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Las cosas que uno medita mucho o quiere que sean 'perfectas', generalmente nunca se empiezan a hacer...
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"Cada mañana, miles de personas reanudan la búsqueda inútil y desesperada de un trabajo. Son los excluidos, una categoría nueva que nos habla tanto de la explosión demográfica como de la incapacidad de esta economía para la que lo único que no cuenta es lo humano". (Ernesto Sábato, Antes del fin)
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miércoles, 9 de octubre de 2013

"No somos la República de Cipriani"

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Pedro Salinas presenta su nuevo y controvertido libro "Al Diablo con Dios"
Entrevista publicada en Dedomedio. El periodista y autor de Estamos Jodidos, Rajes del Oficio y Alanadas regresa al ruedo literario con uno de sus más controvertidos textos hasta el momento: Al Diablo con Dios, una recopilación de artículos en la que le pone el pare a la Iglesia Católica (y a la religión en general) y con los que nos invita a...gritar —a todo pulmón y mirando hacia arriba— el provocador título de su libro. Conversamos con él… sin saber a quién encomendarnos.

El libro es una recopilación de artículos publicados previamente… ¿o estás agregando algún texto inédito?
Básicamente, seleccioné los artículos que tenían que ver con la facción más conservadora de la Iglesia y aquellos que tocaban temas por los cuales ésta se pronunciaba habitualmente: el matrimonio homosexual, el aborto, el uso de métodos anticonceptivos, los escándalos de la pederastia clerical, entre otros. También recopilé mis críticas sobre movimientos específicos como el Opus Dei, los Legionarios de Cristo, los sodálites y otros tantos que accionan en el Perú. Incluí además un repaso de los últimos años de Benedicto XVI y el tránsito hacia el Papa Francisco. En pocas palabras, de eso se trata el libro.
Ahora, el Perú es mayoritariamente católico y estos resultan temas bastante sensibles para esa gran mayoría de peruanos. ¿Por qué escribir algo de esta naturaleza?
En mi caso, se dio por una cuestión accidental: a fines de 2010, me buscó una víctima sexual de Germán Doig para contarme su caso. Recordemos que Doig era el número dos del Sodalitium Christiánae Vítae —una facción católica de raíces peruanas—, quien, luego de su fallecimiento dos años antes de la denuncia, había sido considerado para la beatificación. Es decir, estaba camino a ser el sexto santo peruano. Regresando al tema… yo fui sodálite alguna vez, conocí a Germán Doig y me costaba muchísimo creer esa denuncia. No lo hice hasta que esta persona me comentó los detalles de la misma. Su intención era contarme todo para que yo luego me contactara con quienes habían hecho la investigación interna, ya que parecían estar tratando de encubrir el caso. Luego Caretas y Diario 16 publicaron el caso y el escándalo salió a la luz. Y así empezó esta aventura literaria.
Precisamente, la actualidad de un controvertido tema como el de la pedofilia en la Iglesia Católica peruana (a raíz del caso del obispo Gabino Miranda) te brinda el marco perfecto, por decirlo así, para el lanzamiento de tu nuevo libro…
Sí, a mi libro le cae de perlas ese incidente… pero además nos revela, una vez más, cuál es el modus operandi de la Iglesia Católica en este tipo de situaciones. No lo niego… está cambiando el discurso gracias al Papa Francisco, pero en la práctica sigue ocurriendo lo mismo: un secretismo y una tendencia al encubrimiento. Jamás dan cuenta a las autoridades civiles de las violaciones a menores, como aparentemente sucedió en este lamentable caso.
Acabas de mencionar al Papa Francisco, quien para muchos representa una bocanada de aire fresco dentro de la Iglesia Católica…
