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Las cosas que uno medita mucho o quiere que sean 'perfectas', generalmente nunca se empiezan a hacer...
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"Cada mañana, miles de personas reanudan la búsqueda inútil y desesperada de un trabajo. Son los excluidos, una categoría nueva que nos habla tanto de la explosión demográfica como de la incapacidad de esta economía para la que lo único que no cuenta es lo humano". (Ernesto Sábato, Antes del fin)
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lunes, 2 de abril de 2012

Luala de Antaño (O qué hacer para rescatar una danza)

LUALA DE ANTAÑO

Las shacapas deben haberlo elegido, él es un luala, un danzante, un conocedor de la tonada, precisa y ritual, como el juramento ante los Purumachos (seres míticos de los sarcófagos) o como esos penachos, grandes y coloridos, que le adornan la cabeza cuando su destreza y conocimiento ha llegado al punto máximo y ya no puede dejar de bailar.


Patricio Pizarro es un luala, un luala entusiasta y preocupado, ha venido de Luya, allá en Amazonas, y me ha regalado su leyenda: la danza del Chuquiac'k y Coplas o Danza Luala, es una danza de la Nación Luya Chillaos. Fue Inti Tusoko en la época preinca, Ángeles Triunfantes en la colonia, luego Chuquiac'k y Coplas o Danza Luala, ahora Danza del Arco Iris. Me ha hablado de su maestro muerto, de la vejez de otros tantos que se están yendo sin dejar herencia. De él y su primo Abisaj, convertidos ahora, en el Perú del siglo XXI, en los únicos lualas, herederos de...
una “especie” en extinción, porque los tiempos cambian, porque no hay compromiso, porque no hay tradición que sigan de cerca los más pequeños.


Patricio empezó a bailar a los tres años, edad indicada para iniciarse. A los 18, ante los Purumachos de Karajía, juramentó como danzante y sus shacapas (frutos secos combinados con cascabeles) cantaron su mejor melodía. Patricio ha seguido el camino que le enseñaron y ha danzado ante el Señor de Gualamita, el patrono de Lámud, un cristo enorme y milagroso, un Nazareno que avanza en su anda, sentado e imponente, un Jesús que tiene pacto con la lluvia y derrama las bendiciones a un pueblo que lo venera cada 14 de setiembre.


Tocadores solo hay dos, aquellos que hacen sonar la flauta, la andara  y un pequeño tambor llamado tinya. Del Churero, personaje que se prende de un churo o gran caracol, la trompeta luala, solo queda uno de los muchos que había en el pasado. Los niños que Patricio tiene como pupilos están aprendiendo a bailar, lo acompañan incluso, pero habrá que esperar a que cumplan 18 años para saber si harán el compromiso divino y milenario que los transforme en lualas.


La encrucijada reproduce una preocupación mayor, la transmisión de generación en generación, los viejos no han encontrado descendientes para entregarles la posta. Es más, Patricio no tiene la certeza de que sus alumnos asuman el desafío con suma devoción. Por eso cree que es urgente declarar a esta expresión originaria como Patrimonio Cultural de la Nación antes de que desaparezca. Quizá con la declaratoria sea posible motivar su recuperación y puesta en valor. ¿Así funcionará el sistema?

Por Sonaly Tuesta

Fuente: http://diario16.pe/noticia/15190-luala-de-antaa-o

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