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Las cosas que uno medita mucho o quiere que sean 'perfectas', generalmente nunca se empiezan a hacer...
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"Cada mañana, miles de personas reanudan la búsqueda inútil y desesperada de un trabajo. Son los excluidos, una categoría nueva que nos habla tanto de la explosión demográfica como de la incapacidad de esta economía para la que lo único que no cuenta es lo humano". (Ernesto Sábato, Antes del fin)
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domingo, 27 de noviembre de 2011

Las señales positivas de Ollanta Humala y el costo político

Ollanta Humala
El reto es mantener el equilibrio y no ceder a las presiones de su entorno más radical. Eficiencia e impacto de programas sociales le darán capacidad de negociación
(Foto: Dante Piaggio)
JUAN AURELIO ARÉVALO
El Comercio
En veinte días el presidente Ollanta Humala ha marcado su propia gran transformación. De su discurso en la Cumbre Iberoamericana de Paraguay, donde planteó un Estado fuerte que enfrente a las multinacionales, viró a un mensaje de “agua y oro” promotor de la inversión privada. Razón no le faltó al doctor Luis Bedoya Reyes cuando hace una semana le dijo: “Es usted una grata caja de sorpresas”.
El líder izquierdista y miembro del Partido Nacionalista Ricardo Letts Colmenares ha descrito al mandatario como múltiple, multifacético y capaz de virajes significativos. En una entrevista en Willax TV, reconoció que su retórica tras la cumbre de APEC en Hawái y su reciente discurso frente a la Confederación Campesina del Perú fueron distintos. “Es el Ollanta que quiere, pero no puede y se frena antes de precipitarse al abismo. Al frenarse algunos desprevenidos se van al abismo, ese sería Tapia”, explicó.
¿Pero realmente ha dado un giro Humala? Para el politólogo Santiago Pedraglio, el mandatario por ahora está siendo coherente con la hoja de ruta que lo llevó a la victoria presidencial en la segunda vuelta, que era claramente una propuesta de centro. Pero el analista político Luis Benavente advierte que esto trae consigo un costo: el que se opone a ella se va.
“Es la hora de las definiciones y la salida de Carlos Tapia está ligada a esto. Es algo que se dijo durante la campaña. El respaldo político social de Humala era demasiado amplio. Desde cocaleros, movimientos en Puno hasta...
una derecha liberal moderna tipo Toledo o Vargas Llosa. En un momento dado eso iba a generar una presión muy fuerte y ahora corre el riesgo de terminar acorralado”, señala.
El 31% que votó por Humala en primera vuelta lo hizo respaldando “La gran transformación”, el primer plan de Gana Perú de corte estatista y autoritario. Es ese electorado el que hoy puede sentirse defraudado y son las facciones de izquierda radical que lo acompañan quienes pueden abrirle un flanco interno. Dentro de este sector está Javier Diez Canseco, quien ya evidenció dudas sobre la postura del presidente al cuestionar si el oro y el agua son compatibles y opinó que la forma como el gobierno encara determinados problemas no es la adecuada. Sin embargo, el propio congresista ha descartado alejarse del oficialismo y ha aclarado que está comprometido con el programa de Gana Perú y la hoja de ruta.
EN BUSCA DEL EQUILIBRIO
Curiosamente, quienes no lo apoyaron durante la lid electoral hoy están pasando a sus filas. La última encuesta nacional de Ipsos Apoyo revela que en un mes la aprobación de Humala ha crecido siete puntos en el NSE A (66%) y cuatro en el B (64%), pero sufrió una caída importante de 14 puntos en el D (49%), que era uno de sus bastiones. Benavente resalta que esa suma no le favorece si quiere mantener un amplio respaldo popular. Pedraglio coincide y añade que su gran reto es trabajar por la inclusión social.
“Debe apuntar a resolver los conflictos sociales y tener una política rural que es donde está el grueso de pobres en el país. No se habla de eso, pero la pobreza en ese sector está por encima del 70% y casi no bajó durante el gobierno de García”, comenta el periodista, quien considera que el presidente no debe bajar de una aprobación del 45% (hoy tiene 56%) para así tener capacidad de negociación y un liderazgo firme que le permitan hacer reformas para una mayor inclusión social.
Si bien la eficiencia, rapidez e impacto de los programas sociales serán claves, el otro gran reto político de Humala será establecer mecanismos de diálogo con los gobiernos regionales y para eso no le funcionará el Twitter. Tanto en las elecciones presidenciales del 2006 como en las de este año, el nacionalismo mantuvo un respaldo del 51% en Cajamarca, pero hoy la protesta indefinida por el proyecto aurífero Minas Conga, apoyada por el presidente regional Gregorio Santos (proveniente de las filas del Movimiento Nueva Izquierda), ha puesto en jaque este apoyo.
Humala no la tendrá fácil. Un video divulgado por Ideeleradio esta semana demuestra que en el 2007, durante una reunión con militantes de su partido en el Gran Hotel Continental de Cajamarca, planteó la defensa del agua y dijo: “Si es necesario hacer un paro, alguna movilización, háganla y el Partido Nacionalista los va a apoyar. Es más, ¿con quién coordinamos para ayudarlos a hacer un paro?”. Luego durante la última campaña electoral el líder de Gana Perú regresó al departamento y planteó la disyuntiva agua u oro, comprometiéndose a defender las actividades de agricultura y ganadería.
Pero Benavente llama la atención en el hecho que la tensión actual entre el Ejecutivo y el Gobierno Regional de Cajamarca podría repetirse en otros lugares y básicamente por un afán de poder de los presidentes regionales. “Por ejemplo, Juan Manuel Guillén encabezó el recordado ‘arequipazo’ del 2001 oponiéndose a la privatización de Egasa. Él lideró esa movida en que hubo muertos y se reposicionó, entre comillas, gracias a eso. Los líderes regionales saben que van a tener una posibilidad de sacar provecho político enfrentándose al Gobierno Central”.
Para los analistas, el equilibrio que busca el gobierno es complicado. Al mismo tiempo que da el visto bueno a importantes proyectos de inversión privada como Conga, paralelamente deberá dar mensajes claros y uno de ellos, al menos en el ámbito minero (la explotación minera en el 2009 representó el 13,5% del PBI), deberá ser la revisión rigurosa de los estudios de impacto ambiental.
PROBLEMAS INTERNOS
¿La defensa de la inversión privada ocasionará un cortocircuito al interior de la bancada humalista? La representación de Gana Perú en el Congreso cuenta con 47 curules, 25 legisladores están inscritos en el partido y 22 son invitados, entre ellos, algunos integrantes de movimientos de izquierda radical. Los analistas no descartan una fractura en el futuro.
Al igual que el oficialismo actual, en el 2001 Perú Posible era una agrupación personalista, de influencia familiar y frágil por la diversidad de grupos que la componían. La falta de cohesión fue una de las causas por las cuales hasta mediados del 2004 la bancada chacana sufrió seis renuncias. “Humala deberá ver hasta qué punto podrá satisfacer los distintos sectores. Ahí pueden venir los antiguos temores, como la tentación populista”, alerta Benavente.

Fuente: http://elcomercio.pe/politica/1340101/noticia-senales-positivas-ollanta-humala-costo-politico

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