Al iniciarse la etapa de la adolescencia, no solo se presentan cambios
físicos, la necesidad de formar parte de un grupo social se vuelve
sumamente importante. Durante los 13 y 16 años, los jóvenes buscan
autonomía de sus padres y prefieren a los amigos para discutir
problemas, sentimientos, temores o dudas.
Esta dependencia amical va acompañada de presiones por alcanzar mayor aceptación social y popularidad, lo que puede desencadenar en...
problemas de conducta e inseguridad en el adolescente.
Por ello, los especialistas en salud mental de los hospitales de la Solidaridad (Sisol) advierten que la presión por alcanzar un status social dentro del grupo, así como la aceptación de sus compañeros, se relaciona con el incremento de casos de intimidación, en un afán de demostrar superioridad sobre otros, ya sea con insultos o poniéndolos en situaciones ridículas.
“Los casos de intimidación en adolescentes pueden tener consecuencias graves, que derivan incluso en problemas emocionales”, expresaron.
Estas dificultades emocionales pueden relacionarse con la apatía, actitudes pasivas o de indiferencia ante la vida, problemas psicosomáticos (por ejemplo, una gripe crónica), además de ansiedad, depresión y fobias que merecen tratamiento psicológico.
Dentro de las prácticas de intimidación más severas, se encuentra el bullying, que en nuestro país ha traído consecuencias fatales entre la población adolescente, sobre todo escolar, por lo que urge tomar acciones más enérgicas para enfrentarlo.
Sisol Joven
Sisol lanzará próximamente el primer Centro de Atención Integral para Adolescentes y Jóvenes, denominado Sisol Joven, especializado en resolver los problemas de este público, especialmente aquellos de origen emocional.
Este centro estará compuesto por un equipo de profesionales calificados en el tratamiento de adolescentes y jóvenes, que, a través de una serie de programas e iniciativas, buscan beneficiar a este grupo social en el cuidado de su salud física y emocional, además de prevenir la violencia, detectando cualquier señal de alerta como aislamiento, agresividad o baja autoestima, estrés y ansiedad.
Esta dependencia amical va acompañada de presiones por alcanzar mayor aceptación social y popularidad, lo que puede desencadenar en...
problemas de conducta e inseguridad en el adolescente.
Por ello, los especialistas en salud mental de los hospitales de la Solidaridad (Sisol) advierten que la presión por alcanzar un status social dentro del grupo, así como la aceptación de sus compañeros, se relaciona con el incremento de casos de intimidación, en un afán de demostrar superioridad sobre otros, ya sea con insultos o poniéndolos en situaciones ridículas.
“Los casos de intimidación en adolescentes pueden tener consecuencias graves, que derivan incluso en problemas emocionales”, expresaron.
Estas dificultades emocionales pueden relacionarse con la apatía, actitudes pasivas o de indiferencia ante la vida, problemas psicosomáticos (por ejemplo, una gripe crónica), además de ansiedad, depresión y fobias que merecen tratamiento psicológico.
Dentro de las prácticas de intimidación más severas, se encuentra el bullying, que en nuestro país ha traído consecuencias fatales entre la población adolescente, sobre todo escolar, por lo que urge tomar acciones más enérgicas para enfrentarlo.
Sisol Joven
Sisol lanzará próximamente el primer Centro de Atención Integral para Adolescentes y Jóvenes, denominado Sisol Joven, especializado en resolver los problemas de este público, especialmente aquellos de origen emocional.
Este centro estará compuesto por un equipo de profesionales calificados en el tratamiento de adolescentes y jóvenes, que, a través de una serie de programas e iniciativas, buscan beneficiar a este grupo social en el cuidado de su salud física y emocional, además de prevenir la violencia, detectando cualquier señal de alerta como aislamiento, agresividad o baja autoestima, estrés y ansiedad.
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