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Las cosas que uno medita mucho o quiere que sean 'perfectas', generalmente nunca se empiezan a hacer...
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"Cada mañana, miles de personas reanudan la búsqueda inútil y desesperada de un trabajo. Son los excluidos, una categoría nueva que nos habla tanto de la explosión demográfica como de la incapacidad de esta economía para la que lo único que no cuenta es lo humano". (Ernesto Sábato, Antes del fin)
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jueves, 26 de mayo de 2011

Cómo Estados Unidos encontró, espió y mató a Osama Bin Laden

La prensa americana publica casi a diario retazos de la misión que acabó con Osama bin Laden. Las fuentes son siempre funcionarios o políticos anónimos que han tenido acceso a los detalles de la operación. Casi nada se confirma oficialmente. Miembros de la administración y el ejército no están contentos con las filtraciones. Pero son inevitables en una noticia de este calado.
Este relato de cómo Estados Unidos logró matar a bin Laden está hecho con fragmentos de varias informaciones. He esperado todos estos días para que hubiera más datos y mejor contrastados. Pero aún nada es definitivo. Conforme aparezcan nuevos detalles o correcciones, actualizaré el post.
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Estados Unidos ofrecía 25 millones de dólares a quien delatara a Osama bin Laden. La recompensa quedará sin pagar. Nadie del círculo íntimo del líder de Al Qaeda le traicionó. Estados Unidos intuía que el único modo de encontrarle era identificar a alguien de su confianza que sin querer les llevara hasta su escondite.
Entre 2002 y 2003, la CIA oyó por primera vez el nombre de Abu Ahmed al-Kuwaiti, un presunto correo de Al Qaeda. Según el director, Leon Panetta el nombre procedía de un detenido que no estaba en manos de la agencia y que por tanto que no fue torturado para obtener esa información.
Meses después, en 2003, preguntaron por Kuwaiti a Khalid Shaikh Mohamed (en la foto), el cerebro del
11-S, capturado en marzo de ese año y que fue torturado con breves asfixias en agua 183 veces. (Mohamed sigue aún en Guantánamo a la espera de juicio.) Dijo que le había conocido, pero que se había retirado y que no tenía importancia.

En 2004, Estados Unidos capturó en Irak a otro miembro de Al Qaeda, Hassan Ghul. Según dicen funcionarios americanos, no le torturaron y cuando le preguntaron por Kuwaiti les dijo que era un correo de confianza de tres hombres importantes: Bin Laden, de Mohamed y de Abu Faraj al-Libi, que sustituyó a Mohamed cuando le capturaron.
Un año después Estados Unidos detuvo a Libi. Cuando le preguntaron por Kuwaiti dijo que no sabia quién era. Dio otro nombre como correo, de alguien que nunca apareció; es probable que mintiera. Cuando por otro lado le pidieron de nuevo a Mohamed por Kuwaiti, repitió su vieja historia.
Tras la muerte de Bin Laden, ha habido un debate sobre la necesidad de la tortura para sacar información. El gobierno americano no ha descrito el proceso exacto que les llevó hasta Kuwaiti, pero en una carta del director de la CIA al senador John McCain reconoce que la información esencial no salió de interrogatorios “forzados”, pero parece que sí de detenidos en Guantánamo o en las cárceles secretas de la CIA. En algunos casos, los torturados llegaban a mentir o desinformar, como ocurrió con Khalid Shaikh Mohamed.
Las negativas de dos hombres clave de Al Qaeda sobre Kuwaiti les hizo sospechar. Desde 2006 se concentraron en dar con un correo que les llevara hasta Bin Laden más que en confiar en el chivatazo de alguien que lo hubiera visto. Kuwaiti, a pesar de las dudas, era el mejor indicio.
Según dicen aquí, en 2009, los servicios secretos pakistaníes (ISI) dieron a la CIA el número de teléfono de Kuwaiti en una llamada que interceptaron. Es la única fuente en la que he visto esta información. En las otras, la pista de Kuwaiti desaparece hasta que la misma CIA detecta una llamada suya a un amigo. Aquí dicen que fue la misma CIA que descubrió esa llamada y el número tras cuatro años de perseguir a Kuwaiti.
Sea como sea, tenían el número de una persona de confianza de Bin Laden. No era definitivo. Según dan varias fuentes, Kuwaiti se alejaba 90 minutos de la casa donde vivía hasta poner batería en su móvil para llamar. Pero un día utilizó la tarjeta que Estados Unidos había detectado cerca de su barrio de Abbottabad. Es un error de principiante que sirve para que encajen las piezas. Lo único seguro es que la CIA consiguió la proeza en espionaje electrónico de dar con la hipotética casa donde vivía Kuwaiti para empezar a espiarla. Era el verano de 2010.


