Piden reformas de fondo. Beingolea dice que los casos de Crousillat y Antauro son solo ejemplos del caos. Plantea privatizar las prisiones.
La crisis del sistema penitenciario no da para más. Aunque el problema ya tiene varios años sin ser atendido, los últimos acontecimientos han provocado la destitución en menos de 24 horas de dos directores de penales. Uno por las gollerías permitidas a Antauro Humala en Piedras Gordas, y la otra por la irregular salida de José Francisco Crousillat, quien se paseaba por Lima a sus anchas.
Frente a este caos, el legislador Alberto Beingolea, a la sazón titular de la Comisión de Justicia, consideró que es necesario ver el tema de fondo, que es replantear el sistema carcelario. “El problema de la lucha contra la criminalidad ha sido poner solo ‘parches’ y no buscar una solución profunda”, aseguró.
Por eso, dijo que la solución “no puede ser rápida ni inmediata” y que más allá de las destituciones o pedidos de investigación, hay que poner en el debate propuestas importantes, ante lo que mencionó la posibilidad de privatizar las prisiones.
“No sé si es una solución final, pero hay que ponerlo en el debate. Si las cárceles manejadas por el Estado no funcionan, lo más inteligente es buscar una alternativa”, afirmó el congresista.
Por su parte, la congresista Lourdes Alcorta criticó los excesivos beneficios que reciben algunos internos. “Los presos están detenidos porque están siendo castigados. Eso de la resocialización viene después”, afirmó.
Por ello, se mostró a favor de que las cárceles se privaticen, y que estas se ubiquen fuera de Lima y en lugares alejados de la ciudad. “Actualmente no hay prisiones de alta seguridad en el Perú”, agregó.
Menos radical fue el legislador de Fuerza 2011 Octavio Salazar, quien pidió que, antes de sancionar a las autoridades del INPE, hay que revisar si tienen los recursos necesarios para poder trabajar. “¿Cómo censuramos a las autoridades si, quizá, no tienen los medios de seguridad?”, dijo.
La crisis del sistema penitenciario no da para más. Aunque el problema ya tiene varios años sin ser atendido, los últimos acontecimientos han provocado la destitución en menos de 24 horas de dos directores de penales. Uno por las gollerías permitidas a Antauro Humala en Piedras Gordas, y la otra por la irregular salida de José Francisco Crousillat, quien se paseaba por Lima a sus anchas.
Frente a este caos, el legislador Alberto Beingolea, a la sazón titular de la Comisión de Justicia, consideró que es necesario ver el tema de fondo, que es replantear el sistema carcelario. “El problema de la lucha contra la criminalidad ha sido poner solo ‘parches’ y no buscar una solución profunda”, aseguró.
Por eso, dijo que la solución “no puede ser rápida ni inmediata” y que más allá de las destituciones o pedidos de investigación, hay que poner en el debate propuestas importantes, ante lo que mencionó la posibilidad de privatizar las prisiones.
“No sé si es una solución final, pero hay que ponerlo en el debate. Si las cárceles manejadas por el Estado no funcionan, lo más inteligente es buscar una alternativa”, afirmó el congresista.
Por su parte, la congresista Lourdes Alcorta criticó los excesivos beneficios que reciben algunos internos. “Los presos están detenidos porque están siendo castigados. Eso de la resocialización viene después”, afirmó.
Por ello, se mostró a favor de que las cárceles se privaticen, y que estas se ubiquen fuera de Lima y en lugares alejados de la ciudad. “Actualmente no hay prisiones de alta seguridad en el Perú”, agregó.
Menos radical fue el legislador de Fuerza 2011 Octavio Salazar, quien pidió que, antes de sancionar a las autoridades del INPE, hay que revisar si tienen los recursos necesarios para poder trabajar. “¿Cómo censuramos a las autoridades si, quizá, no tienen los medios de seguridad?”, dijo.
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