Excelente análisis realizado por Augusto Álvarez Rodrich y publicado en el diario "La República", recomendamos su lectura:
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La confianza del Congreso al Gabinete Lerner.
Se puede discrepar, advertir ausencias o anotar énfasis que se piensen desenfocados, pero, al margen del punto de vista particular de cada persona o fuerza política, la presentación de ayer del Gabinete Lerner ante el Congreso, el debate que originó y el voto de confianza que consiguió, configuran un muy buen punto de partida para el gobierno del presidente Ollanta Humala.
A diferencia del mensaje más general de fiestas patrias, y de los anuncios dispersos hechos en el último mes en ceremonias y entrevistas periodísticas, la exposición de ayer del premier Salomón Lerner y las intervenciones ministeriales ocurridas en el pleno del Congreso configuran a un gobierno que ha dado pasos importantes en la ruta de asentar sus planteamientos.
Estos se agrupan en cuatro ejes medulares: 1) crecimiento con inclusión social en democracia; 2) igualdad de derechos, oportunidades y metas sociales alineadas con los objetivos del milenio; 3) concertación económica y social en el ámbito nacional, regional y local; 4) reencuentro histórico con el Perú rural.
Estos cuatro ejes –concordantes con la Hoja de Ruta a la que Humala se comprometió en la campaña– se aplicarán a través de diez políticas de Estado que incluyeron la mención de lo que estuvo ausente hasta ayer en el discurso gubernamental: indicadores específicos de lo que se espera conseguir.
Esto perfila mejor el Perú que el gobierno esperar dejar en el año 2016 y establece indicadores para evaluarlo. El premier anunció su deseo de volver al Congreso dentro de 180 días –en febrero del 2012– para rendir cuentas de lo avanzado.
Lo que el gobierno está consiguiendo es empezar a perfilar su propio estilo, sin romper con los esquemas macroeconómicos que han regido al país en las últimas dos décadas, y marcando su diferencia frente al gobierno del presidente Alan García.
El régimen previo, por ejemplo, no quiso apoyar la ley de consulta previa, cuya aprobación esta semana significa la partida de defunción del enfoque absurdo, excluyente y hasta racista del perro del hortelano. O, también, está el hecho de que García solo pudo llegar a conseguir un ‘óbolo’ minero de S/.500 millones, lo cual lo pinta como un total timorato frente al gravamen de S/.3,000 millones anuales negociado por el gobierno de Humala con las empresas del sector.
Más allá de la discrepancia frente al gobierno, este se encuentra en fase de consolidación y de demostración que no significaba el fin del mundo que preveían –y hasta alentaban– algunos sectores políticos.
Por último, una mala noticia: el buen desempeño del gabinete Lerner ayer en el Congreso se favoreció por una oposición inexperta, mediocre y sin ideas. La falta de una oposición leal, que fiscalice con inteligencia, es un problema que ojalá se resuelva pronto.
Se puede discrepar, advertir ausencias o anotar énfasis que se piensen desenfocados, pero, al margen del punto de vista particular de cada persona o fuerza política, la presentación de ayer del Gabinete Lerner ante el Congreso, el debate que originó y el voto de confianza que consiguió, configuran un muy buen punto de partida para el gobierno del presidente Ollanta Humala.
A diferencia del mensaje más general de fiestas patrias, y de los anuncios dispersos hechos en el último mes en ceremonias y entrevistas periodísticas, la exposición de ayer del premier Salomón Lerner y las intervenciones ministeriales ocurridas en el pleno del Congreso configuran a un gobierno que ha dado pasos importantes en la ruta de asentar sus planteamientos.
Estos se agrupan en cuatro ejes medulares: 1) crecimiento con inclusión social en democracia; 2) igualdad de derechos, oportunidades y metas sociales alineadas con los objetivos del milenio; 3) concertación económica y social en el ámbito nacional, regional y local; 4) reencuentro histórico con el Perú rural.
Estos cuatro ejes –concordantes con la Hoja de Ruta a la que Humala se comprometió en la campaña– se aplicarán a través de diez políticas de Estado que incluyeron la mención de lo que estuvo ausente hasta ayer en el discurso gubernamental: indicadores específicos de lo que se espera conseguir.
Esto perfila mejor el Perú que el gobierno esperar dejar en el año 2016 y establece indicadores para evaluarlo. El premier anunció su deseo de volver al Congreso dentro de 180 días –en febrero del 2012– para rendir cuentas de lo avanzado.
Lo que el gobierno está consiguiendo es empezar a perfilar su propio estilo, sin romper con los esquemas macroeconómicos que han regido al país en las últimas dos décadas, y marcando su diferencia frente al gobierno del presidente Alan García.
El régimen previo, por ejemplo, no quiso apoyar la ley de consulta previa, cuya aprobación esta semana significa la partida de defunción del enfoque absurdo, excluyente y hasta racista del perro del hortelano. O, también, está el hecho de que García solo pudo llegar a conseguir un ‘óbolo’ minero de S/.500 millones, lo cual lo pinta como un total timorato frente al gravamen de S/.3,000 millones anuales negociado por el gobierno de Humala con las empresas del sector.
Más allá de la discrepancia frente al gobierno, este se encuentra en fase de consolidación y de demostración que no significaba el fin del mundo que preveían –y hasta alentaban– algunos sectores políticos.
Por último, una mala noticia: el buen desempeño del gabinete Lerner ayer en el Congreso se favoreció por una oposición inexperta, mediocre y sin ideas. La falta de una oposición leal, que fiscalice con inteligencia, es un problema que ojalá se resuelva pronto.
Fuente: http://www.larepublica.pe/26-08-2011/buen-debut
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