El constante aumento de la criminalidad en América Latina obliga a los gobiernos a destinar cada vez más recursos para combatirla, lo cual ha reducido el crecimiento económico de la región. En los países de la zona es donde se concentran los mayores índices de violencia en el mundo, según la ONU y el Banco Mundial. Sin embargo, al parecer, todo apunta a que la violencia crece más rápido que...
la respuesta de los gobiernos.
La inseguridad “es la principal preocupación de los latinoamericanos”, subrayó Heraldo Muñoz, director regional del PNUD. “El problema de la inseguridad ciudadana ha aumentado en toda la región; en algunos casos con violencia letal, es decir, con homicidios; en otros casos con delitos contra la propiedad, como los robos, de modo que nadie se libra de estos problemas”, advirtió.
Violencia y criminalidad frena potencial de crecimiento económico
Sin embargo, la inseguridad no sólo es la principal preocupación de los habitantes, por delante de otros asuntos como el desempleo o la salud, según datos del Latinobarómetro, sino que absorbe una parte importante de los recursos de los gobiernos de la región: Latinoamérica invierte en combatir la violencia el 2% de su PBI.
“Estudiar las causas que originan la violencia en América Latina es importante, pero también es muy necesario lograr una mejor estimación de los costes económicos de este fenómeno”, explicó a El País Gustavo Beliz, coordinador de la Plataforma de Seguridad Ciudadana del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), quien añadió:
“Los efectos de la criminalidad se hacen evidentes en los costos de mantenimiento de infraestructuras públicas para combatirla y prevenirla. Pero también se derivan en otros más difíciles de mensurar, como el temor ciudadano a convertirse en víctimas y la desconfianza en las instituciones públicas, que puede incidir en la forma en la que se desarrollen las políticas públicas”Cada año, el 12% de los ciudadanos de la región es víctima de un acto de violencia (en África, la región con el índice más elevado, el porcentaje sólo es del 13%) y el 32% de sus empresas (cifra récord) sufre pérdidas económicas derivadas de vandalismo o de robo.
“La violencia en América Latina ha ralentizado en muchos países su potencial crecimiento económico”, explica Beliz. En México, durante el sexenio (2006-2012) —uno de los períodos más violentos del país, en el que se registraron al menos 50 mil muertes relacionadas con la llamada guerra de la droga— la economía local creció en 1,84%, “el promedio más bajo de las últimas cuatro administraciones”, según los datos del BID.
En Brasil —el segundo país con mayor índice de homicidios en América Latina—, el incremento de la sensación de seguridad en zonas urbanas sube el valor de las viviendas en $us 1.153; y en Colombia, los menores internados como consecuencia de delitos, tienen el 15% menos de posibilidades de ingresar en el sistema educativo.
Latinoamérica es la única región donde aumentó la violencia
Latinoamérica es la única región del mundo en la que la violencia aumentó en la última década, por lo que esa problemática debe incluirse en la nueva agenda de desarrollo mundial para después de 2015, cuando vence el plazo para los Objetivos del Milenio.
“Desgraciadamente, la violencia en América Latina es una de las más altas en el mundo”, ya que es la única región en la que en los últimos diez años ese fenómeno “ha aumentado en vez de disminuir”, indicó Hernando Gómez, consultor de la ONU y director de seguridad en el Desarrollo Humano en América Latina.
Según Gómez, “diez de los 18 países con tasas por encima de 20 homicidios por cada 100 mil habitantes” están en Latinoamérica, muy por encima de la tasa media mundial de 6,7.
La tasa de homicidios subió 11% en diez años
La proporción de robos en América Latina y el Caribe se triplicó en los últimos 25 años, y es además la única región del mundo donde la tasa de homicidios aumentó en la última década (11%) según datos del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
En conjunto, el índice de homicidios aumentó el 11% en la última década, y el país que sufre la mayor tasa es Honduras, con 82 por cada 100 mil habitantes, cuando la media mundial es de 6,7.
En tanto, “en los países que enfrentan bajas tasas de homicidios, como Chile, los delitos patrimoniales han aumentado fuertemente”, explicó Muñoz. Según dijo, en los últimos 25 años, la proporción de robos se ha triplicado en el conjunto de Latinoamérica.
Fuentes: La Razón, El País, EFE
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