Identificado por diferentes
estudios y sondeos como el país más feliz pero también como el más
estresante y conflictivo de Suramérica, a Colombia nadie parece poder
disputarle el título de la nación más contradictoria.
Efectivamente, según el Índice Mundial de la Paz
–publicado esta semana por...el Instituto para la Paz y la Economía, con sede en Australia– Colombia es, y por mucho, la nación menos pacífica del continente americano.
A comienzos de este año, sin embargo, una encuesta de la firma Gallup determinó que Colombia no solamente era el país el país más feliz de la región, sino el más feliz de todo el planeta.
Y la nación también ocupa puestos destacados en mediciones de felicidad un poco más complejas, como el Índice del Planeta Feliz de la New Economics Foundation (NEF), en el que actualmente ocupa el tercer puesto.
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"Variables diferentes"
Y es que mientras rankings como el de Bloomberg consideran factores "objetivos" –en este caso tasa de homicidios, PIB per cápita, desigualdad en los ingresos, tasa de desempleo, corrupción, expectativa de vida y contaminación del aire– la percepción de felicidad en países como Colombia estaría más vinculada a factores que podrían denominarse "subjetivos".
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"Para nosotros, el ser feliz está profundamente relacionado con nuestras relaciones sociales. Si nuestras relaciones sociales y familiares marchan bien, nosotros somos felices, más que si la situación económica está difícil, si hay violencia, etc., etc.", le dice Cruz a BBC Mundo.
Se trata, según el psicólogo, de una característica de las naciones "colectivistas", de las que Colombia sería un ejemplo.
"Yo me agarro de la felicidad de que tengo a mis hijos¸ que es lo que mantiene con vida y alegre. Ellos son como un dulce para mí: apenas los miro me sonrío yo solito, me hacen sentir realizado"
Fersen Cuesta
"Mientras que nosotros somos un país fundamentalmente colectivista. Entonces una persona que está feliz con su familia, con sus amigos, es una persona que te va a decir: 'en mi vida ando pleno'. Son variables que predicen mejor la felicidad que variables del contexto, por ejemplo la situación política, el conflicto armado, el riesgo de robo, etc., etc.", agrega.
En las calles de Bogotá, Fersen Adelis Cuesta, un vendedor ambulante de 69 años, parece darle la razón al experto.
"Yo me agarro de la felicidad de que tengo a mis hijos, que es lo que mantiene con vida y alegre. Ellos son como un dulce para mí: apenas los miro me sonrío yo solito, me hacen sentir realizado", le dice Cuesta a BBC Mundo.
"Hay momentos en que uno tiene pensamientos que entristecen, de que no tengo como darle a mis hijos lo que ellos verdaderamente necesitan, pero yo me siento feliz", asegura.
"Acostumbrados"
Una posible explicación de esta actitud es que, en países como Colombia, la gente aprende a asignarle mayor importancia a aquellas variables sobre las que puede tener un mayor grado de control, reconoce el profesor Cruz.O, como dice María Cristina Ruiz mientras le compra los periódicos del día a Fersen Cuesta, que uno "aprende a vivir el día".
"Es cuestión de actitud. Los colombianos siempre le ponemos buena onda a las dificultades"
Didier Alvarado, estudiante
"Pero también es cierto que uno se acostumbra. Después de toda la violencia que ha habido y que hay, uno tiene que aprender a vivir el día", recomienda.
Algo similar sugiere Didier Alvarado, un estudiante 19 años que hoy viste la camiseta amarilla de la selección colombiana de fútbol.
"Es cuestión de actitud. Los colombianos siempre le ponemos buena onda a las dificultades. Si tienes un problema, es más fácil para un colombiano como ponerle buena energía y echarle ganas a lo que hay que hacer", sostiene.
Y si la satisfacción de vencer las adversidades de la vida contribuye a la felicidad, entonces tal vez no haya que sorprenderse de que el país más estresante también sea el que tiene más gente feliz.
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Lo que en cualquier caso está claro, afirma el profesor Cruz, es que en los índices de felicidad uno encuentra "tanto naciones que desde el punto de vista objetivo tienen todo para ser felices como naciones que no tienen las condiciones objetivas para ser felices".
Y, según el experto, eso nos dice que la felicidad no está ligada a condiciones objetivas, "sino que está determinada o condicionada por aspectos más de carácter psicológico, psicosocial, de orden sociológico y probablemente hasta de razones históricas que hacen que en cada nación, en cada región, las personas aprendan a se felices a su manera".
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