Creo que lo que Francisco está haciendo es cambiar el lenguaje. Ojo, eso ya es bastante… pero solo cambia eso. No es que estemos ante un Papa progresista, porque no lo es, ya que su posición ante el aborto, el matrimonio homosexual y los métodos anticonceptivos son los mismos que ha sostenido la Iglesia durante las últimas décadas. Y lo cito: él ha dicho que es “hijo de la Iglesia” y que “hay ventanas que están cerradas”. Así que no pensemos aún en sacerdotisas, por poner un ejemplo. Ahora, lo que Francisco sí ha dicho es que los sectores más conservadores deben dejar de pontificar sobre esos temas. La Iglesia es más que controversia, ha llegado a decir.
¿Y cómo crees que reaccionaría el Papa Francisco si leyera tu libro? ¿Se escandalizaría, coincidiría contigo en ciertos aspectos o te “mandaría la moto” al toque?
En esencia, creo que “Panchito” y yo tenemos más coincidencias que diferencias (risas). Me dio esa impresión tras escucharlo detenidamente… porque siendo yo un agnóstico y crítico de estos gurúes y líderes religiosos a lo Cipriani, que se creen con gran autoridad moral y derrochan una arrogancia insoportable, este Papa predica todo lo contrario de lo que ha prevalecido en los últimos cuarenta años en su institución. Por lo menos, yo aprecio su esfuerzo por cambiar el tono y el lenguaje para destacar otros valores del cristianismo. Valores que no están enfocados, por ejemplo, en los temas de moral sexual.
Eso es por el lado de la Iglesia como institución religiosa… pero también están los fieles. ¿Crees que los peruanos en general seguimos siendo aún muy conservadores?
Hablemos con números: en un sondeo del 2012, Perú quedó entre los diez países más religiosos del planeta, incluso más religiosos que muchos Estados musulmanes. Y eso se nota en el discurso social: cuando se discuten normas como la de la unión civil, por mencionar alguna, siempre existe alguien que va con la pierna en alto. En este caso, la voz homofóbica, que tiene un origen religioso.
Con la pierna en alto, como el título de tu libro… provocador desde el arranque.
Totalmente provocador, pero también muy crítico con todos estos sectores conservadores de la Iglesia, que no solo son representados por el señor Cipriani, sino por numerosas organizaciones católicas a nivel mundial. Todos sincronizados con una hostilidad brutal con la que pretenden imponer su moral particular. Basta, señores: el Perú es un estado laico y aquí no va a venir un “cardenalito” a predicar e imponer su verdad ante la mía.
Entonces, ¿quizás el Perú sería una nación menos adormecida sin personajes como Juan Luis Cipriani?
Siento que somos un país “aborregado”, en el que Cipriani tiene espacios bastante generosos para predicar. Porque no solo lo ves en el púlpito de la Catedral —que debería ser su principal refugio—, sino que además tiene su programa de radio, seguidores y aliados tácticos como la empresa Aci Prensa dirigida por sodálites, entre otros socios estratégicos. Tiene demasiado poder… o mejor dicho, demasiado espacio y volumen, los cuales ha aprovechado bastante bien. Así que como peruanos tenemos muchas batallas por ganar contra este individuo y por la laicidad del Estado.
Siguiendo tus palabras: si vivimos en un país “aborregado”, ¿quiénes van a comprar tu libro entonces?
La verdad que no sé (risas). Ese ya es el problema de la editorial que se ha atrevido a publicarme. En fin, fuera de bromas, yo confío en que siempre hay personas conscientes de esta problemática. Sé que es un tema sensible, uno en el que no soy mayoría, pero es mi opinión y es válida. Me asiste la Constitución y no solo por el hecho de que la libertad de opinión y expresión me ampara, sino porque… ¡carajo!… ¡el Perú tiene que ser un Estado laico! ¡No somos la república de Cipriani!
Finalmente, Pedro… ¿Dios ha muerto?
Difícil pregunta para un agnóstico… pero si no está muerto, a veces parece que está de vacaciones
 
Fuente: http://lavozatidebida.lamula.pe/2013/10/09/no-somos-la-republica-de-cipriani/pedrosalinas/

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