“Al gobierno le falta rapidez y coherencia para evitar las crisis”

Giovanna Peñaflor, directora de Imasen, analiza el desempeño del Gobierno en sus primeros meses y considera que el caso del segundo vicepresidente Omar Chehade sin duda ha sido un ‘golpe muy fuerte’ que no tuvo una respuesta rápida y articulada. Advierte también la falta de un equipo estructurado para enfrentar los conflictos y sostiene que el gran reto del gobierno es proyectar a la población que cumplirá su compromiso con los más pobres del país.                                                                                                                                                                                                        
-En el caso de Omar Chehade hubo varios pronunciamientos del Gobierno; el Twitter de la Primera Dama, el Presidente le sugirió que dé un paso al costado, mientras tanto él se resiste a renunciar ¿Cómo evalúas el desempeño del Gobierno frente a este tema?
Creo que definitivamente ha sido un golpe muy fuerte. En un inicio trataron de tomar distancia del problema y terminaron pasándoselo al Congreso, que es donde tienen que tomar una decisión por su carácter de congresista. Pero creo que pudo haber una respuesta más articulada. Da la impresión que el Ejecutivo y Legislativo no tuvieran una decisión unificada, clara o contundente sobre el asunto. Por un lado, hay mecanismos que han funcionado, como la Comisión de Ética y otros que se tendrán que pronunciar, pero creo que debieron resolver el tema más rápidamente, porque en la medida que se extienda termina siendo más costoso.

-En el aspecto comunicacional, ¿cuál ha sido el desempeño del Gobierno en relación a este tipo de problemas?
Por ejemplo, la entrevista presidencial (con periodistas de distintos medios) fue buena. Creo que marcó una presencia en...
los medios que terminó siendo positiva para el ciudadano común. Sin embargo, creo que definitivamente falta rapidez para aclarar y una mayor coherencia para evitar los efectos de las crisis. Al parecer no hay una estrategia para salir a hablar, más bien parecen impulsos o decisiones individuales de los distintos actores y no una acción coordinada.

-¿Te refieres al gabinete?
Se ve en el gabinete, y creo que también entre la pareja presidencial. En general se percibe que hay una falta de coordinación, que puede ser producto de la falta de costumbre y de afiatamiento en el grupo de comunicación y que tendría que corregirse.

-¿Los cuestionamientos a algunos ministros, como de la Mujer y Desarrollo Social, Cultura y Agricultura también han sido golpes fuertes?
Creo que al principio el Premier Salomón Lerner empezó acompañando a los ministros, apareciendo claramente como el conductor del gabinete. Al parecer el estilo del Gobierno iba a ser contar con un Premier mucho más activo en los medios, y un Presidente que saliera, más bien, ocasionalmente. Eso segundo se ha mantenido, pero la presencia del Premier en los medios bajó demasiado y no ha sido la más adecuada en algunos casos. Más bien da la impresión que los distintos problemas que ha enfrentado el Gobierno se han ido resolviendo por cansancio o porque aparece otro tema, antes que por una forma de enfrentar la crisis.

-En el caso de los conflictos sociales, ¿estás de acuerdo con quienes opinan que ya acabó la tregua y la población le está pasando la factura al Gobierno para que cumpla sus promesas?
Creo que el tema de los conflictos sociales ya estaba embalsado. La aprobación de la Ley de Consulta Previa de alguna manera aminoró o contuvo algunas situaciones, pero en realidad la Ley por sí sola no resuelve el problema. Es ahí donde aparecen los problemas y el gobierno tendrá que tener cuidado para que no le pase lo que a los gobiernos de Alejandro Toledo y Alan García respecto a estos temas, donde había una actitud demasiado reactiva.

-¿En el tema de Andahuaylas les faltó en prevención y gestión del conflicto?
En primer lugar, es necesario intervenir antes que se produzca el problema. En segundo, si no se puede evitar se debería tener algún tipo de intervención mayor. Por ejemplo, el Gobierno no está diciendo claramente que va a implicar la consulta previa, se dice que ya se aprobó, pero cómo se va a operativizar, qué significa, cómo se actuará, cuál es su posición frente a las problemáticas puntuales de la minería. Eso no está siendo articulado en un mensaje claro para la gente y eso puede ser un caldo de cultivo para acciones como la que mencionas, porque hay problemas de fondo que se tienen que resolver en distintos frentes. Son muchos temas pendientes acumulados en el tiempo sobre los cuales el Gobierno necesita poner la agenda, y creo que no lo está haciendo.

-¿Se está continuando con la política de los gobiernos anteriores que le dieron la espalda a los conflictos?
Más que darle la espalda, creo que no se ha estructurado un equipo que esté funcionando bien en el tema de seguimiento de crisis. Se puede decir que tres meses no es mucho tiempo, pero también es cierto que este tipo de situaciones se iban a dar.

-El factor de la Primera Dama. Muchos dicen que ella lleva la batuta o que tiene una influencia muy fuerte en el Gobierno.
Bueno, Ollanta Humala y Nadine siempre han estado juntos, desde la campaña del 2006. Es decir, esa cercanía y protagonismo no es nueva. No es que sea una novedad para nadie que ella esté siempre presente o que tenga una opinión y que la deje saber. Sin embargo, creo que el Gobierno tiene que evaluar su presencia, porque nuestra sociedad demanda una autoridad muy fuerte alrededor de la figura presidencial. Resulta curioso porque recuerdo que decían que Ollanta Humala era demasiado duro, dictatorial y vertical, pero hoy día las críticas y los comentarios lo ponen como si él no fuera quien decidiera o mandara, como si extrañaran o pidieran un Presidente de mano dura. Esas son las ambigüedades de nuestro país, que en un momento critican una cosa y en otro la cuestionan. Además, estamos en un país muy machista y acostumbrado a primeras damas que ocupen un lugar totalmente secundario.

-En relación al Congreso de la República, pese a los esfuerzos de mejorar su imagen, seguimos con los mismos escándalos de años anteriores…
Hay casos que tienen que ver con el ejercicio de la función, pero una buena parte provienen de situaciones previas de los congresistas. En este caso es claro que ahí ha fallado el sistema de selección partidaria, de control de los organismos electorales y también del análisis de los electores. Entonces, hay un tema de fondo que no se ha resuelto sobre cómo se forma las listas de los candidatos y cómo se elige a los congresistas. Digamos que hay una falla de origen que tiene poco que ver con el manejo actual del Congreso. Pero creo que hay un esfuerzo por responder a la demanda ciudadana de actuar frente a estos casos.

-¿Cuál es la principal diferencia entre lo que va de este Gobierno y los anteriores?
Es muy pronto para hacer un balance. Los gobiernos de Toledo y García llegaron en medio de anuncios de cambio, y en los primeros meses, de alguna manera, fueron cooptados y asumieron posiciones de derecha y distanciamiento del sector de la población que votó por ellos. Obviamente puede haber giros, pero el hecho central es lo que no debiera cambiar y es lo que la gente percibió que cambió en el caso de Toledo y García. En mi opinión ese es el riesgo que tiene que evitar este Gobierno cuando comience a ser percibido como que beneficia a los grandes grupos económicos y que se ha olvidado de su lema de crecimiento con inclusión, entonces estará condenado a los mismos problemas de los gobiernos anteriores. Ese es el gran reto y esa debiera ser la gran diferencia de este Gobierno con los anteriores.

ETHEL FLORES: eflores@diario16.com.pe

Fuente: http://diario16.pe/noticia/11679-al-gobierno-le-falta-rapidez-y-coherencia-para-evitar-las-crisis