En las olimpiadas de 1936, organizadas por Adolfo Hitler para demostrar la superioridad de la raza aria, la selección peruana derrotó a la de Austria, su país natal, por cuatro goles a dos, a pesar que el árbitro, para evitarle disgustos al Führer le anuló tres goles a los peruanos.
Esa noche los dirigentes de la época se reunieron e increiblemente anularon el partido, en vista de ellos la delegación peruana, dando un ejemplo de dignidad, se retiró de la olimpiada.
Dice Galeano:
"Yo les decía a los amigos peruanos que porque no lo han difundido ellos... eso tendría que enseñarse en las escuelas:
- Saben una cosa niños, nosotros pertenecemos a un país que humilló a Hitler..."
A continuación la entrevista que le hacen a Eduardo Galeano en la que relata este episodio:
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