Luis Favre: ¿Maquiavelo o Kamikaze?

Un asesor presidencial que se respete mantiene un perfil bajo, es casi una regla de oro. Pero el publicista argentino-franco-brasileño, Felipe Belisario Wermus, más conocido como Luis Favre, se trajo abajo esa premisa con la publicitada bronca tuitera con el expectorado asesor político de la Presidencia del Consejo de Ministros, Carlos Tapia, exvocero, extraductor y ex acérrimo defensor del entonces candidato comandante Ollanta Humala, un rol que le costaría incluso la chapa de ‘El cadete Tapia’.

Lo cierto es que con este “nuevo escándalo” y los otros que en las últimas semanas hemos sido testigos y protagonistas, el asesor que evidentemente tiene toda la confianza de la pareja presidencial, ha conseguido que el mayúsculo escándalo del vicepresidente Omar Chehade pasara a un tercer plano. Prueba de ello, son las portadas de los diarios ‘serios’ y, más aún, los ‘populares’. ¡Nos olvidamos de Chehade!

Este diario fue uno de los primeros en revelar la presencia de Besilario Wermus en el Perú. Advertimos que había sido convocado con la expresa tarea de proteger al cuestionado vicepresidente por encargo del mismísimo presidente de la República. En ese momento dijimos también que no sería expulsado como se pensaba, sino tan solo sería “suspendido”, una figura legal que no existe, pero que sí fue asumida como una salida momentánea.

Quienes conocen a Favre aseguran que se trata de un tipo sumamente inteligente y que “siempre consigue lo que se propone”. Su historia personal y política así lo confirma. Pero en este caso específico, pareciera también que actuó como un kamikaze. Ha terminado expuesto y podría terminar achicharrado. No obstante, nos aseguran que don Belisario está “sumamente tranquilo”. Hasta podríamos decir que está satisfecho. Hay quienes aseguran que ahora tiene a la pareja presidencial literalmente en...
su bolsillo. “Se los cobrará, y bien”, nos dijo una fuente del Ejecutivo.

En la edición del diario La Nación de Argentina, de julio del 2003, encontramos detalles interesantes que lo describen muy bien. Podríamos decir que Favre está acostumbrado al escándalo mediático y a que los medios hablen de él, no necesariamente en los mejores términos.

El periodista Luis Esnal escribió en ese entonces desde Sao Paulo que a Favre se lo conocía como “el novio argentino de la intendenta (alcaldesa) “ Marta Suplicy, con quien se casaría en setiembre de ese año y tendría como padrinos nada menos que al entonces presidente Luiz Inácio Lula da Silva, el ministro de Hacienda, Antonio Palocci, el presidente de un banco estatal y un puñado de industriales, todos con sus respectivas esposas.

“De 63 años, argentino naturalizado francés, conoció a Suplicy hace unos dos años. Su nombre comenzó a aparecer como el de un “tercero en discordia” cuando los rumores de separación de Marta de su esposo, el senador petista (del Partido de los Trabajadores) Eduardo Suplicy, empezaron a sonar fuerte. Marta Smith de Vasconcelos y Eduardo Mattarazzo Suplicy formaban una de esas parejas con más de 30 años de casados, que toda revista entrevistaba cuando el tema era “matrimonios duraderos”. El divorcio fue firmado en marzo”, describía el corresponsal.

El matrimonio de Favre fue uno de los acontecimientos sociales del año en Brasil. Estuvo en la “boca de todos”. Fue noticia también en Argentina. Favre había sido nombrado consejero de la Secretaría de Asuntos Federativos de la Presidencia de Brasil, y también asesoraba al gobierno en su imagen hacia el exterior. Asumirá el cargo en las próximas semanas.

Pero mejor remitámonos a lo que escribió el periodista argentino-brasileño Luis Esnal. “Favre no es un personaje común. Su nombre de nacimiento es Felipe Belisario Wermus, de origen judío. Cambió su identidad, como su hermano, Jorge Altamira, para escapar de la represión en la dictadura. De paso: Altamira y Favre, para evitar discusiones familiares, no hablan de política. Entre su infancia pobre en el Abasto y su actual posición de asesor de Lula, Favre emigró a Francia, se casó cuatro veces - una de ellas con otra millonaria brasileña-, tuvo cuatro hijos con tres mujeres diferentes -dos francesas y una norteamericana-, fue dirigente del trotskismo internacional y renegó de su pasado trotskista”.

“Estamos haciendo la política de izquierda que es necesaria en este momento. Es verdad que en el pasado el PT tuvo posiciones impregnadas de tinte ideológico, pero hubo una evolución”, le dijo Favre a La Nación, al ser consultado sobre el giro del gobierno de Lula y su política económica ortodoxa. (Cualquier parecido con el caso peruano no es una excepción).

Cuando la relación con Suplicy comenzó a trascender en las revistas del corazón, Favre se hizo conocido como “el novio argentino de la intendenta”. En su adolescencia fue expulsado de varios colegios por su militancia. A los 13 años fue preso por primera vez -fueron nueve en total-, por participar de una huelga ferroviaria por la corriente trotskista Política Obrera.

Con apoyo de la red internacional del trotskismo emigró a Francia a los 20 años. En París trabajó en la imprenta de su corriente política, y fue ascendiendo hasta convertirse en responsable por las relaciones latinoamericanas de la 4° Internacional (corriente lambertista). Rompió con la 4° Internacional en 1986, “por considerar a los partidos de extrema izquierda el cáncer del socialismo, por su carácter sectario”, según le dijo a La Nación durante otra entrevista.

Fue poco antes de la ruptura que Favre inició sus relaciones con el PT. A fines de los 70 su corriente se incorpora al recién formado Partido de los Trabajadores y la Central Única de los Trabajadores de Brasil. Al romper con el trotskismo, en los años 80 se convierte en el nexo del PT en Europa. “Por eso es falsa la idea de que mi relación con el PT comenzó a partir de mi relación con Marta. Tengo 20 años de actuación en el PT”, se defendió, en respuesta a los que lo veían como un “escalador social profesional”.

Fuente: http://diario16.pe/noticia/12147-a-maquiavelo-o-kamikaze