*-*

Las cosas que uno medita mucho o quiere que sean 'perfectas', generalmente nunca se empiezan a hacer...
*-*
"Cada mañana, miles de personas reanudan la búsqueda inútil y desesperada de un trabajo. Son los excluidos, una categoría nueva que nos habla tanto de la explosión demográfica como de la incapacidad de esta economía para la que lo único que no cuenta es lo humano". (Ernesto Sábato, Antes del fin)
*-*

sábado, 5 de enero de 2013

EDITORIAL: Lo que las cifras no muestran

Se inicia el 2013 con cifras macroeconómicas muy respetables. ¿Quién en el mundo no quisiera terminar con un superávit fiscal de aproximadamente 2% del PBI, un balance comercial favorable, reservas internacionales que alcanzan a aproximadamente 18 meses de importaciones y una deuda pública externa de no más del 20% del PBI?
Estas cifras son propias de un país del primer mundo y en una coyuntura internacional diferente a la de la actual crisis global. Se trata, además, de cifras macroeconómicas de crecimiento pero no de...
trabajo decente. ¿De qué desarrollo estamos hablando, entonces?
Para avanzar hacia un desarrollo sostenible y hacer frente a la crisis no deberíamos oscurecer el panorama del futuro cercano que tendremos en el Perú en los próximos años. Esto ocurre cuando se anda a tientas y a ciegas en los asuntos cruciales de la nación, sujetos al piloto automático – aunque quieran negarlo – de los intereses corporativos privados.
Seguimos sin resolver las políticas relacionadas con nuestra matriz energética, por ejemplo. El pre-aviso realizado por el BCR sobre el hecho de que nos podemos quedar sin energía en los próximos 2 años y las idas y venidas del Poder Ejecutivo sobre el Gasoducto y la Petroquímica del Sur, son indicios del entrampamiento al que el país podría sujetarse en los próximos meses.
Por otro lado, el superávit fiscal del 2% tiene su contraparte en hechos tan relevantes como que la desnutrición infantil no ha decrecido sino, por el contrario, en algunas regiones ha aumentado; pero, también en la ausencia de inversiones públicas y privadas en proyectos estratégicos productivos en un escenario en que seguiríamos afrontando la apreciación de nuestra moneda, lo cual nos hará depender más de las importaciones y menos del desarrollo interno de la industria nacional, por mencionar dos temas.
No es que busquemos aguarle la fiesta a los agoreros del triunfalismo sobre el modelo económico; sin embargo, no podemos callar frente a  una perspectiva que se avizora en el país. El potencial que debe desarrollarse con firmeza para llegar a un crecimiento económico y a un desarrollo estructural sostenido debe venir de la mano con la industrialización, la seguridad  alimentaria, la seguridad energética, las obras de infraestructura en luz, agua, carreteras, puertos, aeropuertos, etc. y la priorización de la innovación tecnológica y la investigación científica que son elementos indispensables para enrumbarnos hacia un futuro con seguridad y eficiencia. Asimismo, no podemos continuar con los deficientes servicios en seguridad pública, en salud y en una educación que aún no es de calidad. La salud, educación y pensiones no son gastos, sino inversión en derechos universales.
Para tener un futuro con justicia social y calidad de vida es necesario invertir y redistribuir. Sin apostar por el cambio, el futuro de los peruanos no será sostenible. Volvamos, pues, a los cambios que la gran mayoría de peruanos ansía y merece.
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.