La lomógrada Sophia Durand nos habla de este arte, a propósito de la muestra “Diana F a todo color”
ZAIDA YSLA
¡No pienses, dispara! Reza la frase que resume la labor de los lomógrafos. Sophia Durand, más conocida como Sophia Pop y una de las iniciadoras de la lomografía en nuestro país, me corrige: “Definitivamente no es que...
tomes fotografías sin pensar, que dispares por disparar, tú manejas el encuadre, sabes qué es lo que quieres … la diferencia está en que tratamos de salirnos del corsé de la fotografía establecida … tratamos de ser frescos e improvisar”.
EL DESCUBRIMIENTO
Fue en 1991 cuando Matthias Fiegl y Wolfgang Stranzinger, estudiantes vieneses, se encontraron con una de estas cámaras de juguete en un mercadillo en San Petersburgo. La Lomo Kompact Automat (más conocida Lomo LCA) había sido a mediados de los 80’s la cámara por excelencia de la Alemania socialista, y para ese entonces había iniciado su declive. Las imágenes captadas por esta cámara no proporcionaban fotografías nítidas, ni totalmente enfocadas, ni nada acorde a los cánones de la fotografía convencional. Pero era esta explosión de colores, su exagerado contraste o los filtros de luz quemando la imagen lo que cautivó a estos dos estudiantes y los motivó a fundar la Sociedad Lomográfica, con el fin de distribuir nuevamente las cámaras en desuso y transmitir el mensaje lomográfico a todo el mundo.
LA LOMOGRAFÍA O LA FOTOGRAFÍA AL AZAR
Al ver las fotografías tomadas por estas cámaras, inmediatamente a uno lo embarga un aire de nostalgia y ensueño. Los defectos reflejados en sus imágenes, producidos por los mismos defectos físicos de estas cámaras, se convierten en efectos ricamente aprovechados para dar paso a una nueva realidad, una surrealista. Apariciones de personajes, sugerencias de situaciones, ambientes de euforia, seres contrahechos, todo puede suceder al momento de disparar con una de estas cámaras. Sophia nos confiesa: “las cámaras digitales a mí me aburrieron porque ya todo calculas… y te sale perfecta”. La idea de la lomografía es dar paso el error como experimentación.
MÁS ALLÁ DE LA LOMO LCA
El movimiento fotográfico le debe su nombre, como habrán podido notarlo, a la primera cámara encontrada allá en Rusia. Sin embargo, esta tendencia comprende también el uso de otras cámaras de juguete como lo son “Diana”, creada originalmente en los 60’s y que supone una cámara más elaborada que ya cuenta con accesorios como flash, filtros de colores, y diferentes tipos de lentes. Otra es la “ColorSplash”, que provista de filtros de colores permite una mayor explosión del color. Otras cámaras de este tipo son la “Pop up” y la “Oktomat”, que cuentan con 9 y 8 lentes que se disparan simultáneamente dando como resultado 9 y 8 imágenes (dependiendo de la cámara) que dan la apariencia de una animación. La lista de cámaras continúa con la “Supersampler”, el “Fisheye”, entre otros.
MÁS DATOS – Como parte de la I Bienal de Fotografía de Lima se expone en el local de la Fundación Telefónica la muestra “Diana F a todo color” con la curaduría de Sophia Durand y la participación de 18 fotógrafos quienes retrataron imágenes con una Diana F. La muestra va hasta este domingo 10 de junio.
-Para los que quieran iniciarse en la lomografìa, Sophia recomienda comprarse la cámara iniciadora del movimiento: una LOMO LCA. Su precio es de entre US$120 y US$180.
Fuente: http://elcomercio.pe/espectaculos/1425132/noticia-lomografia-arte-tomar-fotos-camaras-juguete
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