La campaña electoral ha puesto a gran parte de la población entre la espada y la pared. La duda y el miedo nos invaden. ¿Por quién votar? ¿Cuál es el mal menor? ¿Quién dice la verdad, quién miente? ¿Ollanta Humala o Keiko Fujimori? Las dudas son muchas y muy válidas porque los dos aspirantes al sillón presidencial tienen muchos factores en contra.
La psicoanalista Carmen Gonzales, con más de 20 años de experiencia en terapia psicoanalítica y terapia radial, más conocida como la ‘doctora Cachetada’, revela su apreciación profesional sobre los candidatos a la presidencia de la República y brinda algunas recomendaciones para realizar una evaluación propia de su desempeño en el debate electoral de hoy.
Mediante una conversación telefónica, la experimentada psicoanalista nos explica que la voz expresa emociones, “lo que llevamos dentro”, pero hay una diferencia entre hablar y verbalizar. Hablar es pronunciar palabras, mientras que verbalizar es expresar lo que hay en el alma a través de las palabras.
Por ello es importante analizar las palabras y personalidades de los candidatos, porque de esa manera se puede saber si realmente son sinceros.
La Dra. Gonzales recomienda que, antes de cualquier análisis profundo, lo primero que se debe tener en cuenta es cuál de los candidatos nos conmueve más. Recordó que el debate “no es un concurso de oratoria” y que, más allá del discurso, lo importante es qué emociones nos produce. Explica que, clínicamente, a este fenómeno se le denomina “contratransferencia”, que aplicado a este caso se refiere a las emociones que produce en nosotros lo que dice el candidato o candidata.
La destacada psicoanalista advierte que las emociones que nos transmitan pueden estar influenciadas por conceptos predeterminados que cada uno tiene, y es categórica en decir que “la neutralidad no existe” pero se puede hacer el esfuerzo por ser neutral. “Todos vamos a llegar al debate con nuestras simpatías y antipatías”, precisa.
Sin embargo, será más fácil hacer este ejercicio para los indecisos. “Lo importante es saber si el candidato o candidata nos están hablando desde su cabeza o del corazón”, argumenta.
A continuación, algunos aspectos que podemos tener cuenta para el tan esperado debate presidencial:
Voz
- No solo hay que tener en cuenta la subida o bajada del tono de voz, sino su frialdad.
- No es la palabra, sino la emoción que produce.
- Los discursos pueden ser iguales, lo importante es cómo se dicen.
- Tratar de determinar de dónde nos hablan: del cerebro o del alma.
- La palabra puede ser vehículo de mentira, lo importante es el sentimiento detrás.
- Hablar sin errores no necesariamente es lo mejor. El lenguaje perfecto dice que estamos frente a una máquina sin emociones. Lo perfecto puede ser muy peligroso.
- El que se equivoca al hablar no comete un error, sino un acto fallido.
- Cuando alguien se altera puede ser peligroso, pero se sabe frente a qué persona se está.
- El nerviosismo no siempre refleja inseguridad, sino falta de costumbre frente al público.
- El silencio también es una respuesta.
Rostro.
- Es importante que los ojos reflejen emoción, que transmitan sentimientos.
- Podemos ver qué sentimientos nos transmite por el brillo en la mirada.
- Es importante que un rostro exprese emociones, ya sea preocupación o molestia. La ausencia total de emociones puede ser muy peligrosa.
Sonrisa.
- La sonrisa tiene que darse en el momento en que se habla, ni antes ni después.
- Tiene que ser en el momento que hay un motivo, de lo contrario puede ser una “sonrisa inmotivada” o “manipulada”.
- Una risa sí revela mucho, pero hay que analizarla. Puede ser de burla o pensada para salir del problema.
Temperamento y postura
- Hay que fijarse en las razones porque se molesta una persona, si hay provocación.
- A veces es más confiable quien se molesta que quien permanece frío y helado porque no expresa sus emociones.
- No hay que dejarse engañar por la aparente tolerancia.
- El movimiento del cuerpo también es importante, revela humanidad.
- Una persona estática es como un robot.
Significados
Hablar. Pronunciar palabras
Verbalizar.Expresar lo que hay en el alma, a través de las palabras.
Frialdad.Ausencia de emociones, de calor humano. Se produce cuando hay una desconexión entre pensamientos y emociones.
Serenidad.Resultado del reconocimiento y administración de emociones.
Ollanta Humala.
Se le percibe como una persona reservada que habla lo necesario. Ollanta Humala es de poco hablar, es más bien tímido frente a las cámaras. En cuanto a su sonrisa, no es una persona que sonríe para el público, aprieta los labios a veces mientras escucha al otro. Sin embargo, cuando se ríe lo hace con todo el rostro y en forma espontánea.
Rostro.Siempre muestra un rostro preocupado. Quizás, vivir en un hogar exigente hace que las cosas las tome con demasiada seriedad. Este rasgo debe haber hecho que sea difícil de asesorar por sus marketeros.
Voz:En una conversación, mide el terreno, su voz es cauta, sin subidas o bajadas notables. Sin embargo, expresa cierta ansiedad, como si desconfiara. Cuando se siente con mayor confianza su voz es más expresiva, dice lo que está sintiendo. Puede titubear si no está seguro o si algo lo impacta. Puede enfadarse si siente que le están diciendo algo que él cree que no es cierto.
No responde al modelo de político tradicional.
Keiko Fujimori.
Se percibe como una persona con experiencia en tratar con público. Dice aquello que tiene que decir. Es la primogénita, la preferida del padre poderoso, se identifica con él y cumple el mandato paterno. Está acostumbrada a las cámaras como el padre, pero tiene mayor vocabulario que él, cuya lengua materna es el japonés. Es una persona estudiosa, sus compañeras relatan que era hasta chancona. Sigue los consejos de sus marketeros.
Rostro: Cuando presta declaraciones su rostro se vuelve automáticamente circunspecto, como si necesitara vender seriedad. Sin embargo, en situaciones extremas e imprevistas pierde la compostura.
Voz: Su voz tiene una frialdad que puede ser confundida con serenidad. Puede pronunciar un discurso perfecto, con puntuaciones y acápites, que puede parecer brillante, pero si se observa, carece de alma, no conmueve. Su voz no expresa ni la más mínima ansiedad, temor, angustia o pena. Según su mamá, puede ponerse muy furiosa, como un diablo o algo así, lo que confirma una inmadurez emocional donde no hay manejo de emociones sino ausencia de ellas.
Keiko Fujimori solo habla, no verbaliza. Lo que dice, lo expresa con cálculo político. Esto revela que habla lo que cree que es bueno para sus objetivos. Hay ausencia de ternura, lo que sería otro rasgo de identificación con el padre. Sonríe cuando tiene que hacerlo y muchas veces para demostrar que lo que le imputan no le importa.
Fuente: http://diario16.pe/noticia/5547-tips-para-medir-la-sinceridad
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