Diez meses después de que Ollanta Humala llegara al poder, el análisis
de los denominados ‘garantes’ del gobierno ya no es el mismo de julio de
2011. Uno de ellos, Álvaro Vargas Llosa, dijo que si bien no se deben
perder las esperanzas de que las cosas mejoren, sí se advierte el riesgo
de que el régimen caiga en una actitud defensiva si no se decide a
iniciar un conjunto de reformas.
“Creo que si el gobierno no empieza a multiplicar las iniciativas
políticas, a adoptar un conjunto de reformas, se corre el riesgo de...
quedar atrapado en actitudes más bien defensivas, y la iniciativa la
tendrán entonces los radicales que saben aprovechar estas
oportunidades”, indicó en RPP.
El analista político consideró que es momento de realizar este tipo de
reformas, destinadas a ampliar la base social del modelo, luego de que
se superara un periodo en el que el gobierno de Humala estuvo más
preocupado en administrar la herencia y “no ser acusado de descarrilar
el sistema”.
También consideró que al gobierno le está faltando “más imaginación
política” para afrontar mejor los conflictos sociales, lo cual se
traduce en que la población considere como reales demandas “delirantes”,
como ocurrió en Espinar (Cusco) cuando se planteó subir de 3% a 30% el
aporte de la empresa al fondo social.
Entre las reformas urgentes señaló que considerando que mucha gente
está desconectada con el Estado, se requiere otras iniciativas que no
solo se centren en programas sociales, “que no están llenando ese vacío
político”.
“Si bien pedir una reforma cabal es algo iluso, por el contexto, por lo
menos se debe iniciar una reforma que dé a la gente la sensación de que
las autoridades están de su parte”, añadió.
Asimismo, criticó a la izquierda moderada que respaldó a Humala, pues
ahora se preocupa más en desestabilizar al gabinete de Oscar Valdés, en
vez de exigir reformas.
“Si la izquierda moderada deja tarea a la radical, y plantea que los
grandes temas son cómo me tumbo a este ministerio u otro, o cómo le gano
la moral al Presidente, lo que tenemos es que la izquierda radical es
la que gana espacios”, expresó.
EXPLICACIÓN AUSENTE
Vargas Llosa indicó que era evidente que Humala iba a tener que pagar
“un precio político” por haber llegado al poder con un plan diferente al
que sostuvo cuando ganó la primera vuelta (la Gran Transformación), y
también habrá un sector de la población que se sentirá traicionada.
“¿Qué hacer? Primero tener un intenso grado de comunicación, que ha
faltado. Puede ser el Presidente, y si él quiere tener un estilo austero
(…) esa función tiene que cumplirla el primer ministro, la bancada
congresal, que se eligió en primera vuelta, pero que apoyó la Hoja de
ruta. Ellos son los interlocutores entre el Presidente y la base social
para explicar por qué es inaplicable el primer plan (Gran
Transformación) y por qué es fundamental el segundo”, señaló.
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