Cómo se espía un chalé de muy lejos

La CIA usó dos métodos para grabar o detectar lo que ocurría en ese chalé para ver quién vivía allí: satélites y aviones sin piloto y alquilar una casa en el barrio.
Los satélites consiguen sobre todo buenas fotos; sirven para dar una idea de la estructura del lugar. Los aviones sin piloto o drones son más adecuados para grabar movimiento. Luego la Agencia Nacional de Geointeligencia Espacial se encargaba de crear modelos virtuales con esos datos.
Las imágenes mostraban a alguien que salía a pasear por el jardín del recinto. Paseaba tanto que le llegaron a llamar el “deambulante” (pacer). La CIA sabía que Bin Laden medía 1,93 centímetros. Pero no podían comparar su figura con por ejemplo el tamaño de marcos de puertas o ventanas por falta de información. La máxima precisión a la que llegaron fue decir que medía entre 1,85 y 2 metros. Nunca tuvieron una imagen de su cara. Las grabaciones daban también mujeres y niños en el recinto.
El drone que tomaba las imágenes no podía ser un avión cualquiera. Los Predators y Reapers; que Estados Unidos utiliza para grabar y atacar sus objetivos en las montañas en la frontera entre Afganistán y Pakistán hacen ruido y son fáciles de detectar en un radar. Pakistán permite esos vuelos. Pero espiar un chalé a 50 kilómetros de la capital, Islamabad, y en una ciudad donde está la principal academia militar del país, hubiera sido distinto. Si Pakistán hubiera detectado el avión es probable que lo hubiera intentado derribar.
Así, esta misión era para un drone especial, el RQ-170 Sentinel, que apareció en el aeropuerto de Kandahar, en Afganistán, en 2009. Los expertos militares lo apodaron la “Bestia de Kandahar” y se preguntaban para qué podría servir algo tan sofisticado.

Nadie ha confirmado su uso para espiar a Bin Laden, pero para algunos especialistas no hay duda. Según dicen aquí, las imágenes que vieron Obama y el equipo de seguridad nacional la noche del asalto eran también del RQ-170.
Osama bin Laden huyó de la frontera con Afganistán y de su amplio séquito para no despertar las sospechas de los drones, que atacaban a otros miembros de Al Qaeda. Optó por esconderse donde esos aviones no iban a llegar: en pleno corazón de Pakistán. El secretario de Defensa americano, Bob Gates, ha dicho que no hay pruebas de que el gobierno pakistaní lo supiera, pero que “alguien” allí lo sabía.
Bin Laden vivía en un chalé en un barrio normal. Solo llamaban la atención los altos muros y el secretismo de los inquilinos. La casa, para los vecinos, era de los dos hermanos Arshad y Tariq Khan y sus familias. Arshad era Kuwaiti. Las mujeres y los niños apenas salían a la calle. Incluso algún vecino especulaba con que habían ido hasta allí para esconderse.


La naturalidad del vecindario pudo permitir a espías de la CIA instalarse allí. La mansión de Bin Laden no tenía ni teléfono ni internet, lo que hizo aumentar las sospechas. Pero no tenían certezas. Nadie podía asegurar que el “deambulante” fuera Osama bin Laden. Había entre un 60 y un 80 por ciento de opciones de que allí viviera bin Laden, especulaban en Washington. El más conservador era el jefe del Centro Nacional de Antiterrorismo, que daba un 40 por ciento aunque, cuando le preguntaron, dijo: “Es un 38 por ciento más de lo que hemos tenido nunca”.
Si el presidente quería arriesgar, había dos opciones: un misil o una misión. El misil era más fácil pero no se sabría nunca quién había allí y morirían a la vez mujeres y niños. Se optó por mandar a un grupo de comandos, con intérprete y un perro, Cairo, un nombre que no ha caído bien en el mundo árabe.

Cómo se mató a Osama bin Laden

Cinco helicópteros salieron de Jalalabad, Afganistán, a más de cien kilómetros del destino. El director de la CIA confirmó que dos Blackhawks llevaban a 23 comandos del eguipo 6 de los Navy Seals, un cuerpo de las fuerzas especiales. Los dos helicópteros estaban equipados para pasar desapercibidos ante radares y disminuir el ruido de las hélices.
Además parece ahora que otros tres Chinooks hicieron la mitad del trayecto hasta Abbottabad con otros dos grupos de Seals, por si el primer comando necesitaba ayuda. Uno de los helicópteros iba vacío para ir a rescatarles si fuera necesario. Lo fue.
Aquí está el relato más probable hasta hoy de lo que ocurrió. El plan inicial era que bajaran tres comandos por cuerdas en el piso de arriba del chalé de bin Laden. Serían los que darían con él. El resto bajaría también con cuerdas al jardín y de allí entraría por abajo. Los Seals se deberían encontrar dentro, a medio camino.
Todo falló cuando a un helicóptero se le enganchó la cola en un muro. Tuvieron que bajar todos los soldados en el jardín. Recibieron allí los únicos tiros, probablemente de Kuwaiti o de su hermano. Murieron los dos, además de otro hombre y una mujer. Tres soldados empezaron a subir. Se encontraron con bin Laden en un pasillo y se metió hacia un cuarto. Entraron tras él. Una mujer se les echó encima y gritaba que no mataran a Osama. El primero que entró la apartó. El segundo disparó dos tiros a bin Laden, uno en el pecho y otro en la cara. Había en la habitación un rifle AK-47 y una pistola, pero no los utilizó.

La primera parte de la misión duró 15 minutos. Luego hicieron tres cosas en 23 minutos más: llevarse el cuerpo de Osama bin Laden, hacer estallar al helicóptero accidentado para que la tecnología no cayera en manos enemigas -los chinos se interesaron en seguida- y recoger todos los documentos y ordenadores que encontraran en la casa.
Uno de los Chinooks voló para recoger a los que se habían quedado sin helicóptero. Llevaban todo lo que habían podido acumular y el cadáver de bin Laden. Volaron hasta la base de Bagram, de nuevo en Afganistán. La misión había acabado. Dentro de poco tendrán otra.

Fuente: http://www.obamaworld.es/2011/05/22/como-estados-unidos-encontro-espio-y-mato-a-osama-bin-laden/

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