Queda claro, a partir del análisis de la encuesta dominical de Apoyo, que el discurso antifujimorista desplegado hasta el momento no sólo está resultando completamente inocuo sino, lo que es peor, parece ser que resulta hasta contraproducente.
Por lo que se ve, vincular a Keiko Fujimori con su padre no le hace daño alguno. Por el contrario, parece ayudarla. En el extremo, la mayoría de encuestados cree que Keiko Fujimori apoyó a Montesinos, cree también que apoyó el control de los medios de comunicación. Más aún, cree y está convencida de que apoyó la tercera reelección de su padre. Y no obstante, va a votar por ella.
Es más, casi hasta se podría concluir que si el candidato fuese el propio Alberto Fujimori seguramente obtendría igual o mayor respaldo. ¿Y alguien puede dudar que si la candidata fuese Keiko López tendría el respaldo que tiene?
La campaña mediática –si bien minoritaria respecto de la dedicada a demoler a Humala (la que, dicho sea de paso, tampoco parece hacerle mella alguna al candidato de Gana Perú)-, que busca hacernos recordar las tropelías cometidas durante el fujimorato puede ser un buen ejercicio periodístico de memoria histórica, pero en términos electorales no está causándole daño alguno a Keiko Fujimori.
Quizás el daño buscado se mediatice porque el otro candidato, Ollanta Humala, no es que pueda exhibir tampoco una foja impecable de servicios democráticos, pero en verdad el dato más relevante parece ser que al grueso del electorado el tema de la historia política fujimorista, en su aspecto negativo, le importa poco.
Las centenares de líneas dedicadas a los desmadres de los 90 parecen importarles un rábano a los electores fujimoristas. Hace un tiempo, Gustavo Gorriti señalaba la inutilidad de cargar las tintas con temas como el de los estudios de la candidata de Fuerza 2011. Lo mismo podríamos decir, a la luz de las encuestas, de las denuncias memoriosas de lo ocurrido en la década de los 90.
Si ello se mantiene, los avances y retrocesos de ambas candidaturas dependerán de las dos o tres ideas fuerza que logren transmitir directamente. Dependerán de que sepan acertar en el sector social al que se dirigen. Dependerán de que no cometan errores groseros. Lo cierto es que hasta el momento, la artillería desplegada, el fuego cruzado mutuo no parece dar en el blanco o en la línea de flotación de ninguno de los dos candidatos. Una crece y el otro se mantiene incólume. A despecho de los ataques que reciben.
Fuente: http://diario16.pe/columnista/1/juan-carlos-tafur/701/inocuo-discurso-anti-keiko
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