Por Augusto Álvarez Rodrich
alvarezrodrich@larepublica.com.pe
La campaña contra la alcaldesa Susana Villarán
Hay una campaña en marcha para demoler a la alcaldesa Susana Villarán que está teniendo éxito mientras ni el Municipio de Lima ni Fuerza Social están ofreciendo una respuesta articulada al embate.
La última expresión del ataque es la denuncia de un regidor del PPC que acusa a Villarán por la supuesta venta irregular de tres inmuebles de la Sociedad de Beneficencia sin autorización del Municipio, la cual fue explotada con más estridencia que rigurosidad periodística por los medios que conforman la comparsa subalterna contra la alcaldesa.
Pero el rigor de la denuncia no le interesa al grupo que quiere traerse abajo a Villarán, sino el ruido que esta produce, lo cual los ayuda a conseguir objetivos como poner su aprobación en menos de 20% a medio año de iniciada su gestión.
Por supuesto que la prensa debe fiscalizar a autoridades públicas como la alcaldesa de Lima, pero cuando van apareciendo, una tras otra, denuncias débiles y fabricadas, la conclusión cae por su propio peso: lo que se busca es poner a Villarán contra las cuerdas, debilitar su gestión y, si se puede, revocarla.
El paro que un grupo de transportistas realizó en julio contra la gestión de Villarán fue una oportunidad para que la alcaldesa ejerciera liderazgo y se fortaleciera alrededor del objetivo de ordenar el transporte público en la capital con su iniciativa del bus patrón. Entonces vino la denuncia del regidor del PPC a la que seguramente le seguirán muchas más en breve.
¿Quiénes y por qué quieren traerse abajo a Susana Villarán? Integrantes del Municipio y de Fuerza Social –el partido de Villarán– apuntan a un grupo de Solidaridad Nacional interesado, primero, en crear las condiciones para la candidatura municipal de Luis Castañeda en el año 2014 pero, antes de eso, en debilitar las denuncias sobre escándalos como el de Comunicore.
Al grupo se suman otros con agenda particular como el cardenal Juan Luis Cipriani o un sector del PPC acostumbrado a moverse por la alcantarilla política, lo cual forma un bloque que, en el fondo, busca mellar las opciones de gestión pública de sectores de izquierda como la que representa Villarán.
Pero no solo esa. Este operativo les sirve como globo de ensayo para el gran embate contra el presidente Ollanta Humala por parte de sectores acostumbrados a negociar sus intereses con autoridades cercanas a ellos y más coincidentes con sus visiones y puntos de vista. Por ello, buscan debilitarlo.
Volviendo a Villarán, lo que hasta ahora no se percibe es una respuesta sólida del Municipio bajo su liderazgo ni de Fuerza Social, su partido político. Sin dicha estrategia, ni la más eficiente gestión edil podrá ser exitosa pues, como se sabe, o debiera saberse, en política no solo basta hacer las cosas bien sino en saber contarlas bien.
Fuente: http://www.larepublica.pe/15-08-2011/demoler-demoler
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