Columna del Director
César Lévano
cesar.levano@diariolaprimeraperu.com
Rafael Rey, el político que auspició el decreto Fujimorista que amnistió a los asesinos del Grupo Colina, ha vuelto a las andadas. Se lanzó ayer contra LA PRIMERA por nuestro titular de primera página: “A mí no me consta que Montesinos sea un asesino, dice candidato Fujimorista (Rafael Rey)”.
Herido en su honor, según él, estremecido en su sensibilidad, insinuó que habíamos falseado una declaración que hizo en televisión. Rey no había leído, por lo visto, un titular, de tamaño mayor que el nuestro, de Diario 16, que escribió: “No le consta que Montesinos sea un asesino. Candidato a LA PRIMERA vicepresidencia del Fujimorismo dice que no cree que el ex asesor sea un criminal”.
La República, por su parte, escribió en su página cuatro: “No sé si Montesinos mató… Montesinos está condenado y ha cometido graves delitos. Si entre estos delitos está el asesinato directo, no lo sé y no me consta”.
O sea que no habíamos mentido ni exagerado.
Rey, como militante del Opus Dei, detesta el periodismo libre. Si llegara al poder, ya sabemos cuál sería su primera víctima.
El aspirante a vicepresidente del Perú expone en realidad una de las líneas argumentales con que la mafia espera liberar a Alberto Fujimori y sus cómplices. Refiriéndose a las declaraciones de Rey, Mario Vargas Llosa desveló la maniobra al declarar en Ideeleradio:
“El razonamiento lógico desde el Fujimorismo es que Montesinos no tiene la culpa y no hay ninguna razón para que esté en el calabozo cumpliendo condena, todo eso es producto de la inquina política y, entonces, (ellos dicen) hay que reparar esa injusticia, abrir los calabozos y (que) salgan a seguir haciendo de las suyas y además esta vez legitimados por el voto de los peruanos”.
De eso se trata. Detrás de la campaña electoral y de las maniobras tácticas de sus voceros, hay grandes intereses pasados y futuros y complicidades siniestras de ayer que buscan el retorno al poder de asesinos, ladrones y corruptos, para reanudar la faena.
Rey no sabe si Montesinos es un asesino, porque él no lo ha visto matar. Con el mismo criterio podría decir que no sabe si Fujimori es culpable en el asesinato de La Cantuta y la masacre de Barrios Altos, porque él (Rey) no estuvo ahí.
Contra ese argumento especioso está el hecho de que los dictadores suelen encargar a otros la realización directa de sus crímenes. Que se sepa, Hitler no mató a nadie con sus propias manos. El propio Alan García, tan amigo de Rey, declaró que en la matanza de El Frontón, Agustín Mantilla, su ministro del Interior, actuó por su propia cuenta.
Se contradice Rey cuando alega, respecto de Montesinos: “tengo entendido que está condenado como autor mediato”. De eso se trata, y ninguna triquiñuela de ningún defensor de impunidad para asesinos podrá borrar esa autoría.
Fuente: http://diariolaprimeraperu.com/online/columna-del-director/rey-defensor-de-asesinos_86892.html
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