
y sirve también para estudiar el daño producido por la exposición al
sol. También es un medio para medir la eficacia de los productos contra
el envejecimiento de la piel.
Según Rosemarie Osborne, investigadora de P & G Beauty, el método es eficaz, ya que vincula los cambios celulares o histológicos con la apariencia de la piel.
También tiene la ventaja de trabajar en tiempo real. El miembro del
equipo Yi-Hua Liao, un dermatólogo de la citada universidad, señaló
varios beneficios médicos del método. “El HGM es similar a las biopsias de piel
para el diagnóstico de una enfermedad, pero a diferencia de las
biopsias, no es invasivo”, dijo. Asimismo agregó que los médicos pueden
utilizar el método de “seguimiento de la eficacia de los productos
cosméticos” mediante la evaluación de las fibras de colágeno debido a la
edad o el contenido de melanina en un punto pigmentado.
Pero el método no se limita al estudio de la edad de la piel. “El HGM se puede aplicar a una variedad de sistemas de órganos, y la piel
es uno de los órganos más fácilmente manejados”, dijo Sun. El método se
basa en la generación de “armónicos” de luz láser que refulgen sobre la
piel. Al igual que las armonías musicales, estas son
vibraciones en dos, tres y más veces la frecuencia de la luz original,
que se producen cuando la luz interactúa con las células en diferentes
capas de la piel. La luz penetra un poco más de una centésima de pulgada, hasta alcanzar la profundidad en la que la epidermis se une con la dermis.
Usando microscopios sofisticados para
detectar los armónicos segundo y tercero, que se producen cuando la luz
reacciona con los componentes de la piel, el equipo crea mapas 3D de alta resolución de las células de la piel y de las estructuras dentro de ellas. Los mapas mostraron que el envejecimiento natural, libre de la exposición al sol, aumenta significativamente el tamaño de los queratinocitos basales, las células más comunes en la capa más externa de la piel, y sus núcleos. Sin embargo, los tamaños de las células de la piel, tales como células granulares, no aumentan con la edad.
Por lo tanto, el equipo llegó a la
conclusión de que los cambios relativos en los tamaños de los dos tipos
de células podría servir como un índice de envejecimiento natural de la piel
causada por factores intrínsecos, tales como el desarrollo programado y
la genética. Sun y su equipo aplicaron la tecnología a la parte
interior del antebrazo de los pacientes para asegurarse de medir sólo la edad natural de la piel,
libre de los efectos causados por la exposición al sol y otros
peligros ambientales. Los voluntarios que participaron en el proyecto
fueron todos chinos, así que para otros grupos de población la piel puede reaccionar de manera diferente.
Ya que el método es nuevo y experimental,
todavía falta determinar su grado de precisión en personas de distinta
edad y origen, así como su rango de error y de confiabilidad.
Información de Livescience. Traducción y edición de SophimaníaArtículo original y completo (en inglés) aquí
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