Un nuevo ángulo controversial surgió en relación a la Carretera Interoceánica Sur: Luis Thais, ex presidente del Consejo Nacional de Descentralización, exhortó al gobierno a que brinde explicaciones sobre el sobrecosto de 460 millones de dólares en la construcción de esta vía internacional, toda vez que se presupuestó originalmente 890 millones de dólares y terminó costando 1,350 millones.
“Queremos saber por qué hubo el aumento de costos, porque esa carretera ha costado 460 millones más. Que la población lo sepa”, sostuvo.
Thais, quien participó en el 2005 en el proceso de proyectar la obra, manifestó que los 460 millones demás es “una diferencia importante y tienen que revisarla. Especialmente porque OSITRAN, que es el organismo que tiene que mirar esto, no estaba de acuerdo”.
El ex funcionario explicó que el impulso de la referida obra enfrentó múltiples obstáculos, entre ellos el costo que, para los organismos técnicos, era -desde el inicio- elevado.
“OSITRAN no quería, tampoco quería el SNIP, pero tuvimos que hacer cosas para sacar el decreto (que autorizó la obra)”, dijo.
Explicó que las tres Interoceánicas (Norte, Centro y Sur) fueron concebidas durante el gobierno del presidente Toledo, recién iniciado el Consejo Nacional de Descentralización. “Se diseñaron los ejes y corredores de desarrollo que el Perú tendría con miras a la descentralización”, dijo.
Recordó, por ejemplo que el 23 de Junio del 2005 se firmaron los acuerdos para diseñar los tramos que no estaban hechos en la Interoceánica Sur, y luego de eso el 5 de agosto se crea una Comisión interministerial, compuesta por gobiernos regionales y alcaldes, a fin de preparar el programa de desarrollo del sur del Perú, cuya columna vertebral era la carretera. “De manera que esta no es una carretera, este es un proyecto de desarrollo del sur”, acotó.
Precisó, incluso, que elplan de desarrollo en toda la zona de influencia de la Interoceánica, compuesta por 11 departamentos, demandó un presupuesto de 14 mil millones de dólares para 10 años, de los cuales el sector privado iba a aportar 10 mil millones, entre asociaciones públicas-privadas e inversión privada directamente en minería, entre plantas de transformación minera, etc., mientras que 4 mil millones eran gasto público. “Eso se le entregó al señor García antes de que asumiera el cargo, y vino una delegación del sur a entregarle ese plan, para que ejecutara eso y de una vez desarrolláramos el sur del Perú, que es la parte más olvidada, a pesar de ser la más rica”, dijo.
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