“No es inusual que un problema matemático quede irresuelto por siglos. Ya los griegos se planteaban preguntas que fueron resueltas solo en el siglo XIX”, asegura Helfgott en una entrevista a radio Filarmonía. La conjetura débil de Goldbach enuncia que, todo número impar mayor que 5, puede expresarse como suma de... tres números primos. La demostración de esta conjetura ocupa 133 páginas. El matemático británico G.H. Hardy pasó gran parte de su vida intentando resolverla. Al no lograr su objetivo, concluyó que se trataba de uno de los problemas irresueltos más difíciles de las matemáticas, el cual ha sido solucionado 271 años después de ser planteado por un matemático peruano de 35 años, llamado Harald Helfgott.
Esta conjetura recibe el nombre de “débil” pues la conjetura fuerte de
Goldbach sobre la suma de dos números primos, si se demuestra,
demostraría automáticamente la conjetura débil de Goldbach. Es decir, si
cada número par mayor que 4 es la suma de dos primos impares, se puede
aumentar tres a los números pares ascendentes que 4 para producir los
números impares mayores que 7.
Para llegar al resultado final, Helfgott cuenta que debió mejorar
muchas técnicas de varias áreas, algunas de ellas aplicadas. “Por
ejemplo, necesitaba cotas explícitas para lo que se conoce como
funciones parabólicas cilíndricas; estas habían sido utilizadas por
mucho tiempo por físicos e ingenieros, pero, si bien había una buena
serie de trabajos de alrededor de 1960, no tenían lo que necesitaba, así
que tuve que derivar cotas explícitas yo mismo. Estas serán de interés
para los especialistas de las ramas aplicadas, quienes ahora, sin duda,
retomarán esa parte de mi trabajo y la mejorarán a su vez. Doy un
ejemplo menor pero espero que sea bastante típico”, explica.
ACERCA DE
Limeño de nacimiento e hijo de científicos, Helfgott recuerda que sus
padres, desde muy joven, lo alentaron en sus intereses. “Cuando tenía 12
ó 13 años, comencé a ir a grupos de jóvenes que se reunían en San
Marcos y la Católica para entrenarse para las competencias (‘olimpiadas
de matemática’) a nivel latinoamericano. Pronto, se nos hizo claro que
la competencia no era lo más importante. Lo importante era aprender
juntos, pedir consejos a estudiantes con más experiencia, y conocer a
jóvenes de otros países con los mismos intereses”.
A pesar de su juventud, ya ha sido reconocido con distintos galardones,
entre los que figuran el Premio Leverhulme, otorgado por la Fundación
Leverhulme, el Premio Whitehead, otorgado por la Sociedad Matemática de
Londres, y el Premio Adams, otorgado por la Facultad de matemáticas de
Cambridge y el St. John’s College. Actualmente, reside en Paris y se
desempeña como investigador en el Centro Nacional para la Investigación
Científica.
MILAGROS OLIVERA
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