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Las cosas que uno medita mucho o quiere que sean 'perfectas', generalmente nunca se empiezan a hacer...
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"Cada mañana, miles de personas reanudan la búsqueda inútil y desesperada de un trabajo. Son los excluidos, una categoría nueva que nos habla tanto de la explosión demográfica como de la incapacidad de esta economía para la que lo único que no cuenta es lo humano". (Ernesto Sábato, Antes del fin)
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martes, 8 de enero de 2013

Alejandro, Susana y la Institucionalidad


ALEJANDRO, SUSANA Y LA INSTITUCIONALIDAD

Por: Francisco Belaunde Matossian
Para "Diario16"

Alejandro Toledo y Susana Villarán tienen un primer punto en común: el intenso fuego de artillería mediática al que fueron sometidos no bien empezaron sus respectivas gestiones, como presidente de la República el primero y como alcaldesa de Lima la segunda. 
 
Ninguno de los dos pudo gozar de la “luna de miel” que caracteriza el comienzo de los mandatos. Antes bien, fueron “obsequiados” con una “luna de hiel”, para utilizar el título de una película de Roman Polanski. Así, portadas y titulares estridentes, confeccionados, no con el afán de informar sino de demoler, fueron sucediéndose desde muy temprano en su contra.
 
Un segundo punto en común, relacionado con el primero, es...
la amenaza de una terminación abrupta de sus respectivos mandatos. En el caso de Alejandro Toledo, la posibilidad de la vacancia fue planteada en diversas oportunidades. Susana Villarán, por su parte, enfrenta actualmente un proceso de revocatoria.
 
Sin duda, ambos personajes, en otra coincidencia, se esmeraron en proporcionar municiones a sus enemigos, y el resultado fue una caída vertiginosa en sus respectivos índices de popularidad.
 
Sin embargo, para cualquiera de buena fe, es obvio que la interrupción del mandato de una autoridad elegida, aunque prevista en la Constitución, es un acto extremo, con serias implicancias desde el punto de vista de la estabilidad institucional, y, en particular, en un país como el nuestro, que tiene todavía bastante camino por recorrer en ese terreno.
 
Cae también por su propio peso, y más aún en la perspectiva de lo señalado, que para evaluar una gestión se debe poner en la balanza todos los aspectos: los positivos y los negativos, los más visibles e impactantes y los menos visibles. También, por cierto, debe considerarse el factor tiempo en la maduración de iniciativas y acciones.
 
En esa óptica, no es ninguna sorpresa que un buen número de empresarios y personalidades  no particularmente proclives a Villarán se hayan pronunciado claramente a favor de que siga en su cargo. Ello a despecho de ser tildados de “liberales castrados”. En cambio, más allá de políticos con agendas partidarias, casi no hay líderes de opinión de peso y prestigio que apoyen pública y decididamente la revocatoria de la alcaldesa.
 
Lo que sucede, claro está, es que es de sentido común que, antes que las pasiones, las discrepancias ideológicas y la política menuda, debe prevalecer el interés superior de nuestra institucionalidad y del país.  

Fuente: http://diario16.pe/noticia/21683-alejandro-susana-y-la-institucionalidad

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