"¡Mahony, quédate en casa!", es el grito de guerra
contra el cardenal estadounidense Roger Mahony, acusado de haber
encubierto 129 casos de abusos sexuales contra... menores cometidos por
curas pederastas en Los Ángeles.
Ciudad del Vaticano. EFE
La presencia de varios cardenales acusados de haber tratado de ocultar casos de clérigos pederastas, uno de ellos de Los Ángeles (EEUU), Roger Mahony, ha levantado una oleada de críticas, que ha llevado a la revista católica Famiglia Cristiana a preguntar a sus lectores si consideran oportuna su presencia.
"Da tu opinión: Mahony, sí o no en el cónclave", pregunta el semanario de la Sociedad de San Pablo (paulinos) en la portada de su último número, que abre con el gran titular: "Cónclave, estalla el caso Mahony. El cardenal acusado de casos de pederastia estará entre los que elegirán al nuevo papa. En EEUU se pide que renuncie al cónclave".
"Por supuesto que no", "no es digno de su cargo", "hay que evitar que participe", son algunas de las respuestas que dan las decenas de lectores del semanario católico a las preguntas, a la vez que resaltan la necesidad de que la Iglesia dé "nuevas señales" de que sigue las indicaciones de Benedicto XVI de "tolerancia cero" contra la pederastia.
El pasado 31 de enero, el arzobispo de Los Ángeles, José Gómez, destituyó a Mahony de todos sus cargos por no haber denunciado a algunos de los centenares casos de abusos sexuales de menores cometidos por sacerdotes y por la mala gestión de los mismos.
Mahony ha dado a entender en su cuenta de Twitter que tiene intenciones de participar en el próximo cónclave y ha escrito: "Vuestras plegarias son necesarias para que podamos elegir el mejor papa para la Iglesia de hoy y de mañana".
Los pasados días, la asociación estadounidense Catholics United ya pidió que el purpurado que no participe y en esa misma línea se pronunció Kristine Ward, representante de la asociación de víctimas de curas pederastas National Survivor Advocates Coalition, que exigió al Vaticano que impida la participación de Mahony.
OTRAS JOYITAS
Mahony, de 77 años, no es el único cardenal menor de 80 y que por tanto puede votar en el cónclave, según la normativa vaticana, que está acusado de ocultar casos de clérigos pederastas.
También está el primado de la Iglesia de Irlanda, Seán Brady , de 74 años. En marzo de 2010, los medios irlandeses revelaron que en 1975, cuando era sacerdote, Brady estuvo presente en dos reuniones en las que se pidió a dos niños víctimas de los abusos del cura Brendan Smyth (fallecido en 1997, uno de los más conocidos curas pederastas del país) que hicieran un voto de silencio.
Brady reconoció el hecho y dijo que no alertó entonces ni a lo s padres y ni a las autoridades civiles sobre los abusos porque participó en aquella investigaci ón en calidad de mero administrativo, "solo para tomar notas e informar a sus superiores".
El cardenal expresó su arrepentimiento y señaló que había pedido al Vaticano el nombramiento de un obispo coadjutor que le ayudara "a desarrollar el vital trabajo de curación, arrepentimiento y renovación, incluido el contacto con los supervivientes de abusos".
El pasado 18 de enero, Benedicto XVI nombró a Eamon Martin, de 51 años, arzobispo coadjutor de Armagh, en Irlanda, la archidiócesis que preside Sean Brady.
"POR SUERTE NO ESTÁ EN PRISIÓN"
"Ningún miembro de la jerarquía católica ha luchado durante tanto tiempo y tan enérgicamente como el cardenal Mahony para ocultar décadas de abusos e intimidaciones sobre niños cometidas por sacerdotes", escribía el New York Times el mes pasado sobre él. "Por suerte no está en prisión", sentencia el Washington Post.
Hace unos días el propio Mahony escribía en su blog el dolor que le provocan las críticas de las que está siendo objeto. "Dios me ha ayudado a entender: no estoy aquí para servirlo con humildad, he sido llamado a algo más profundo: a ser humillado y rechazado por muchos. No estaba preparado para ese desafío, pero después del miércoles de Cenizas he entendido el significado de la llamada de Jesús", sentenciaba.
CLAVE
En el 2007 la diócesis de Los Ángeles, con Mahony al frente, tuvo que pagar 660 millones de dólares a las 508 víctimas de 120 curas pederastas que abusaron de ellas durante años, sobre todo en la década de los 80. La diócesis también se ha visto obligada a hacer públicas 14.000 páginas de documentos relacionados con esos casos.
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